viernes, 2 de marzo de 2012

Carta a la Presi.

Le quería decir , con todo respeto, que su visión de lo que es un docente atrasa.La maestra normal o el profesor de saco y corbata son fósiles de museo.La mayoría de nosotros somos hijos de obreros y hemos estudiado durante la crisis del 2000, mis primeros sueldos los cobré en patacones que no pude guardar porque los necesitaba para el alquiler.Esos años fueron duros, viajábamos al profesorado colados en el tren, deseábamos la materialidad del libro y nos conformabámos con fotocopias.Yo, lo confieso, he robado porque no tenía libros en qué leer y me parecía que robar libros era como robar pan para comer...Disculpe que sea tan autorreferencial, tal vez no todos los docentes la han pasado tan mal como yo, que en mis primeros años como suplente más que tener vacaciones, me quedaba en la calle hasta marzo, con la incertidumbre de dónde habríamos de ir a parar...yo he salido a vender latas de gaseosas en pleno verano y cuando volvía aplastaba el culo en la silla para traducir Griego y Latín.Como miles de estudiantes en todo el mundo, mientras estudiaba lenguas muertas todo se caía a mi alrededor...
Bueno, le decía que lo de las vacaciones, además de ser un dato erróneo, es muy extraño, con la carga familiar que tengo , nunca me alcanzó este sueldo choto para ir a ningún lado.Las vacaciones las usé para leer, actualizarme, pensar cómo he de vérmelas este año con nuevas lecturas y las net, que aunque a mí no me la han dado, me parece una de las mejores cosas de su gobierno junto con la asignación universal por hijo y la jubilación de ama de casa.
Le quería comentar que de los doce años que hace que estoy trabajando y pagando religiosamente los descuentos por IOMA y Suteba, nunca usé sus servicios médicos hasta el año pasado en que nació mi hijito bebé.Todos los estudios de alta complejidad y el parto mismo (2000 pesos, una ganga para el actor de cine que me dieron a cambio)los pagué de mi bolsillo porque no podía ajustarme a la burocracia de IOMA en los casos de apuro y nunca puedo ajustarme a la burocracia sindical.Me sentí humillada cuando en Suteba General Sarmiento, me pidieron que escriba una nota y documente que fui mamá para que me "den" trecientos pesos y digo:¿Por qué, acaso existe algún compañero que mienta y finja haber tenido familia para currar 300 pesos?Si la burocracia sindical no me cree por el solo hecho de que declar que nació Pablito, que se guarden sus "beneficios".
Señora presidenta, no quiero alquilar más, el banco provincia no me facilita el crédito hipotecario, por motivos burocráticos no figuro como titular porque no salió la resolución (aunque soy titular desde 2007) y eso me impide gozar de los adicionales que me corresponden y el escalafón por antigüedad...Historias así hay miles, ya lo sé, pero yo le digo porque ya que me estoy tomando el trabajo de escribirle esta carta, le comento mi situación...
Por último, le quería decir que me da bronca que la critiquen por cualquier cosa, su aspecto personal, por ejemplo, me encanta que se arregle y use esa ropa que le queda tan bien, las joyas tampoco me parecen mal, usted es millonaria, todos lo sabemos por su declaración pública de patrimonio, por eso no me parece mal que se muestre tal cual es, sin la demagogia de hacerse la dama de hierro.A mí también me gustaría tener el brushing todas las mañanas y usar ropa linda (no digo de marca, que si no, no comemos)y maquillarme tan divina como usted...lo de las joyas no, porque sería una provocación para los estudiantes que se pelean por un panchito que el gobierno, o sea usted, les da para que coman...