tag:blogger.com,1999:blog-82731863251405571762024-02-07T13:25:11.423-08:00Las cosas del querer.Las cosas del quererhttp://www.blogger.com/profile/00649409431389583407noreply@blogger.comBlogger34125tag:blogger.com,1999:blog-8273186325140557176.post-56190894779544807202014-06-06T20:09:00.000-07:002014-06-06T20:09:09.035-07:00El lugar de la ortografía.Veo a diario que empeoramos nuestro "nivel" de escritura, que los jóvenes escriben mal, que el número de usuarios de la lengua que se cagan en la ortografía cada día es mayor y no se ha escuchado ninguna voz que saliera a defender este statu quo, que justificara este nuevo modo de escribir totalmente alejado de las normas básicas de escritura. Que la didáctica general está en crisis, lo sabe cualquier persona que viva de este discurso en tanto son insostenibles los intentos por seguir adelante con el aplicacionismo.Los profesores sabemos mejor que nadie que las teorías generales solo tienen valor en tanto patrimonio cultural compartido, pero que hay una importante brecha entre el "sujeto" que aprende como construcción teórica y el estudiante empírico. Estamos cansados de las teorías " metiches” que nos dicen cómo enseñar a causa de que ya está visto que las fórmulas "remediales” que emanan de los documentos curriculares y las didácticas generales solo son pálidos acercamientos en relación al conocimiento específico que nos brinda la praxis misma, la experiencia en el salón de clases. Más allá de los zigzagueos de las modas epistemológicas, la experiencia en el aula goza de la cualidad de seguir siendo "la realidad" de la escuela y la didáctica general nos habla de un objeto muy distinto al que apuntamos todos los días. Es decir que más allá de que el discurso de la didáctica general está en crisis, la ENSEÑANZA sigue fluyendo por sus propios carriles y los intercambios socioculturales no se han detenido: Un profesor le plantea a otro la lectura de un libro y en la simplicidad de este intercambio surgen nuevos acercamientos y logros que, dado el estado general que se respira en el ámbito de trabajo, pasan inadvertidos, o lo que es peor, uno se los calla por temor de ser pedante frente al tan arraigado discurso social del caos educativo: los "chicos" no saben nada."Pero cómo puede ser que esos estudiantes, por arte de magia, no digo todos los días, de vez en cuando tal vez, se pelean por leer en voz alta, por leer sus producciones...".Nos causa extrañamiento sentir en el plano íntimo que los estudiantes están respondiendo a nuestras propuestas porque no confiamos en nuestra propia especificidad como educadores: la de formular modos de enseñanza propios.<br />
Cualquier profesional o "comunicador social", tiene fueros para opinar sobre enseñanza, el "deber ser" del estudiante, los docentes y la Educación como cuerpo social uniforme, un monstruo de miles de cabezas que piensan igual y de dirigen en línea recta hacia el mismo objetivo. Pero la realidad es que cada escuela, cada aula, es un campo de lucha entre ideologías que no se hacen explícitas pero gravitan en el aire y cada mañana nos enfrentamos a los fuertes prejuicios culturales de los colegas y de los propios estudiantes y lo más complejo es que en nosotros mismos, como profesores situados históricamente en determinada posición social, tenemos prejuicios constantes respecto del otro. Todos opinan sobre "qué es lo mejor para los chicos" o peor aún "qué es lo mejor para la EDUCACION" lo cual atenta contra la especialidad misma de nuestro trabajo, esa artesanía irrepetible de todos los días en la que estamos inmersos como en una novela que no se entiende si no se lee desde el principio...<br />
La palabra artesanía, comenta Bombini en la UNSAM, nos llama la atención respecto de la naturaleza del trabajo docente: el artesano no es el artista. Eso es lo que a veces duele y opera como obturador de lo realmente valioso en la profesión: hablando puntualmente del profesor de lengua y literatura, duele asumir que mas allá de querer ingresar al campo de la literatura como productores, somos PEDAGOGOS, maestros o como fuera que se llame el oficio de enseñar "la lengua".<br />
He aquí otro problema "la lengua" a secas, disculpen la grosería ,no existe: existe la lengua en uso, situada sociopolíticamente, cada modo de apropiación del sistema lingüístico supone la pertenencia a un grupo etario, de género, de clase social, profesión, lugar de residencia...Lo que hace el profesor de letras es enseñar la lengua legitimada por los mandatos hegemónicos de los que enana la vigilancia epistemológica:los centros académicos. No es cierto que "los ricos" a secas, también, impongan sus modos de decir, de escribir ý de codificar lo que está bien o mal. El campo mismo de las teorías sociolingüísticas ya los empaquetó y para ser rico hecho y derecho, hay que apropiarse de los bienes simbólicos de poder.<br />
Es frecuente que las personas que acceden a cierto capital económico se sientan incompletas y necesiten ingresar al mercado del arte y la literatura para poder adquirir también sus bienes...La lengua, el habla y la literatura son índices sociales tan brutales como lo son algunos metales preciosos que cotizan en función de su rareza. Estos valores de orden simbólico que gravitan en lo real, se mueven con reglas muy similares a las de la economía. Tampoco es cierto que los bienes económicos y la economía de la cultura viajen por rutas diferentes, porque por lo general, si bien existe la figura del intelectual pobre, lo cierto es que los pobres de mi país, los que tiran de un carro todos los días, no pueden acceder ni a los bienes materiales ni a la lengua socialmente legitimada.<br />
Por esto quiero contextualizar mi trabajo y decir que "hablar bien", "escribir bien", "leer bien" para nosotros es el modo de apropiación de las clases dominantes de la cultura cuya posesión o carencia tienen un correlato directo en la vida cotidiana, en los ingresos, en el acceso a determinado nivel de vida.<br />
La ortografía es uno de esos valores socioculturales cuyo aprendizaje garantiza más que ningún certificado, el ingreso al "campo laboral" y se utiliza como parámetro de nivel educación más que ningún otro saber escolar porque está visto que en cualquier entrevista ante un empleado de recursos humanos no nos indagarán sobre logaritmos, ni sobre leyes de la física, nuestra carta de presentación es el habla y eventualmente, la escritura. Es una gran mentira decir que escribir bien y tener buenos ingresos son cosas diferentes porque más allá del conocimiento teórico de las reglas ortográficas en sí, un trabajador debe demostrar que aprendió a someterse a una regla, a una pauta o convención social que garantice el acatamiento de otras directivas más agresivas...<br />
Es muy débil la línea que divide la corrección de la discriminación y la especificidad de nuestro trabajo es conocer estos devenires y formular teorizaciones respecto de cómo acercar la lengua legitimada al tiempo que la situamos en un contexto social.<br />
Que los "chicos" escriban mal será bienvenido en este texto que , como un cadáver exquisito, tejemos entre todos en la red, en tanto constituye un acto de apropiación de una práctica que estaba cayendo en desuso: la escritura en la vida y la práctica social. Ya vendremos nosotros una o dos veces a la semana a pedirles que les usen a los sectores dominantes sus herramientas de dominio.<br />
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Las cosas del quererhttp://www.blogger.com/profile/00649409431389583407noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-8273186325140557176.post-79240914065815685412014-06-05T18:56:00.000-07:002014-06-05T18:56:53.544-07:00Si fuiste mi alumn@...<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt;">
<span style="font-family: Calibri;">Si sos mi ex alumn@ y estás en mi face o estoy en tu face, es porque vos me enviaste una solicitud, yo no invito a los estudiantes porque no da. </span></div>
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<span style="font-family: Calibri;">No da porque no soy profesora de Lengua y Literatura las veinticuatro horas del día, no doy siempre el buen ejemplo que intento sostener en mi<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>profesión y vos tal vez tengas un buen recuerdo de mí que no quisiera empañar.</span></div>
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<span style="font-family: Calibri;">Si sos mi ex alumn@ y estás en mi face o estoy en tu face, es porque ya cursaste y aprobaste porque a los alumnos en curso, no los acepto, para evitar problemas tales como súplicas en mi muro. Tengo compañeros de trabajo que admiten estudiantes y después les aparecen mensajes públicos o privados sumamente patéticos del tenor de: “Profe por favor apruébeme”.</span></div>
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<span style="font-family: Calibri;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Por otra parte, se ha establecido la costumbre de opinar sobre cualquier tema por face, cuando en realidad para hacerlo no tenemos facultades suficientes: política, leyes, fútbol, religión, policiales, etc. Una mala y vieja costumbre argentina en la que, como cualquier persona, yo también caigo con más frecuencia de la que quisiera. Si sos mi ex alumn@, no quisiera influirte con ideas no siempre fundadas en el entero conocimiento del tema, porque eso se contradice totalmente con lo que quise expresar cuando fui tu profe.</span></div>
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<span style="font-family: Calibri;">Una vez me di cuenta de que un viejo amigo mío se estaba “enganchando” con un chico menor, no me pareció correcto y eliminé a ambos, no por prejuicio, sino porque el chico mintió con la edad y la mentira no me gusta en ningún ámbito. Desde entonces, ya no acepto ni siquiera ex alumnos (salvo adultos, que, como momentáneamente he cambiado de funciones, tampoco tengo).</span></div>
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<span style="font-family: Calibri;">Entonces, si sos mi ex alumn@ y estamos viéndonos en face, no sos un@ más entre miles, sos un ex estudiante de los buenos tiempos, cuando no conocía bien hasta qué punto se podían zarpar por este medio. Sos de esas personas a las que les gusta leer, o quizás no te gusta leer pero lees igual, que es más heroico: cuando leer es un placer, es fácil hacerlo, pero no cuando la lectura es producto de algún conflicto, obligación legitimadora de cursar una materia que acredite que fuiste obediente hasta en lo sutil, porque leíste lo que nos impusieron otros, pero lo hiciste criticando y renegando y aprendiendo.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt;">
<span style="font-family: Calibri;">Si sos mi ex alumn@ ya sos padre-madre (o no), ha pasado algún tiempo y gracias a dios, no recordás ya casi nada, o nada directamente, de lo que yo inventé para vos en ese matete de actividades locas que hacemos los profes en general y los de Lengua en particular.</span><a href="https://www.blogger.com/editor/static_files/blank_quirks.html#_edn1" name="_ednref1" style="mso-endnote-id: edn1;" title=""><span class="MsoEndnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><span class="MsoEndnoteReference"><span style="font-family: 'Calibri','sans-serif'; font-size: 11pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES; mso-ascii-theme-font: minor-latin; mso-bidi-font-family: 'Times New Roman'; mso-bidi-language: AR-SA; mso-bidi-theme-font: minor-bidi; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin; mso-hansi-theme-font: minor-latin;">[i]</span></span></span></span></a><span style="font-family: Calibri;">Pero seguro tu corazón o tu cabeza ha cambiado y estamos más cerca que otrora. Y por ahí ahora entiendas mejor muchas cosas que antes no te importaban o no te afectaban, como me ocurre a mí también. </span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt;">
<span style="font-family: Calibri;">Pero si sos mi ex alumn@ y estamos viéndonos en face, ya estás al tanto de que tengo problemas como todo el mundo,<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>soy un@ más… Pero vos no sos un@ más para mi, aprendí con vos, reí con vos, discutimos respetándonos siempre. Yo te acompañé en tus lecturas y vos las transformaste. Yo me equivoqué y me lo señalaste. Yo tiré una bomba y vos te enojaste, o te reíste, o estuviste a favor, o en contra, pero nunca indiferente.</span></div>
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<br clear="all" /><span style="font-family: Calibri;"><hr align="left" size="1" width="33%" />
</span><div id="edn1" style="mso-element: endnote;">
<div class="MsoEndnoteText" style="margin: 0cm 0cm 0pt;">
<a href="https://www.blogger.com/editor/static_files/blank_quirks.html#_ednref1" name="_edn1" style="mso-endnote-id: edn1;" title=""></a><span style="font-size: x-small;"><span style="font-family: Calibri;"><span class="MsoEndnoteReference">Sigo en este pensamiento a mi maestro, el Dr. Gustavo Bombini</span>.</span></span></div>
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Las cosas del quererhttp://www.blogger.com/profile/00649409431389583407noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-8273186325140557176.post-65863743732279983372014-05-10T02:41:00.000-07:002014-05-10T02:41:19.824-07:00Las voluntarias de María.<div style="text-indent: 35.4pt;">
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<span style="font-family: 'Calibri','sans-serif';">En completo estado de trance por mi hijito bebe enfermo, fui a dar al hospital del pueblo. Aunque José c Paz figura como ciudad del conurbano, no deja de ser una comarca pequeña, con la simpática plaza rodeada de las más altas instituciones: la parroquia, la escuela pública, la comisaría y la infaltable sucursal del Banco Provincia. Por motivos difíciles de explicar pero fáciles de suponer, necesitaba ausentarme del hospital para hacer una compra con la tarjeta en la farmacia de enfrente y no tenía a nadie que cuidara al bebe. Las asistentes sociales me sugirieron que les pida el favor a las mujeres del voluntariado.</span></div>
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<span style="font-family: 'Calibri','sans-serif';"> Entonces no eran postales las imágenes de las venerables ancianas dando de comer a sus indigentes del pueblo, otro venerable grupo de ancianos que les hacen la caridad de su hambre a las voluntarias que de otro modo se verían en la desagradable misión de buscarse otra misión. Me dirigí hacia el afiche tamaño natural de la Virgen María tras el cual solo hallé a un chico limpiando el piso que me dijo que las del voluntariado atienden nomás a la mañana (eran las tres de la tarde). Al que madruga dios lo ayuda, se ve.</span></div>
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<span style="font-family: 'Calibri','sans-serif';">A la mañana siguiente se presenta la asistente social para avisarme que una de Las voluntarias de María iba a venir a ver si me podía ayudar. Tarde. Mi crédito había expirado y la compra en efectivo la hizo mi hermano.</span></div>
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<span style="font-family: 'Calibri','sans-serif';">Miraba por la ventana hacia la calle recientemente bautizada con el nombre de un médico suicidado por la sociedad: René Favaloro y mi corazón de madre atormentada lo sintió como una mala espina al cartel, aunque el bebe ya estaba bien y el día pintaba para lindo. Todo me parecía lúgubre o vano o pintoresco: el toldito raído de la parrillita que vende choripán, la grúa abandonada como fósil de un monstruo metálico, la conversación aburrida de los dos pequeños comerciantes que a falta de clientes regenteaban el barrido de vereda de las empleadas. De todos los transeúntes que se veían ajenos al hospital, como una señora con su caniche, unos estudiantes con mala cara esperando el colectivo, pensaba la siguiente estupidez: son felices y no se dan cuenta.</span></div>
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<span style="font-family: 'Calibri','sans-serif';">Había decidido aplazar la tristeza de saber que a metros (trescientos, para más exactitud) estaba durmiendo o desayunando despreocupado el hombre con el cual viví doce años con sus días y sus noches, con sus penas y alegrías. Me concentré más que nada en sufrir por mi hijo enfermo. Ya habría tiempo de sobra luego para atormentarme con los sentimentalismos propios de la separación. Volví a asomarme al sueño del bebe y a perderme, disuelta casi, en la contemplación de su rostro.</span></div>
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<span style="font-family: 'Calibri','sans-serif';">Es inútil que intente recordar descripciones famosas de bebés en las páginas de la literatura porque no tienen demasiada popularidad, a decir verdad, salvo, claro, las descripciones del niño dios en el Nuevo Testamento Cristiano. Al contrario de lo que ocurre en las artes plásticas, donde el tema del retrato infantil es un tópico frecuente, a los autores nos parecen obvias las descripciones de bebes; todos son bellos, graciosos y regordetes. Pero recuerdo a Rocamadour, el bebe de La Maga, y me parece increíble, inverosímil, la forma en que lo dejan morir, perdidos en un sopor de jazz y alcohol. En la película Transpoting dicen que se les muere un bebe por negligencia inducida por el consumo (de drogas) alocado de los padres, pero la verdad es que no la vi. Y la concha de la lora, ya estoy pensando de nuevo en temas lúgubres, niños muertos.</span></div>
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<span style="font-family: 'Calibri','sans-serif';">Este bebé no es tan típico (aunque cada niñito es único y diferente), no tiene el rostro rosado y mofletudo, sino morenito, tiene una cabeza muy linda, redonda, pero el rostro es anguloso, Un hexágono abierto (el crañito).Salió con el mentón de los actores de cine, como mi adorado Manuel Banderas o el tal Juan José Camero, un facha de los de antes que rompía corazones en la época de mi vieja. Por suerte no heredó mi nariz de gancho, tiene un botón respingado y los pómulos altos. Tiene las pestañas largas y espesas, bigotitos, y unas cejas tupidas como de gallego pero con un remolino en el entrecejo y una disposición tal, que aparentan la forma de un pájaro con las alas extendidas en pleno vuelo. Las enfermeras se dirigían a él con los siguientes apodos: Principito, muñeco, galancito.</span></div>
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<span style="font-family: 'Calibri','sans-serif';">Entraron las enfermaras a torturar a mi hijito y me hicieron salir diez minutos. Bajé corriendo a la calle a fumar un pucho. Un muchacho con la cara tiznada me pidió fuego y cuando le pasé el encendedor, veo que estaba fumando en una rara pipita improvisada. A ver, nunca vi. La hice yo, es para fumar pasta base. Mientras tanto mi hijo llora desesperadamente…</span></div>
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<span style="font-family: 'Calibri','sans-serif';">Subo las escaleras pero siento que bajo. Bajo hasta los suburbios del infierno, porque si tal lugar existe, no puede tener otra habitación sino ésta, llena de niñitos sufriendo y llorando. Al pie de la camita del nene me sorprende una presencia inverosímil. Una de Las voluntarias de María se había materializado, al fin.</span></div>
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<span style="font-family: 'Calibri','sans-serif';"> Mas allá de las teorías sobre el tema, creo que la diferencia entre persona y personaje reside en el hecho de que las personas son más o menos iguales pero diferentes, opacas, no se deciden a caber de lleno en uno u otro prototipo. Por el contrario, el personaje es una construcción que se precia justamente por salir de la opacidad al tiempo que entra perfectamente en los zapatos que le fueron asignados. La voluntaria de María usaba mocasines negros, medias tres cuartos color natural y un atuendo que hacía mucho tiempo que no veía, una especie de jumper o delantal azul oscuro, camisa rigurosamente blanca y un medallón enorme aparentemente de plata. Tenía el pelo sin teñir, con todas sus canas, sin embargo lo llevaba cuidadosamente peinado con rulos de rulero, otro anacronismo. La dureza del rostro era acorde al conjunto y el primer gesto que le vi hacer fue mirarme los zapatos. Me considero una persona amable y hasta jocosa, pero por pura maldad no abrí la boca y esperé que se presentara sola.</span></div>
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<span style="font-family: 'Calibri','sans-serif';">Buen día, me llamaron de acción social pidiendo una voluntaria para cuidar a un niño, pero necesito primero que me diga hasta qué hora sería, porque a las once tengo que repartir la comida.</span></div>
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<span style="font-family: 'Calibri','sans-serif';">Sí, lamento que no le hayan avisado que el asunto está resuelto, igual le agradezco que se haya molestado…</span></div>
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<span style="font-family: 'Calibri','sans-serif';">Pero si la entrevista hubiera dado frutos tan magros, no sería digna de ser registrada, de ser narrada, por eso la voluntaria de María se sentó a en el borde de la cama al tiempo que limpiaba los anteojos y suspiraba contrariada, al fin y al cabo le quedaban dos horas libres.</span></div>
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<span style="font-family: 'Calibri','sans-serif';">Le pregunté cómo estaba el día afuera, qué anunciaba el pronóstico, cuándo se terminaría esta humedad molesta, pero a todo respondía parcamente hasta que se me ocurrió preguntarle si era o había sido monja…que predicaba la palabra era obvio con semejante edición de lujo de la biblia.</span></div>
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<span style="font-family: 'Calibri','sans-serif';"> Me empezó a contar que tuvo la gran suerte de haber recibido a Dios en un convento de Rosario donde ella se sentía como en un palacio. Claro, la habían hecho bajar de su rancho de troncos en el monte del Chaco para ofrecerse en alguna casa. Ahí fue que empezó a tener suerte, porque, si bien le costó comprender que el agua no debe correr libremente, sino al contrario, había que contenerla y usarla para bañarse, también se le abrieron las rendijas del bienestar ajeno. Aprendió mucho, además. Aprendió a comer con cubiertos y a comer seguro - seguro dos veces al día. Aprendió que mientras la señora y el señorito estuvieran abrigados, ella también. Y los zapatos que al principio le parecieron una calamidad, ahora le gustaban. Ya sin la preocupación constante de qué comer, pudo disfrutar de los olores a perfumes, las telas de los vestidos de la señora, el tacto con cosas tan suaves que se deleitaba como una niña en un teatro. </span></div>
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<span style="font-family: 'Calibri','sans-serif';">Y ahora que narraba su vida, La voluntaria de María realmente echaba luces a la escena, al raconto y se situaba en el centro de un escenario tendiendo una gran cama, contenta, embriagada en el blanco algodón. Pero no se dio el previsible lugar común del señorito gozando del cuerpo en ciernes de La Voluntaria. Resultó ser que el señorito jugaba a escondidas a las muñecas y con una peluca improvisada con matetes de hilo sisal.</span></div>
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<span style="font-family: 'Calibri','sans-serif';">El chico fue a parar al internado y La Voluntaria fue recogida por unas monjitas que le encontraron sitio en un convento lejos, en Rosario. La dureza de la rutina a ella le parecía la única manera de vivir decentemente, la alejaba de su rancho sin relojes ni libros, de la noche en el monte con todos sus bichos y miserias.</span></div>
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<span style="font-family: 'Calibri','sans-serif';">Dios la acompañó siempre y como su devoción por el rigor y la disciplina eran valores muy preciados en aquel mundo, ella se ganó, además del pan, pequeñas responsabilidades y privilegios. </span></div>
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<span style="font-family: 'Calibri','sans-serif';">En su pabellón de noviciado era la celadora y comía en la mesa de las demás preceptoras con manteles blancos y almidonados. Ahora ella tenía una niña que le traía las bandejas con asados y pasteles. Algunas compañeras de su rango caían fácilmente en el pecado de la gula, porque también habían pasado hambre y la incertidumbre del pan, entonces comían por las dudas, o para calmar hambres atrasados. La voluntaria de María no tenía esa avidez, por suerte, aunque no sabe en qué momento aprendió a tomar vino y el calor de los alcoholes le resultó grato.</span></div>
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<span style="font-family: 'Calibri','sans-serif';">Cuando nadie la veía se echaba un trago, sobre todo a la noche, momento en el que le costaba dormirse. No era la única además. Así como había pequeños grupos de fumadoras, de lesbianas y de fanáticas, estaba el grupo de las chupandinas que, como todas, se entretenían a veces el día entero en conseguir su humilde copetín. Con los años se fue mesclando por necesidad con alguno de los pocos hombres que penetraban el convento. Con las primeras canas la vida era placentera entre los rezos, los cantos y los castigos. Porque sus placeres eran moderados: el ir y venir de una joven aseando el cuarto, el almidón de la ropa, la lectura de la biblia y de algún que otro folletín que ingresaba de contrabando y su vino tinto, claro...</span></div>
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<span style="font-family: 'Calibri','sans-serif';">Un hombre que les compraba pollos y les traía puchos y vino, revistas y noticias, se propasó un poco, pero lo suficiente como para provocarle una parálisis total del cuerpo y la mente que el hombre interpretó como un permiso y el vino ya no le faltó ni le mantuvo la cabeza alerta para ver cómo conseguirlo.</span></div>
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<span style="font-family: 'Calibri','sans-serif';">No se sentía culpable ante Dios de que, tinto mediante, le cayera bien el acto sexual, de vez en cuando, por un extraño acuerdo moral que La Voluntaria toleró para sí misma y que regía su fuero interno. Siempre dijeron que el hombre ve la cara de Dios cuando se une a una mujer…algo así no ha de ser tan malo, entonces.</span></div>
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<span style="font-family: 'Calibri','sans-serif';">En ocasiones se preguntaba por qué <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>ese hombre insistía con ella, si había otras borrachas y hasta drogadas que eran más jóvenes y menos devotas que ella, en una palabra, más fáciles. Jamás se le cruzó el embeleco del amor, la otra opción de la realidad de que el hombre de los pollos necesitara de una mujer que le lave las miserias y le caliente comida y cama. Llegó a la conclusión, pero justo antes de dormirse, lo mismo que nada a los efectos del darse cuenta, de que el hombre de los pollos hacia lo mismo con todas por cobrarse favores y no había razones para eximirla de la paga.</span></div>
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<span style="font-family: 'Calibri','sans-serif';">No vio, entonces que había otras posibilidades: el hombre hubiera hecho cualquier cosa por apropiarse de la mujer. La voluntaria de María era, en esos años, una extraña muñeca vieja de ojos celestes y cuerpo de madona. El hombre sufría espantosas eyaculaciones inapropiadas e involuntarias por el desconcierto que le causaba la pasividad de la mujer que a él se le antojaba provocación. La segunda vez que se le acerco, sintió en el acto que no llevaba el corpiño y las enaguas de rigor, que la vez anterior le habían hecho sentir la torpeza de sus manos y la falsa fragilidad de algunos elásticos. Con eso bastó para causarle el agüita tan temida sobre el pantalón. El día que, harto de olfatearle la nuca y tantearle los pechos sobre la ropa, por fin logró alzarle la túnica de fajina, casi se muere de un infarto de ver como ella solita separaba las piernas y se quedaba quietita como una perra mansa, sin las cosquillas y risitas de las otras que conocía y que al final tampoco eran tantas como se creía.</span></div>
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<span style="font-family: 'Calibri','sans-serif';">Las noticias del mundo exterior llegaban al convento con la misma puntualidad que a todos, pero a ella no le importaba el pueblo al que conocía de memoria por tanto lleva y trae. Aunque salió sólo un par de veces por trámites, todo era como se lo había imaginado. De hecho, el centro o lo más atractivo del pueblo era el convento mismo en torno al cual giraban las demás actividades.</span></div>
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<span style="font-family: 'Calibri','sans-serif';">Sin embargo el mundo salió a buscarla a ella y a muchas otras mujeres que eran más necesarias para el trabajo terrenal que para el oficio celestial. Se instaló una fábrica textil y el hombre de los pollos convenció a alguna de las más jóvenes para que probaran suerte trabajando por un salario. Al poco tiempo era como si el convento se hubiera trasladado a la fábrica y con o sin fe tuvieron que entregarse en cuerpo y alma al salario porque ahora casi todas eran madres de varios hijos y tenían el deber de alimentarlos y criarlos hasta que la fabrica se hiciera cargo de ellos. </span></div>
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<span style="font-family: 'Calibri','sans-serif';">La fábrica también penetró en el convento y hasta las más viejas se pusieron a planchar los tejidos que el hombre de los pollos llevaba y traía. La voluntaria de María se vio a sí misma dirigiendo el trabajo y se ve que su esmero era bien retribuido por la fábrica, porque además de sus modestos vicios ahora salía a escondidas a ver el cine. Un día la madre superiora la regaño al ser descubierta en su desliz y le resulto más sencillo alquilar una piecita en el pueblo y trabajar como las otras, a entera dependencia de la fábrica.</span></div>
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<span style="font-family: 'Calibri','sans-serif';">A pesar de todo nunca dejó de rezar y de respetar las horas canónicas que, dicho sea de paso, parecían contradecir las horas de la fábrica. Cuando pudo ahorrar un capitalito lo gastó en un televisor y ya su vida estaba resuelta salvo por el hecho de que cada día sus manos temblaban un poco más al empinar el vaso.</span></div>
<div style="text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: 'Calibri','sans-serif';">Un hombre robusto y mayor, le propuso unir sus vidas .Ella no encontró repuesta a la pregunta de para qué y prefirió beber su vino sola. Nunca más se le presentó la oportunidad de encontrar compañía y tampoco la necesitaba porque había pasado tormentas terribles allá en el monte, sin leña y con frio y ahora todo era blando por ella y para ella.</span></div>
<div style="text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: 'Calibri','sans-serif';">Cuando cierta reputación de borracha le llegó a los oídos, ya era tarde para hacerse problema porque el mundo pegó otro pequeño sacudón y la fábrica cerró, el tren dejó de ir y venir, las mujeres empezaron a ver partir a sus hijos y a entregarse de lleno al barrido de las hojas de las veredas.</span></div>
<div style="text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: 'Calibri','sans-serif';">Vino con lo justo a trabajar en Buenos Aires y salió adelante, como siempre, gracias a Dios y ahora le retribuía su bondad con trabajo voluntario. Me estaba por contar algo sobre un indigente caradura que le preguntó su nombre y si tenía marido, cuando entraron los médicos en tropel a revisar al bebé y solo hubo tiempo para una breve despedida.</span></div>
<div style="text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: 'Calibri','sans-serif';">Me trajeron una comida para mí y para el nene que realmente contradecía en mucho la expresión peyorativa “comida de hospital”: ravioles con estofado, todo muy bien condimentado y con abundante queso rallado. Mi primer plato de comida en muchos días. Tuve que poner los cestos de basura sobre los roperitos de la sala porque el bebín ya estaba lo suficientemente recuperado como para reanudar sus tareas habituales de investigación. Miré al descuido por la ventana, La voluntaria de María estaba en la parada del 176 con su atuendo y unas bandejitas de comida iguales a las que nos dan en el hospital.</span></div>
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Las cosas del quererhttp://www.blogger.com/profile/00649409431389583407noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8273186325140557176.post-83573318822493663952014-05-03T09:24:00.000-07:002014-05-03T09:24:05.560-07:00Leonardo Herrera<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEidUpcTNOrg6GBHCOJWTJZxWg9trghUQG6I0qx9Yy2TlCQMea5brLVhlZy0rX0F0iS3Lq1qsT5NyBZ-hfTfrXrVEi87t-E5tNbugoDk8nRFuBNtLqCOfgbPKnHWs3B5cUEmlpZ8Gxl9Cxo/s1600/leo3.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" closure_lm_191281="null" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEidUpcTNOrg6GBHCOJWTJZxWg9trghUQG6I0qx9Yy2TlCQMea5brLVhlZy0rX0F0iS3Lq1qsT5NyBZ-hfTfrXrVEi87t-E5tNbugoDk8nRFuBNtLqCOfgbPKnHWs3B5cUEmlpZ8Gxl9Cxo/s1600/leo3.jpg" height="640" width="640" wta="true" /></a></div>
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Las cosas del quererhttp://www.blogger.com/profile/00649409431389583407noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8273186325140557176.post-51269739388017754782014-05-02T17:14:00.000-07:002014-05-02T17:14:03.565-07:00El Pasado, de Alan Pauls: una crítica destructiva.<br />
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<span style="font-family: 'Calibri','sans-serif';"> Hay una compulsión del narrador que lo lleva a usar larguísimas oraciones con suboraciones intercaladas que, por momentos, resumen en una frase episodios enteros. Como si la focalización externa (narrador en tercera con el foco puesto en el personaje principal) sufriera un movimiento gravitatorio que lo hiciera volver siempre al registro del personaje que muestra, un políglota traductor con averías. Se adivina un movimiento libidinoso que tiende a postergar al máximo la unión semántica entre sujeto y predicado mediante subordinadas que contienen información quizás más relevante o explosiva que la contenida en la estructura principal, lo cual se transforma en un chorizo oracional malabarista que hace gala de una destreza totalmente inútil porque no le aporta mayor complejidad a la novela sino que la hace más superficial, porque la complejidad llega precisamente hasta ahí, es decir, hasta el despliegue de posibilidades textuales regidas por la estructura gramatical de la oración.</span><br />
<span style="font-family: 'Calibri','sans-serif';"> Un novelista que usó este recurso para desconcierto del lector fue Márquez, quien inventa un cosmos entero en una subordinada, pero lo hace con una frescura que Pauls no ve ni de lejos. Su narrador explica el mundo de su personaje eludiendo prolijamente la oración simple así como elude las resonancias sociohistóricas de la época en que sitúa su relato.</span><br />
<span style="font-family: 'Calibri','sans-serif';"> Lo que queda bien definido en la novela es que narra los vaivenes de la vida amorosa de un perfecto pequeño burgués que sólo se compromete consigo mismo y ni eso, quizás. Rímini y su novia de toda la vida, Sofía, viajan a Europa en los 70, (¿Cómo cualquier hijo de vecino?) con la ilusión de ver los originales de su artista favorito. Ellos viven en una Argentina distinta en la que, pese a varias alusiones a la vida estudiantil, la dictadura no existe, o no los afecta en absoluto, pertenecen a la típica pequeña burguesía argentina cuya militancia política y compromiso cívico no pasa más allá de la lectura del diario menos oficialista que se consiga en el puesto de camino al trabajo. La única pálida alusión al clima de ideas de su tiempo que hace el narrador es justamente para banalizar las ideologías políticas de izquierda.</span><br />
<span style="font-family: 'Calibri','sans-serif';"> Pero el clima sociopolítico de los setenta no es el único tema que aparece sesgado. Porque si bien tenemos registro de los pormenores de, por ejemplo, la biografía del artista plástico Riltse, no se toca para nada el tema de los ingresos o la vida económica del personaje, pero algo es manifiesto (para reforzar la idea de que la novela narra uno de tantos cuadros de costumbres burguesas de las telenovelas, género con el que dialoga por momentos sin saberlo): no se sabe cuánto gana o cuánto gasta el personaje, pero en seiscientas páginas nunca tuvo problemas de dinero, por cierto.</span><br />
<span style="font-family: 'Calibri','sans-serif';"> La novela atraviesa varias décadas de la Argentina sin mencionar jamás un episodio de su economía, como si nada lo hubiera afectado: ni la hiperinflación ni el uno a uno, ni el corralito, ni los patacones…Como si la historia amorosa de sus personajes fuera una experiencia tan intensa que el mundo exterior con sus notas regionales fueran una cosa fuera de lugar, como un pariente pobre en una fiesta de ricos.</span><br />
<span style="font-family: 'Calibri','sans-serif';"> Cuando el personaje consume cocaína el narrador se demora en la descripción exhaustiva de los efectos de la droga aislada de los fuertes lazos contextuales que hacen posible el consumo mismo: la existencia bien visible de una narcoeconomía con leyes y contratos convencionales, la relación de amo y esclavo que se establece entre el proveedor, de clase baja y el consumidor, cuyo poder adquisitivo le permite afrontar los gastos desproporcionados del consumo. El narrador dice que su personaje no sabía si había consumido treinta o trescientos dólares de cocaína, minimizando la importancia de la diferencia monetaria y acrecentando la mística en torno a la sustancia. El personaje se entrega al consumo en forma sistemática al tiempo que utiliza los efectos de la droga para traducir textos en forma compulsiva, pero un cambio repentino de las circunstancias (trabajo como intérprete de un lingüista famoso) hace que deje el consumo sin conflicto de la noche a la mañana, no sufre recaídas, ni síndrome de abstinencia, ni cambios aparentes en la conducta o el carácter. Rímini sale indemne de su affaire con la sustancia más popular y peligrosa de nuestros días. El hecho de que tiempo después el personaje sufra de pérdida de la memoria de los idiomas que maneja, puede o no puede ser consecuencia del consumo por lo que no podemos considerarlo un factor determinante. Y no es que se quiera aplicar la lógica judeocristiana del crimen y castigo para demonizar el consumo de drogas, pero el caso de Rímini es demasiado excepcional para ser verosímil: consume a diario y luego no consume nunca. La depresión aguda le llegará tiempo después, pero por otros motivos.</span><br />
<span style="font-family: 'Calibri','sans-serif';"> Otros temas que asoman pero quedan en la superficie son el aborto y la pérdida de un hijo. Nuestro narrador describe en forma exhaustiva las pajas de Rímini en la época del consumo de cocaína pero nos deja sin comentarios, así de pusilánime es el personaje, respecto de las causas y repercusiones de estos hechos tan potentes en la vida de cualquier persona. Sofía aborta, Carmen le quita los derechos sobre Lucio, el hijo de ambos. Depresión y a renglón seguido, vida nueva como deportista con cierta destreza. El personaje se traslada de los antros académicos a los antros burgueses a secas.</span><br />
<span style="font-family: 'Calibri','sans-serif';"> El hecho de que todas las mujeres de Rímini carezcan por completo de ideología política fuera del mundo burgués aparece naturalizado, y en esa estrategia veo las pretensiones de universalidad de la novela que justamente soslaya los factores sociohistóricos del combo: Argentina- mujer- dictadura- democracia por considerarlos de una vulgaridad campechana como el mate, el gaucho, el choripán.</span><br />
<span style="font-family: 'Calibri','sans-serif';"> Pero lo que sitúa con mayor nitidez la pertenencia del personaje y de la novela en su totalidad, a los objetos simbólicos del mundo burgués, es la biografía intercalada a lo largo de la novela del artista plástico Riltse quien se autoflagela y expone sobre telas partes enfermas de su propio cuerpo, satisfaciendo un oscuro mandato del público burgués que quiere, reclama del artista mucho más que la mera profesionalidad o el talento y pide directamente partes de sus secreciones: sudor, lagrimas,(vómitos o escupitajos en los casos más extremos) cuya materialidad sea cuantificable. Esta idea la plantea Roland Barthes en uno de los capítulos de sus <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Mitologías</i> en alusión a las obras de teatro de directores franceses jóvenes pero se puede hacer extensivo al arte burgués en general. Estrellas de rock que se autoflagelan en público, estrellas de pop que no envejecen gracias a dolorosas intervenciones quirúrgicas, vedettes que abortan, actrices que filman su intimidad y todo aquello que denote un esfuerzo cuantificable que justifique el sistema de pequeñas penalidades cotidianas que mantienen la estabilidad del statu quo.</span><br />
<span style="font-family: 'Calibri','sans-serif';">Por último, el final. Si el lector se aguanta las quinientas páginas de “oraciones chorizos” y sufre al niño mimado y aburrido de Rímini, notará un vuelco al final, una maniobra de discontinuidad para la que nada nos prepara. Porque de buenas a primeras se pasa de un verosímil realista, digámoslo así, con situaciones y lugares convencionales, la calle tal, el bar x, el hospital fulano, Rímini haciéndose la paja, Rímini leyendo o traduciendo o jugando al tenis, o sirviendo café, fuera de las peripecias “realistas “, digo, no hay, en quinientas páginas, nada sobrenatural, ni fantasmas, ni dobles fondos, ni alegorías…Pero dos páginas antes del punto final, ocurre: irrumpe la otredad, se pasa al otro lado, y el personaje principal y su mujer comienzan a desangrarse, pierden sangre por los genitales. Punto, ahí termina. Discontinuidad como recurso en cualquier texto, existe a condición de que se repita, que forme un rompecabezas o si se quiere, un lenguaje propio. Pero así empleado no es ni más ni menos que el viejo y querido “Deux est máchina”. Como si el autor no supiera realmente cómo interrumpir la historia.</span><br />
<span style="font-family: 'Calibri','sans-serif';">Si la intención de la novela es incomodar a la clase media con este Rímini que no es ni Astier, ni Gregorio Samsa, Pauls debería comprender que, aun así, es necesario que el verdadero personaje, por mas canalla y representativo de nuestras miserias que sea, logre que también se produzca un guiño, esa complicidad muy intima y hasta inconfesable con el lector que transforma cualquier manifiesto en literatura.</span><br />
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<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhafQ52yCo5Ibv9wePGujAc4iEbVL-2zazqNcX85z0sEOnAiWiX0JRusllGX7nIuBupfH32u3SjpaPDgL2EAloKd2zjfIQjE9Px1l2DvHMCGpIWUdYqkZu4FSbzGK1SKewAv654Ri2PgOc/s1600/EL+PASADO.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" closure_lm_572974="null" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhafQ52yCo5Ibv9wePGujAc4iEbVL-2zazqNcX85z0sEOnAiWiX0JRusllGX7nIuBupfH32u3SjpaPDgL2EAloKd2zjfIQjE9Px1l2DvHMCGpIWUdYqkZu4FSbzGK1SKewAv654Ri2PgOc/s1600/EL+PASADO.jpg" wta="true" /></a></div>
<a href="http://quizasblog.blogspot.com/" target="_blank">quizasblog.blogspot.com</a> Para ver otras miradas...Las cosas del quererhttp://www.blogger.com/profile/00649409431389583407noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8273186325140557176.post-392818071828136542014-04-20T18:01:00.000-07:002014-04-20T21:49:12.808-07:00El 83<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt;">
<span style="font-size: 16pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: Calibri;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>El ‘83<o:p></o:p></span></span></div>
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<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt;">
<span style="font-size: 16pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: Calibri;">Desde el ’83 yo siempre quise ser presidente. El día 10 de diciembre fue una fiesta: todos estaban felices y todos salían al patio a mirar el cielo y nos mareábamos cantando “¡Al-fon-sin!, ¡Al-fon-sin!”. Lo milagroso, para mis seis años de edad, era la lluvia de papelitos con la cara de Alfonsín tirados desde un helicóptero bueno, no de los que hacían vuelos macabros.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt;">
<span style="font-size: 16pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: Calibri;">Adentro de cada casa, una cocina, y en esa cocina una radio o una tele nos mostraba a un simpático viejo bigotudo que saludaba agarrándose las manos hacia un costado. Mi mama estaba contenta y ese día accedió a cocinar las papas fritas por siempre vedadas.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt;">
<span style="font-size: 16pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: Calibri;">-Ma, ¿Por qué somos pobres?- le pregunté.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt;">
<span style="font-size: 16pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: Calibri;">Yo me acuerdo del día ese que estábamos esperando para entrar al médico. Mi mama tejía (es decir, esperaba) y vino un señor, “un milico”, como supe después, y le dijo “no teja”. Mi mama no dijo nada pero luego e la calle hablo sola. Dijo: -pendejo e mierda, muerto de hambre. Venía tan enojada que no me atreví a preguntarle por qué no lo puteo al hombre, por que no se puede tejer. Pero intuía que era porque éramos pobres porque cada vez que algo “no se podía” era por esa razón. No sé qué vericuetos o andurriales habrá recorrido esta idea en mi cabeza pero cuando llegamos a casa y a mi mama se le había ido un poco el enojo le pegunte: -¿Ma, cuánto vale una limusina? Se rieron tanto que mi interrogante pasó a formar parte del repertorio anecdótico familiar.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;">
<span style="font-size: 16pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: Calibri;">-Tu mama a gatas sabe lo que vale la chiquizuela- dijo mi viejo.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;">
<span style="font-size: 16pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: Calibri;">Ahora, con Alfonsín, mi mamá podía tejer en la espera del consultorio del doctor y hablar con otras mujeres. Y ella me parecía la más inteligente. Se hablaba mucho del Plan Austral y mi mama lo defendía y lo criticaba a Alfonsín. Por ahí decía “Yo no sé lo que quieren inventar” o si no “Bue, por lo menos este se da cuenta de que estamos en culo del mundo”. (Y “Austral” significo para mi, desde entonces, remoto, ignoto). “La plata no tiene que cambiar de nombre sino de bolsillo”. Pero lo quería, y para mí eso era suficiente, el presidente Alfonsín era bueno, mi mamá lo quería y se le notaba que era bueno cuando hablaba.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;">
<span style="font-size: 16pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: Calibri;">Hubo un programa de televisión que se miraba en todas las casas. Era la trasmisión del juicio a la Junta Militar. A mi mama le daba bronca que mostraran el juicio por la tele: “Por que gastan guita y tiempo en ese teatro y no los fusilan en un paredón como hicieron ellos” o “Esta trasmisión es para que los giles crean que hacen justicia aplastando el culo delante del televisor”. Y lo que más bronca me daba era cuando decía ¿”Vos te creés que éstos van a ir presos”? pero no se perdía detalle del juicio. A mí me daba bronca porque no entendía la ambigüedad de su amor. Yo había decidido quererlo a Alfonsín y necesitaba que él fuera bueno para poder quererlo sin obstáculos, incondicionalmente, como se ama de niño.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;">
<span style="font-size: 16pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: Calibri;">Mi mama decía que trasladar la capital a Viedma era una idea “progresista” y agregaba “¿Vos te crees que lo van a dejar?” Porque Alfonsín, el bueno, tenía sus antagonistas. Cuando Alfonsín no podía hacer algo era por culpa de sus grandes, invisibles, inasibles enemigos: los Grandes Capitales. (A ese antihéroe abstracto culpable de tantos males yo me lo imaginaba como “el monstruo grande que pisa fuerte” de la canción).<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;">
<span style="font-size: 16pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: Calibri;">Y nunca deje de quererlo. Cuando pasábamos por la humillación de ir a buscar la caja P.A.N. mi mama nunca le echaba la culpa a Alfonsín. Decía que mi viejo era un vago, que no tenía iniciativa para nada. A lo sumo la oía decir que el problema de Alfonsín era que era muy blando con los Grandes Capitales.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;">
<span style="font-size: 16pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: Calibri;">Poco a poco la gente lo dejo de querer al presidente y ya no causaba tanta gracia cuando me preguntaban que quería ser y yo decía “presidente como Alfonsín”.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;">
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<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;">
<span style="font-size: 16pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: Calibri;">Un día, en un micro escolar que nos llevaba a la colonia de vacaciones en las piletas de Ezeiza, los pibes empezaron a cantar “Perón, Perón, que grande sos, mi general cuanto vales”. Yo me junte con unas amigas para hacerle la contra a los varones y les enseñe a cantar “La J.R. nació en los barrios con Irigoyen y con Alem, la J.P. en Campo de Mayo y de la mano de un coronel”. Pero la celadora del micro me reto y dijo que yo estaba yendo a la colonia gracias a Perón. Ese día cuando el micro nos dejo en el lugar de siempre, supe que aquello era una Unidad Básica y que todos eran peronistas.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;">
<span style="font-size: 16pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: Calibri;">Con la vertiginosa inflación se hacía cada día mas difícil decir sin temor a insultos “Soy Radical, quiero ser presidente”. Pero la culpa de todo para mí siempre fue de los Grandes Capitales y me daba bronca que creyeran que Alfonsín era un ladrón.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;">
<span style="font-size: 16pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: Calibri;">Cuando termine 7º grado yo quería ser maestra pero el único Normal Nacional que había en la zona quedaba muy lejos y como era mucha la demanda se tomaba examen solo a aquellos alumnos que vivieran dentro de un radio cercano al establecimiento. En definitiva, mi humilde deseo de ser maestra, (primer escalón en mi camino a la Presidencia de la Nación) se tornaba lejano, inalcanzable. Pero Alfonsín dijo que la educación tenía que ser igualadora social por excelencia e instituyó un sistema de sorteos.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;">
<span style="font-size: 16pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: Calibri;">Y la suerte quiso que en el Normal Nacional Rosario Vera Peñaloza yo empezara a comprender por que éramos pobres.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;">
<span style="font-size: 16pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: Calibri;">Nunca falto la profesora mal nacida que se quejaba del “rejunte” sin darse cuente de que en ese rejunte estaba yo, chica pobre, futura Presidenta de la Nación.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;">
<span style="font-size: 16pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: Calibri;">Ese mismo año la situación se había hecho insostenible, la crisis estallo, Alfonsín se fue de la Casa Rosada en medio de los insultos e injurias de aquellos que lo habían seguido en las horas de gloria. Yo tenía trece años en el ’89 y en mi primer rateada del colegio me fui a un Comité Radical. Me atendió un viejito solitario que al principio no me entendió bien pero cuando le dije que quería que me llenaran una ficha de afiliación se rió de buena gana y me dijo: -“¿Y a quien salió radicheta mi’ja?”. Pero no esperó respuesta y comenzó a narrar vida y obra de Leandro Alem. Que iba a saber yo los sinsabores y las desilusiones que vendrían luego. Cuando comprendí lo lejos que estaba, no solo de la Presidencia de la Nación, sino de la presidencia de lo que fuera.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;">
<span style="font-size: 16pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: Calibri;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>El viejo del comité volvió con el mate preparado y repitió su pregunta: -“¿Y a quién salió radicheta mi´ja?”<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt;">
<span style="font-size: 16pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: Calibri;">-Desde el `83 yo siempre quise ser presidente…empecé a contestarle.
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhw1EHlqrNlhCZSxvqYSUcAjxB7x5iLp0MSwwWXLk-T9Te2ClVeC56zHqomBAYXg5yScPV79CaiWlpykTI0sc8-WlZsZUVhEGtD0HiByNpoaj4kWULfNW9QENxBsFiB4GNZWraXgjicyds/s1600/raul-alfonsin.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" closure_lm_157870="null" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhw1EHlqrNlhCZSxvqYSUcAjxB7x5iLp0MSwwWXLk-T9Te2ClVeC56zHqomBAYXg5yScPV79CaiWlpykTI0sc8-WlZsZUVhEGtD0HiByNpoaj4kWULfNW9QENxBsFiB4GNZWraXgjicyds/s1600/raul-alfonsin.jpg" height="320" uta="true" width="216" /></a></div>
<o:p></o:p></span></span></div>
Las cosas del quererhttp://www.blogger.com/profile/00649409431389583407noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8273186325140557176.post-837733260260494562014-04-05T08:06:00.000-07:002014-04-06T06:04:44.203-07:00Una vez vi a Michael Jackson vomitando.<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt;">
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<iframe allowfullscreen='allowfullscreen' webkitallowfullscreen='webkitallowfullscreen' mozallowfullscreen='mozallowfullscreen' width='320' height='266' src='https://www.blogger.com/video.g?token=AD6v5dzaC7iZ2Vhl6ES_6cIJsGeZqzQFdPD-L5tZPGjD13m4s5UZGgXaQrKLe31XB4JnFh8kV-ztjO-Q8m-PNUfzTQ' class='b-hbp-video b-uploaded' frameborder='0'></iframe></div>
<span style="font-family: Calibri;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Una vez vi de refilón una foto de Michael Jackson vomitando y me quedé pensando en el por qué de semejante descortesía. <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>La fotografía, que circula aún por la red, fue difundida más que nada por los propios Fans del personaje. Barthes, en sus <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Mitologías</i>, ya había hecho el análisis minucioso de los objetos culturales privilegiados y también marginales del público burgués y explicado con acierto los modos de representación propios del capitalismo: el detergente, el vino, las papas fritas, el corte de pelo de los santos, la transpiración y su lugar en el teatro burgués contemporáneo. <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Dice que en la mayoría de las representaciones teatrales de autores jóvenes obligan de algún modo al actor a la expulsión visible de fluidos tangibles, llantos, mocos y transpiración porque son necesarios para que el público burgués sienta que gastó bien su dinero pagando la entrada. <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Lo importante de esta demostración de las secreciones de los actores es que sean visibles y cuantificables, dice Barthes. <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Por algo el elogio más usado últimamente para decir que una obra de teatro es buena es “que no tiene desperdicio”, <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>es decir, no es un desembolso de dinero injustificado.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt;">
<span style="font-family: Calibri;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span><span style="mso-spacerun: yes;"> </span><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Pero vuelvo a la foto de Jackson vomitando y me pregunto hasta dónde hemos llevado a la “estrella” con este afán del público burgués de llevarse a su casa el “aura del artista”: Michael Jackson no podía ser negro y no lo fue, no podía ser viejo y no lo fue. <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Marilin Monroe no podía engordar y no engordó. <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Los viejos se comieron el útero de Marilin y no la dejaron tener hijos, tampoco <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>podía envejecer y sin embargo es escalofriante su rostro en algunas fotografías que fueron el fetiche de toda una generación. <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>En todo caso, no es ningún secreto que Hollywood se cobró ya varias víctimas del trabajo infantil y lo sigue haciendo porque ya no nos conforma ver al cantante cantar, sino que queremos también que siga una coreografía, <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>un maquillaje, un peinado.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt;">
<span style="font-family: Calibri;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Ahora me interesa llamar la atención sobre un objeto artístico propio de la cultura posmoderna: el videoclip. Parásito de los músicos pop o populares, es un artefacto simbólico que podemos definir rápidamente en función de su duración media de cinco minutos y por lo tanto se puede decir que el videoclip es al cine lo que el cuento es a la narrativa moderna. <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>El cuento se lee de “un tirón”,<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>es decir se supone que parte de su efecto depende de su modo de ser leído y del tipo de lector que presuponen, en el caso del cuento o del videoclip, se trata en principio, de un público que no tiene tiempo para perder y para el cual el tiempo es oro, compuesto por sujetos cuyos jefes les dicen qué pueden hacer con su tiempo libre y de hecho ellos mismos le proveen al empleado de espectáculos hechos a medida de ese tiempo libre.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt;">
<span style="font-family: Calibri;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>El videoclip es fascista en la medida en que se trata de producciones complejas como catedrales góticas, en la que participan multiplicidad de artistas, artesanos<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>y expertos en tecnología cuya fachada visible es un personaje que ha pasado por un potente ojo selectivo durante “el casting”. <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>El elenco<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>que pone el rostro y la firma a estas producciones se crea para sí mismo una trayectoria supuesta como músico o cantante, una prehistoria que obture la visión de lo que realmente han hecho con él: lo han alineado, numerado, tipificado y elegido de entre miles. La estrella pop es la persona que ha sobrellevado la humillación de ser seleccionado con el dedo de algún productor. <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>El criterio de éstos, aunque parezca que su único fin es el lucro inmediato, se orienta a reforzar una idiosincrasia según la cual<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>las personas deben ser blancas, delgadas y sobre todo, eternamente jóvenes.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt;">
<span style="font-family: Calibri;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>En cuanto al volumen del físico ideal, <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>este ha variado desde los noventa cuando se imponía una delgadez casi esquelética, prueba de ello lo vemos en Madonna, kylie Minogue, Mylene Farmer, supermujeres que no comen y entrenan todo el día bajo la vigilancia de un profesional que determina el volumen muscular . <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Los rasgos de sexualidad adulta, como la maternidad, se evitan muchas veces con ayuda de un cirujano al cual se le encomienda la ardua misión de mantener por siempre a las estrellas parecidas a sí mismas cuando tenían treinta años.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt;">
<span style="font-family: Calibri;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Cirugía y ejercicios no bastan para constituir un artista a la medida de un público tan exigente, también es necesario que esta sexualidad adolescente se manifieste con su variante de relaciones isofílicas en las cuales es común besarse con personas del mismo sexo: lo hace Madonna con Britney Spears, Mylene farmer en sus presentaciones en tv también intercambia saliva con unas chicas. <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Porque se trata de representaciones respecto de por dónde hay que encaminar la energía sexual. <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>La sexualidad adulta burguesa incluye un recorrido que va de la satisfacción productiva de capital a la construcción del organismo familiar acorde a este esquema y no a la inversa.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt;">
<span style="font-family: Calibri;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>También se le suele pedir al artista que soporte cosas repulsivas, como por ejemplo, en un videoclip, Mylene farmer<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>tiene que soportar que le camine una rata por el cuello. Michael Jackson, por su parte, fue protagonista de uno de los sucesos de consumo más grandes del siglo pasado en el cual rompe las barreras de la especie humana para mostrarse como hombre lobo, me refiero al videoclip “Thriller”. Por otra parte, se puede decir que Jackson fue una de las figuras que más fielmente acató los parámetros que le imponían productores y público, pasando innumerable cantidad de veces por el quirófano y por sobre todo por los escándalos en los que <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>se insinúa que lejos de tener una libido orientada a objetos del mundo adulto, Jackson padece de un fuerte estancamiento que se traduce en serias acusaciones de pedofilia. La exigencia física a la que se lo somete incluye complicadas coreografías que debe compartir con bailarines mucho más jóvenes que él. Es penoso verlo caer extenuado en el escenario como puede verse, por ejemplo, en un homenaje por los treinta años de “Thriller” donde comparte el show con nuevas<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>estrellas de la industria veinte años más jóvenes que él. Allí mismo puede verse la tendencia a la cosificación del hombre presente en el modo en que los cuerpos se expresan mediante complicadas coreografías (Break dance) que se caracterizan por imitar los movimientos de un robot.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt;">
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<object class="BLOG_video_class" contentid="UPLOADING" height="266" id="BLOG_video-UPLOADING-0" width="320"></object></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<object class="BLOG_video_class" contentid="UPLOADING" height="266" id="BLOG_video-UPLOADING-0" width="320"></object></div>
<span style="font-family: Calibri;">Hay, también son parte del género, videoclips que denuncian en clave irónica la avidez del público. Es interesante el videoclip en el que Robin Williams (Rock DJ) inicia un baile sexual para una ronda de mujeres hermosas, exigente y abúlica. La estrella lo intenta todo, hasta un streep-tease completo, pero el público de chicas ni siquiera se inmuta, finalmente, acepta el desafío tácito y comienza a extender el streep-tease al cuerpo mismo y se arranca la piel, el corazón, los músculos, hasta convertirse en un esqueleto. Como el público caníbal de “Las ménades” de Cortázar, solo los pedazos sangrantes del artista causan satisfacción como aquellas tribus remotas en las que se practica la antropofagia, o como en los ritos cristianos donde la ingesta de la carne de Cristo representada en la hostia, implica la incorporación de la santidad del dios.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt;">
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Las cosas del quererhttp://www.blogger.com/profile/00649409431389583407noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8273186325140557176.post-64389118668214435642014-03-09T18:29:00.000-07:002014-03-09T18:29:21.775-07:00Mamá Miraglio: Especial cumple de Pablito.<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt;">
<span style="font-family: Calibri;">Mamá Miraglio: Especial cumple de PABLITO.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt;">
<span style="font-family: Calibri;">No hay relación entre el acto sexual y la procreación de un hijo. Es infinitamente desproporcionada la simpleza del coito y la complejidad del mecanismo que la naturaleza activa, que finalmente produce un ser vivo, un mamiferito de la especie humana hermoso como son los hombres y mujeres que ven la luz.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt;">
<span style="font-family: Calibri;">Me encuentro repentinamente atada a un amor loco, más aun que el que sentí de adolescente. Un amor desopilante al que a veces le llaman instinto, me hace perder por completo la repulsión que sentía por los pañales y los biberones. Un amor extraño que me hace comprender todo lo que parecía insondable, la vida, la muerte, las estrellas, la alegría por la caca.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt;">
<span style="font-family: Calibri;">Siempre escribí una cosa como poesía y me parecía aberrante: que los sentimientos se alojaran en el corazón, que el alma fuera una creación sobrevalorada de la cultura judeocristiana, que se malgastara tinta en notas estúpidas sobre puericultura, paternidad y “El ser mujer”. Sin embargo aquí me tienen, cantando mi versión de Kising a full de George Michael.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt;">
<span style="font-family: Calibri;">Cultura escritutaria.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt;">
<span style="font-family: Calibri;">Cómo no recodar los textos de Walter Ong sobre la historia<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>de la escritura y la recepción de la cultura escritutaria por parte de las culturas ágrafas ahora que Pablito me muestra otro recorrido posible para la adquisición de la escritura como tecnología.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt;">
<span style="font-family: Calibri;">Recuerdo que una de las etapas <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>de la apropiación de la escritura en nuestra infancia era el juego de tomar un lápiz y “hacer como si” escribiéramos <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>“rápido”, es decir, a la velocidad de una persona que ya maneja la motricidad necesaria para usar el código verbal escrito. Pablito hace lo mismo pero con el teclado, primero le pegaba a las teclas con toda la mano, pero ahora pulsa tecla por tecla con los deditos y lo más cómico es que “habla” mientras escribe usando largas olofrases con el tono un poco exagerado con que los grandes leemos “había una vez”. Y es que, como reza la frase atribuida a Einstein que se ha puesto de moda en las redes sociales, una vez que la inteligencia se expande ya no puede volver a su estado anterior. Porque es privativo del humano la presencia de un sistema de ayuda a la adquisición del lenguaje que cuando se estimula es irreversible, prevalece la necesidad del individuo de integrarse como sujeto de la cultura mediante el sistema de representación de las cosas.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt;">
<span style="font-family: Calibri;">En relación al lenguaje como sistema de representaciones, ya viene Lacan a explicarnos dicho mecanismo en toda su complejidad, pero mi idea es ver cómo funciona la escritura en tanto tecnología, ahora que el soporte ha cambiado radicalmente del lápiz al teclado.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt;">
<span style="font-family: Calibri;">He observado que niños muy pequeños manejan instintivamente, casi, el cursor y el teclado, Pablito no es la excepción, pero así como yo me resistía a abandonar la cultura manuscrita al tiempo que me alfabetizaba lentamente en el uso de la PC, el bebé pulsa con el índice las letras de los libros como hace con las teclas de la computadora. Aunque tiene un añito, sabe que algo del orden de lo alfabético está presente en ambos soportes: el teclado y las páginas de un libro.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt;">
<span style="font-family: Calibri;">Pero la adquisición de dicho saber recorre el camino inverso al de mi generación, pues cuando nosotros aprendimos a escribir no había nada que se interpusiera entre la escritura y el pensamiento, no sentíamos como una dificultad escribir mediante lápiz y papel. La escritura digitalizada, nos cayó como una ortopedia. Y el mismo Ong muestra ejemplos de cómo en la antigüedad el mismísimo Sócrates se resistía al uso de la tecnología escritutaria <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>alegando que atentaba contra la memoria y la imaginación del mismo modo en que nuestros padres renegaron de la tv y nosotros de la escritura informatizada. Cada vez que una madre me comenta que le restringió el uso de la PC a su hijo en señal de castigo, recuerdo la vieja anécdota de mi mamá a quien castigaban obligándola a cerrar el libro, apagar la luz y dormirse de una vez.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt;">
<span style="font-family: Calibri;">No estoy haciendo una defensa a raja tabla del uso de los más recientes chiches de la tecnología y la ingeniería en comunicaciones, los cuales vienen a cumplir un rol muy complejo en la sociedad posindustrial, simplemente <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>pienso que el matete de lo que llamamos informática debe ser desenmarañado: </span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt;">
<span style="font-family: Calibri;">Esclarecer las diferencias entre usuario y productor de los sistemas de tecnología en comunicación, dado que la alfabetización escolar, en ese sentido, solo asume la posición de formadores de usuarios, consumidores, en tanto que los productores, es decir, la elite que conoce el mecanismo detrás de la pantallita de colores, permanece en un raro estado dual de ocultamiento y exposición. Así como del hueso se deduce el dinosaurio, de la existencia de estas tecnologías se deriva que han de existir grandes centros de estudios y de capitalización del saber capaces de producir un sistema binario, el soporte digital, la puesta en funcionamiento de satélites orbitantes.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt;">
<span style="font-family: Calibri;">Como ya lo hizo notar el recientemente fallecido escritor de ciencia ficción, Bradbury, en el cuento “El cohete”, la posibilidad de viajar a la luna existe, pero no los pobres quienes siguen soñando con viajar algún día, viviendo entre la chatarra de los cohetes, es decir, la tecnología a secas permite los viajes, pero la sociedad sigue sin resolver el problema de la equidad en la repartija de capitales económicos y culturales. Como ya habrán podido suponer, lo lamentable es que el acceso al conocimiento que permite la producción de tales maravillas, nos es cuidadosamente vedado por los grandes centros del saber relegándonos al papel de usuarios.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt;">
<span style="font-family: Calibri;">Bueno, pienso entre mi, pero si bien el gran productor de lápices, el señor Faber Castel, se hizo rico, digamos que tampoco se le atribuye la construcción de un imperio. La escritura como tecnología del manuscrito aun otorgaba cierta libertad, y muy relativa a los efectos del complejo fenómeno de la comunicación masiva, por cierto, porque exigía determinado estilo y formatos propios. Gracias a ello existe la evolución de la lengua, el devenir del público lector y los cambios en los modos de interpretar “lo manuscrito”. La escritura en su versión digitalizada, en cambio, trae consigo la teoría aplicada de lo que Batín llamó géneros discursivos y la utiliza para aplicar los formatos a sus sistemas de manera tal que el usuario es suavemente atado y sujetado a determinados modos de escribir. Esto lo pone bien claro, por ejemplo la novela Guan chu fak: una conversación de “chat” vulgar y “mal hablada” se cuela en la vida de su hermana de mayor alcurnia, la novela, símbolo máximo del intento moderno de dominar<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>el mundo. Hasta aquí, uno de los tantos ejemplos de apropiación de la escritura como tecnología.</span></div>
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Las cosas del quererhttp://www.blogger.com/profile/00649409431389583407noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-8273186325140557176.post-78582486740578982752014-03-03T09:38:00.001-08:002014-03-03T09:38:25.341-08:00El arreglo.<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt; tab-stops: 122.7pt;">
<span style="font-family: Calibri;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Todas las luces de la casa estaban encendidas como cuando ocurre algo fuera de lo común. El service se instaló con su caja de herramientas en la mesa del comedor, sus movimientos parecían en cámara lenta. Por fin trajeron la tele, El Padre la manipulaba con la delicadeza con que tomaba en brazos algún niño enfermo. Era la hora de salir al patio pero ninguno quería perderse las operaciones del señor<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>de la tele y aunque Doña Rosita los espantaba con un repasador, como a moscas, todos encontraban un sitio en torno a la mesa. Es difícil suponer que aquel hombre, el service, advirtiese que nunca antes ni nunca después de aquel día su rostro habría sido estudiado con tanto detalle como en ese momento en que veintipico de miradas se posaban en su cara, en sus gestos, en la mas mínima alteración del ritmo respiratorio. Uno de los chicos por primera vez estaba advirtiendo que la gente grande tiene pelos en la nariz. Otro calculaba, in mente, la edad del hombre y le pareció viejísimo. La cara del hombre acompañaba bastante bien el mágico oficio que profesaba, porque era roja, rosa, con cejas y bigote blanco, parecía abuelo del Albino, pero un súper abuelo, porque el Albino era bien chiquito y apocado. <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Por la nariz encarnada y las manos temblorosas, El Padre pensó: alcohólico. Pero lo pensó sin prejuicios, como quien descubre si alguien es legalmente casado o soltero por el anillo. Doña Rosita también sacaba conclusiones mientras se paseaba con el plumero justo por ahí, aunque en la cocina estaban meta charla.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt; tab-stops: 122.7pt;">
<span style="font-family: Calibri;">El service quitó, con gran esfuerzo contenido, los tornillos del aparato y gracias a un movimiento seco y preciso, quedaron al descubierto los misterios jamás indagados detrás de la maternal pantalla. Al tubo algunos lo conocían ya de vista, pero algunos lo conocían por nombre nomás y otros ni eso. El Zarpa hizo un gesto señalando al Albino por el parecido obvio, pero nadie le prestó atención, primero porque de tan evidente el chiste no causaba gracia, y segundo porque, en todo caso, ya habría tiempo de sobra luego, para <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>joder a sus anchas. Algo es cierto, sin embargo, y es que rápido y<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>efímero como un rayo pasó por la mente de Doña Rosita que ése tranquilamente podía ser El padre o el abuelo del pobre Albinito. Un chicle pegado al piso la llevó por otros pensamientos. El padre estaba <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>perdiendo autoridad, ese chicle era la prueba irrefutable.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt; tab-stops: 122.7pt;">
<span style="font-family: Calibri;">De dónde venía y hacia dónde iba el sistema de ideas según el cual ellos eran una familia en cuyo seno se alimentaba la bondad y sobre todo la castidad, ella no tenía ni idea. Le causaba muy poca gracia consagrar su vida a esta familia que la ataba como propia pero era del aire, del gobierno, o peor aún, del estado. En los años mozos de su vida, había fantaseado tanto con tener algo con El Padre, que rechazó a las apuradas a un candidato cierto, albañil y buen mozo. Jamás hubiera sospechado, ni entonces ni nunca, que el Padre pertenecía a otra clase social de cierta insignificante alcurnia de literatos sin dinero pero lejana, es cierto, al charco al costado del cual se crió la tal Doña Rosita, niña moza en sus años juveniles, actual mujerona espectral, que parecía enferma por lo delgada y amarilla, pero estaba más sana y fuerte que un roble. Acostumbrado y sin fatiga sojuzgado por los refinados perfumes de su madre, al halo de misterio de las noches<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>de pelea literaria con bebidas nada austeras<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>y hasta con hierbas, con la idea de estar cambiando algo del mundo mediante tales acciones, para El Padre, Doña Rosita nunca había pasado de ser lo que era, una celadora , un ordenanza, como la cocinera, que<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>en la casa de la madre del Padre también había mujeres de servicio y no admitió nunca el olor de los vapores culinarios fuera del plato.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt; tab-stops: 122.7pt;">
<span style="font-family: Calibri;">Indiscreta, causa de la vergüenza ajena del Padre, la señora Directora preguntó<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>al hombre de la tele si gustaba quedarse a comer, lo cual rompió el hechizo por completo. Cualquier actividad cotidiana y normal, parecía superflua<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>justo ahora. Comer, bañarse, hasta ir al baño incluso, era una locura. Juancho pensó algo que jamás se le hubiera ocurrido antes: si <span style="color: red;">los</span> grandes no pueden mirar tele, ¿para qué viven? El hombre había hecho el primer milagro y fue que ningún hocico se movió de allí, rumbo a la cocina, el olor a verduras cocidas y fritanga no les llegó al estómago. La cocinera comprendió todo en un<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>solo pensamiento y alzó los hombros. Doña Rosita pensó que el service les pareció un mago, por falta de diversiones regulares. La directora también lo pensó pero su deber era la educación,<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>no el esparcimiento. Ni en pesadillas hubiera admitido semejante infancia para sus propios hijos, pero el tamaño de la infamia era tan grande que<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>parecía invisible, como disuelta en la atmósfera.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt; tab-stops: 122.7pt;">
<span style="font-family: Calibri;">Lo mejor estaba por comenzar: cuando sonó la campana y todos se trasladaron al comedor iluminado con la luz lechosa de los paneles transparentes. El día era tormentoso, por cierto. El hombre de la tele tenía un abrigo negro de grueso paño, gorro y una llamativa bufanda roja. Tenía el pelo bastante largo y<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>alborotado, realmente contrastaba con la figurilla oscura del Padre. La señorita Directora, El Padre y Doña Rosita, hicieron el honor de sentar al<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>hombre a su lado. Estaban todos tomando la sopa sobre el gran mantel a cuadros verdes, en silencio y ya se sentía el olor a estofado, el plato principal, cuando ocurrió algo de lo más inesperado y fue que el hombre largó una carcajada de Papá Noel y dijo que no tenía una idea muy alegre de lo que <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>era un orfanato, pero, este hogar… ¡Faltan las antorchas de fuego y los encapuchados, che!<span style="mso-spacerun: yes;"> </span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt; tab-stops: 122.7pt;">
<span style="font-family: Calibri;">El Padre se rió condescendiente pero sin ganas, Doña Rosita se rió porque el Padre se rió, pero la Directora lo fulminó con la mirada, o intentó hacerlo, porque el hombre de la tele era inmune a las caras significativas.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt; tab-stops: 122.7pt;">
<span style="font-family: Calibri;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Le hicieron preguntas sobre el pronóstico de la tele averiada, el hombre aprovechó el turno de ejercer su cuota de poder y dijo “según”. Ni el más avivado de los chicos estaba en condiciones de saber lo incierto, lo evasivo de la respuesta “según”. Pero no la cuestionaban porque era lo que les respondían los grandes la mayor parte del tiempo. Antes de terminar el almuerzo, el hombre descubrió, paseando la mirada por las paredes, que había una guitarra y unas panderetas. Pero la guitarra tenía solo tres cuerdas así que el service se conformó con las panderetas y, mientras las mucamas y La Rosita<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>levantaban la mesa, ocurrió un prodigio: con las panderetas el service<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>cantó canciones viejas y nuevas, todas divertidas:” Los chicos que comen moco son pocos, son pocos.” Cantó paso doble, “Porqué no te casas niño dicen por los callejones. Yo estoy compuesto y sin novia, porque tengo mis razones” y Cantó cantos de esclavos: “Pan alivio pan alivio, hambre, hambre.” “Quiero me casar, ya no sé con quién-cásate con el carpintero que ése a ti sí te convén-y ese carpintero a mí no me cumven, carpintero corta madera puede cortarme a mí también”. Los chiquitos hacían palmas y los pibes usaban la mesa de tambor. <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Todas las canciones eran divertidas y el service tenía un vozarrón de trueno.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt; tab-stops: 122.7pt;">
<span style="font-family: Calibri;">La directora dio orden de retirarnos al patio para que el hombre pudiera trabajar tranquilo, pero lentamente, se fueron acercando uno a uno otra vez a la mesa del comedor. Mientras el service examinaba la tele, los chicos veían que hacía gestos de disgusto y hasta se escuchó ¡Qué lo parió, che!”, momento en que El Padre nos obligó a salir y cerró la mampara<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>que comunica el comedor con el patio. Dos de los más grandes, el Coco y Pablito, se subieron al entrepiso y escuchaban apenas lo que hablaban, el hombre permanecía tranquilo, pero hacía que no con la cabeza y se escuchaba que decía que era hora de pensar en una tele nueva <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>porque ésta ya no tenía repuestos y no valía la pena arreglarla. El padre se ofendió por el comentario porque la tele la donó <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>justamente él, cuando la cambió por una mejor, por supuesto, y lo obligó a armar de nuevo la vieja tele, única evasión de los muchachines.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt; tab-stops: 122.7pt;">
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<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt; tab-stops: 122.7pt;">
<span style="font-family: Calibri;">A pesar del certificado de defunción, el service estaba de buen humor y se reía a carcajadas de sus propios chistes. El Padre y La Rosita estaban con cara de preocupados.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt; tab-stops: 122.7pt;">
<span style="font-family: Calibri;">Esa noche, El Padre se quedó despierto hasta la madrugada buscando teles usadas en Mercado Libre. Había buenas oportunidades, pero como estaban las cosas, había que pensar en algún recorte- las venas, porque ya no se podía recortar más nada-, había que pensar en algún aporte extra, para colmo la madre hubiera donado cualquier libro o enciclopedia, pero estaba totalmente en contra de la tele por<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>buenas razones pero que solo tenían sentido en otro mundo, no en éste, donde vivían los chicos del<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>pequeño hogar La Sagrada Familia, resabio de épocas mejores de la parroquia de la pequeña ciudad. Dios proveerá, pensó La Rosita y se durmió.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt; tab-stops: 122.7pt;">
<span style="font-family: Calibri;">En el cuarto de los chicos, por el contrario, reinaba la agitación y se tejían miles de conjeturas: si es el tubo, sonamos, porque no tiene arreglo. En una de esas, la directora consigue alguna tele donada…para colmo mañana daban el último capítulo de Los simuladores. Los más chiquitos estaban tristes o con ganas de llorar pero no por la tele en sí, por cosas que ni ellos sabían, como<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>un miedo a pasar frío o hambre. Los<span style="mso-spacerun: yes;"> </span><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>grandes, Pablito, El Zapa, Coco y el Albino, ya no miraban tanto la tele últimamente, pero era asunto de ellos al fin y<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>al cabo, en esa familia con subsidio del estado. Cuando los más chicos se fueron durmiendo, hablaron de plata: había como para una tele robada. Del barrio, se entiende. Coco tenía un hermano mayor que salió de ahí y que lo visitaba en fechas más o menos regulares, era cuestión de darle la plata y en una semana ya se podía tener tele nueva. Se fumaron un porro y se fueron a dormir.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt; tab-stops: 122.7pt;">
<span style="font-family: Calibri;">Por supuesto, como presagio, esa noche todos tuvieron sueños muy intensos: el Albino soñó que al hermano del Coco lo metían preso de nuevo por culpa de la tele, hasta soñó que le rogaba al Coco, no, mejor dejá, por favor…</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt; tab-stops: 122.7pt;">
<span style="font-family: Calibri;">Pero aun así el problema de los más chicos no estaba resuelto: el último capítulo de Los simuladores era mañana.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt; tab-stops: 122.7pt;">
<span style="font-family: Calibri;">El pequeño hogar La Sagrada Familia era el anexo de la parroquia de Los Pinos, un barrio del conurbano con calles de tierra y potreritos en las esquinas pero muy, muy poblado, como todo lugar al borde de las ciudades, así que sería erróneo imaginarse los Pinos como lo que realmente era, un sitio atrasado con pelotas de abrojo corriendo por las calles. Esa sería una buena metáfora de lo que era a nivel sociocultural, pero la verdad es que los jóvenes, adeptos al bullicio, no podían estar más a gusto ahí: había bailes, bares, conventillos con patios también pobladísimos y casas de tres pisos. En casi todas las esquinas, los hijos mayores de las familias hacinadas en cuartuchos, buscaban el aire de la tarde y la cerveza lo único que, mezclado con pastillas, podía suavizar la fealdad de las calles embarradas y llenas de basura.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt; tab-stops: 122.7pt;">
<span style="font-family: Calibri;">Los mayores del hogar hacían sus<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>escapadas, pero más que nada para ver chicas: aun las más bonitas se prestaban al diálogo piadoso con los huerfanitos: eso decía el Albino, que era el más feo, casi un monstruo a esa edad en que hasta la más linda jovencita se siente fea.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt; tab-stops: 122.7pt;">
<span style="font-family: Calibri;">A pesar de que los celulares estaban prohibidos, se aceptaba que los grandes tuvieran el suyo, en esa época era posible inventarse una vida en la web y todos estaban registrados en sitios de internet, redes sociales, salas de chat y todo lo que puede distraer hoy a un chico de doce. Gracias al Google, muchos habían viajado bastante y no perdían tanto tiempo en pornografía como se cree, aunque estaba todo a un clic. Tener un perfil era distinto porque permitía, mediante unas sencillas operaciones de recorte, montar una realidad un poco mejor que la realidad a secas, sin retoques. A ninguno se le hubiera ocurrido decir en su información personal que era huérfano, o lo que es peor, separado de sus padres por orden de un juez. Además, todos mentían con la edad, aunque en las fotos se hiciera evidente que ninguno pasaba de los dieciocho. EL zapa ya había tenido un encuentro a ciegas con una chica que conoció en el chat, aunque algo siniestro habrá ocurrido porque mucho no quiso contar siendo que a él le encantan los detalles</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt; tab-stops: 122.7pt;">
<span style="font-family: Calibri;">Otra cosa que puede parecer rara es que muchos se habían leído ya la humilde biblioteca de la parroquia: se sabía quién era Neruda, Poe y Márquez. Antes de la internet, chiquitos ellos, hicieron la travesura de leer un libro que olvidarían casi hasta la vejez “El diablo en el cuerpo” que evidentemente eligieron por el prometedor título aunque de erótico, al final, mucho no tenía. Habían leído a Stevenson, London, Verne y las novelas clásicas del siglo diecinueve, porque los domingos con lluvia, también había lluvia en los canales de la tele y era mejor apartarse a la cucheta con un libro y una galleta. Lo de fumarse el último y echarse a mirar la lluvia, era un suicidio del que se volvía con<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>lectura y <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>televisión.</span></div>
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<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt; tab-stops: 122.7pt;">
<span style="font-family: Calibri;">Al día siguiente, bien temprano, como todos los días, el Padre ofició la misa con las puertas abiertas a la comunidad. La tal comunidad era un grupo de viejas locas toca santos que compite entre ellas a ver quién es más constante y obsecuente con el Padre, quien por otra parte las detesta y las soporta por las magras donaciones que las viejas esposas de pequeños y medianos cargadores aportan para afinar el piano, pintar las fachadas, comprar flores, y demás detalles que hacían al sostén de la parroquia como entidad. En cuanto a su función de hogar…bueno, había toda una teoría sociológica al respecto detrás del mate cosido propio del lugar.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt; tab-stops: 122.7pt;">
<span style="font-family: Calibri;">Después del oficio pasamos al comedor a desayunar y en eso se oyen fuertes palmadas: era el señor de la tele, se supo de inmediato por la bufanda roja que se traslucía por la mampara que separa al comedor de la entrada. Pero no fueron tan cordiales como el día anterior y lo atendieron a las apuradas allí mismo, como a propósito, como quitándoles a los audaces el deseo de decirle al hombre de la tele que por favor haga algo. Algo como qué, esa era la pregunta. Los grandes lo pensaron, acortar trámites y pedirle al hombre que les venda una tele usada, por ejemplo.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt; tab-stops: 122.7pt;">
<span style="font-family: Calibri;">Al parecer, el hombre se había olvidado algo y ese algo quizás fuera un paraguas porque allí mismo lo despacharon al jovial service. Pero no pasó ni un minuto de que el hombre quedara para siempre flotando en el aire, cuando sonó el timbre otra vez. Esta vez El Padre ni se asomó y salió La Rosita a atender: el segundo milagro del service estaba allí, una hermosa tele nueva o usada pero nueva había sido abandonada en la puerta. No era una tele así nomás, era de las más nuevas con pantalla de alta definición y súper plana, también se podía conectar a la computadora para usarse como monitor. En cuanto a las dimensiones, eran definitivamente enormes: parecía la tele de un multimillonario.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt; tab-stops: 122.7pt;">
<span style="font-family: Calibri;">La Directora no dejó que los más chicos festejaran y envió la tele a la comisaría a ver si había alguna denuncia por robo de ese aparato y ordenó que la dejaran ahí hasta que su verdadero dueño apareciera a reclamarla. Allá se fue La Rosita medio endomingada con Pablito a la comisaría y al rato vinieron en patrullero y con la tele de nuevo. El oficial habló con El Padre y le dijo que era obvio que se trataba de una donación porque al dorso de la pantalla estaban las señas del dueño al cual llamaron por el teléfono que allí figuraba y resultó ser del service nomás. Pensar en devolvérsela era comprometedor porque ya se había difundido el chisme en el barrio y todos estaban al tanto de la donación, de hecho, el panadero también se acordó de ser bueno y mandó pan y facturas. El carnicero ofició el tercer milagro y donó un asado para el próximo domingo. La Directora se fijó, y efectivamente, en el dorso de la tele había un calco con el nombre y el número del service, pero, contra toda costumbre, La Directora no lo llamó para agradecerle y prefirió creer que la tele era el producto de algún chanchullo deshonesto para no asumir su propia mezquindad porque con una rifa, por ejemplo, los chicos podrían haber tenido esa tele sin necesidad de que viniera un extraño de afuera a regalarles nada, que al fin y al cabo éstos son los niños pobres de ésta parroquia <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>y de la parroquia deben surgir la voluntad y los medios para seguir adelante.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt; tab-stops: 122.7pt;">
<span style="font-family: Calibri;">A la noche, los pibes grandes se escaparon al baile y aunque era medio tarde, las diez, se fueron fumando hasta la casa del service a darle las gracias <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>y juran los que estaban que encontraron la calle, la casa , el cartel, la luz prendida, y adentro, a trasluz de una gran ventana, se veía <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>al hombre de bufanda roja trabajando con la espalda semiencorbada y les pareció mentira ver que el hombre era un pobre y hasta miserable trabajador y no una aparición fantasmagórica como tendría que haber sido, la verdad.</span></div>
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Las cosas del quererhttp://www.blogger.com/profile/00649409431389583407noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8273186325140557176.post-27231900454174814872014-02-22T05:17:00.000-08:002014-02-22T05:17:49.182-08:00La casa de Laura Perdriel.<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt;">
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<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt;">
<span style="font-family: Calibri;"><span lang="ES-AR">La casa de Laura Perdriel.</span><span lang="ES-AR" style="font-size: 14pt; line-height: 115%;"><o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt;">
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<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt;">
<span lang="ES-AR" style="font-size: 14pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: Calibri;">La fiesta en casa de Laura Perdriel se prolongó más de lo esperado y la tormenta arreciaba por lo que se hizo imposible conseguir un remís.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt;">
<span lang="ES-AR" style="font-size: 14pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: Calibri;">El cumpleaños infantil devino en sesuda sobremesa de pensadores menores y altisonantes. La cerveza y otras hierbas hicieron el resto. Dado que habíamos comido y bebido a rabiar, nos opusimos sin demasiada energía y aceptamos una incómoda cama improvisada.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt;">
<span lang="ES-AR" style="font-size: 14pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: Calibri;">Mientras me dormía pensaba en estas legendarias paredes donde había vivido mis imaginaciones de adolescente. El ruido de la lluvia sobre las tejas era envolvente como el arrorró.Todo era acogedor después del periplo de colectivos y trenes que transitamos hasta la casa de tejas venecianas de ese barrio perdido en la época dorada de Perón<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt;">
<span lang="ES-AR" style="font-size: 14pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: Calibri;">La casa queda en un pasaje no conduce hacia ninguna parte. Penetré en la vida de varias familias de clase media en ese pasaje y vi como era vivir mejor. Yo nunca había visto muebles de madera tallada, con volutas decorativas e innecesarias, los empapelados señoriales, las arañas pendientes sobre la mesa del comedor. El suelo de mármol vestido con hermosos tapetes made in china. Todo era un poco grandilocuente teniendo en cuenta que la familia apenas tenía recursos para comer. Sin embargo todos los objetos de uso diario tenían (tienen) algo bello: las cucharas ostentaban trabajos maravillosos en bajorrelieve. Los estantes atiborrados de ediciones de lujo tenían columnas con figuras talladas. Los sillones estaban un poco sucios, pero eran de <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>brocado dorado, y para mí, acostumbrada a los muebles de austera forma, de pino, la casa era mi ideal de hogar cuando teníamos quince años y fumábamos en el living como grandes señoras. Sin embargo dos cosas de la casa me desagradaban: El cuarto de baño, habitación tomada por cucarachas impudorosas, y el pabellón anexo a la casa donde dormía Patricio, el hermano siempre enfermo a la espera de un trasplante. Era el único cuarto al que jamás entré, pero de solo aproximarme al pasillo me invadía el vapor enfermo del que vive entre sueros y pañales, postrado, en la flor de la edad. <o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt;">
<span lang="ES-AR" style="font-size: 14pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: Calibri;">El reencuentro después de veinte años fue consecuencia de la nueva manía de buscar gente de antaño en la web. Y aunque siento una natural nausea hacia todo tipo de “reencuentro con ex compañeros de lo que sea”, no pude resistirme a Laura, madre ya, mujer que en otro tiempo me sacó de la marginalidad oscura en que me tenían el resto de mis compañeras, casi todas altas y rubias. El insulto en el que más concentraban su odio era “Bolita” o “Boliviana”. A Lali, así la llamábamos cariñosamente, la discriminaban simplemente porque su padre, pequeño comerciante y gran filatelista, se había declarado en quiebra. No supe sino en la universidad lo estigmatizarte que es para los pequeños y medianos cagadores haber administrado mal el capital.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt;">
<span lang="ES-AR" style="font-size: 14pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: Calibri;">Patricio me amaba, todos lo sabían y eso era una carga para mí, porque durante algunos años yo era invisible para el resto de los chicos de la pandilla. Por humilde que sea una historia de amor, siempre causa una curiosidad telenovelesca saber qué se dijeron, cómo fue aquello.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt;">
<span lang="ES-AR" style="font-size: 14pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: Calibri;">Bueno. A pesar del trato hostil de Patricio, teníamos un gusto raro en común: nos gustaba el cine erótico-bizarro; aunque yo jamás había cogido y él mucho menos. Mirábamos nuestros hallazgos con atención y comentábamos cosas graciosas y serias como críticos expertos. Los sábados por la noche cada vez había más público en el living de Laura Perdriel. Vanesa, Laura y demás, hacían siempre el mismo y único comentario de las películas: “Qué asco”.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt;">
<span lang="ES-AR" style="font-size: 14pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: Calibri;">Se iban a la biblioteca a jugar a las cartas, porque eran adolescentes de verdad y les asustaba un poco ver el coito en presencia de otros chicos. Yo era simplemente un pequeño monstruo en ciernes, triste en la soledad de mis deseos prematuros. Ahora que soy adulta comprendo que los varones quizás estaban incómodos, pero yo también era niña y no sabía que el miedo puede ser altisonante.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt;">
<span lang="ES-AR" style="font-size: 14pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: Calibri;">Los pibes fumaban sin parar y se reían nerviosos o por ahí quedaban en silencio, atentos a la trama.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt;">
<span lang="ES-AR" style="font-size: 14pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: Calibri;">El pequeño taller de cine casi siempre tenía final triste: todos a sus camas, a sus casas a masturbarse, echados a los gritos pelados del pelado señor Perdriel, que solo pretendía dormir en paz en su cuarto mientras media docena (a veces el doble) de adolescentes estaban recibiendo su formación sexual como quien comete un crimen, rebuscándoselas con películas eróticas para aprender algo y no pasar calor en la vida real, en el debut.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt;">
<span lang="ES-AR" style="font-size: 14pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: Calibri;">Yo había inventado dos juegos que me costaron el mote de “trola” entre las otras chicas. El primero que me acuerdo era con cartas y se llamaba “El tocador y el tocado”. Después de varios inviernos jugando al truco, todos aceptaron el juego, menos las chicas.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt;">
<span lang="ES-AR" style="font-size: 14pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: Calibri;">Quedé con Patricio, Javier y Adrián. Una carta definía la zona a tocar. Otra, (el diez de basto) <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>quien era el tocador y la última quien seria “el tocado”.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Yo les tocaba el pene por encima del jean y ellos las tetas sobre el corpiño armado con escudos de alambre y plush. También había besos en la boca: piquitos (los más populares) y los de lengua (los menos frecuentes).<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt;">
<span lang="ES-AR" style="font-size: 14pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: Calibri;">Todos se excitaban y se reían de los nervios pero Patricio jugaba concienzudamente, serio, sin beber cerveza como todos. Parecía que las cartas nunca lo favorecían porque si el tocador y el tocado eran dos varones (las cartas, ahora me acuerdo, también lo definían) la caricia exploratoria era innecesaria, así que se traducían en patadas en el culo o <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>pago en cigarrillos, según.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt;">
<span lang="ES-AR" style="font-size: 14pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: Calibri;">Laura Perdriel y sus amigas (yo no tenía a nadie de mi lado en el juego) estaban “adelante” en la biblioteca, tomando mate, abandonando por fin la pose de bebedoras de licor de chocolate.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt;">
<span lang="ES-AR" style="font-size: 14pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: Calibri;">Como las cartas realmente estaban malditas, un pibe, “El Coto”, le cedió su derecho a tocarme los pechos (sobre el corpiño) a Patricio. El aceptó encantado y todos nos divertimos, pero en la parada de colectivo, cuando me iba, sentí un raro alivio.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt;">
<span lang="ES-AR" style="font-size: 14pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: Calibri;">Tomaba miles de precauciones cada vez que nos bañábamos en la pileta para que él no me viera semidesnuda. Fuera de esa pequeña incomodidad mi amistad con Laura era un bálsamo y las largas charlas en el banco del parque era lo más ansiado para ambas, hasta diría que corríamos aventuras para después poder contarnos cosas delirantes y reírnos como borrachas hasta el amanecer.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt;">
<span lang="ES-AR" style="font-size: 14pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: Calibri;">Me decepcioné bastante, sin embargo, de Laura, cuando supe que la ventana detrás del banquito del parque daba a la habitación de Patricio, o mejor dicho, a un anexo, un tallercito que tenía y desde el cual seguramente veía y escuchaba nuestra intimidad. Me lo imaginaba fisgoneando con su cara pelirroja y pecosa, su barbita en punta, los ojos verdes muy hundidos. Laura lo sabía todo pero casi por caridad oficiaba de acolito de su hermano. Nunca pude enojarme con él pero tampoco pude vencer la repugnancia de su voz agonizante, el silbido de su pecho, su cuerpo inválido y fétido.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt; tab-stops: 301.2pt;">
<span lang="ES-AR" style="font-size: 14pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: Calibri;">No sé si mi paulatino alejamiento se debió a la muerte de Patricio o a la dificultad de llegar al pasaje Fleming desde que me mudé tan lejos.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt; tab-stops: 301.2pt;">
<span lang="ES-AR" style="font-size: 14pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: Calibri;">Me dormía lentamente y llovía y yo era otra pero la misma, esa noche de la fiesta, los recuerdos, como el floripondio, me dejaron divagando hasta el amanecer, mi último pensamiento placentero fue “a pesar de todo, en esta habitación, el joven más bello de mis amigos, me declaro su amor”. Con la luz del día se dibujaron nuevamente las cosas, los muebles ajados y hechos para siempre que representaron la gloria de Perón. También pude distinguir un extraño movimiento en la quietud que me hizo fijar la vista en mi marido a quien le caminaban por el rostro y por el interior de la ropa horribles cucarachas marrones. Algunas tenían alas tornasoladas y se posaban en sus párpado o en su boca.Le cubrían todo el cuerpo<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt; tab-stops: 301.2pt;">
<span lang="ES-AR" style="font-size: 14pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: Calibri;">Yo lo desperté en silencio con un apretón de manos y lo miré haciéndole entender que no era conveniente gritar a pesar del asco y el espanto. Nos levantamos <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>de un salto. Con la linterna de mi teléfono alumbré el cuarto y vimos como todas (eran muchísimas) las cucarachas corrían en la misma dirección, el cuarto de Patricio.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt; tab-stops: 301.2pt;">
<span lang="ES-AR" style="font-size: 14pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: Calibri;">Nos calzamos a toda velocidad, (por suerte estábamos vestidos), juntamos solo las pertenencias que teníamos al alcance y salimos en puntillas de la casa de Laura Perdriel a quien jamás volví a ver.<o:p></o:p></span></span></div>
Las cosas del quererhttp://www.blogger.com/profile/00649409431389583407noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8273186325140557176.post-66340547311521438152012-06-06T18:38:00.000-07:002012-06-06T18:40:28.824-07:00Hospital del horror.<br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt;">
<span style="mso-spacerun: yes;"><span style="font-family: Calibri;"> </span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt;">
<span style="font-family: Calibri;">Dirección Hospital Domingo Mercante.</span></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt;">
<span style="font-family: Calibri;">Doctora Eleonora Rossi:<span style="mso-spacerun: yes;">
</span><span style="mso-spacerun: yes;"> </span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt;">
<span style="font-family: Calibri;">Me dirijo a usted, en primer lugar, para expresarle mi
agradecimiento por la paciencia y el compromiso del Doctor Diego Chimpentoledo
, del <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>jefe de guardia de internación en
pediatría y de todos aquellos que comprendieron que la salud también se
construye desde las relaciones humanas.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt;">
<span style="font-family: Calibri;">Pero formalmente le solicito que tome nota de lo que pasa en
su hospital: las cucarachas son desfachatadas, se pasean por las habitaciones
de pediatría aun durante el día, las mamaderas de las cuales se alimentaron
nuestros hijos esta semana estuvieron sin esterilizar, tampoco existe el lavado
de manos, dos de los pilares básicos de cualquier protocolo hospitalario.En
cuanto a la organización del espacio, es lamentable ver el hacinamiento en la antesala
de la guardia de pediatría donde no solo conviven adultos y niños sino también
cantidad de gente en situación de calle que ocupa los bancos en primera fila
frente a la tv mientras las madres tenemos que permanecer de pie durante horas.Entretanto,
grandes extensiones del hospital están desiertas. El personal de limpieza pasa
una especie de escobillón seco por lo que el suelo es un caldo de cultivo.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt;">
<span style="font-family: Calibri;">Por un problema burocrático de IOMA, no tengo actualizado el
carnet de la obra social razón por la cual me veo en la necesidad de asistir al
hospital público.Como docente de la provincia de Buenos Aires creo en la
educación y la salud pública y considero irresponsable cargar las tintas sobre
la falta de recursos de la provincia, porque asumir la responsabilidad de estar
al frente del hospital implica conocer las limitaciones a las cuales se está
sujeto. Así como el hecho de que la educación pública sea fuertemente
cuestionada, no me exime de enseñar, la crisis del sistema de salud de la
provincia no es excusa para no curar. Y digo curar porque vine con mi hijo por
una diarrea y le sacaron placas (muy malas también) de todo el cuerpo, pero
solo me dieron una fotocopia con la dieta a seguir…a los dos días queda
finalmente internado con bronquiolitis y me pregunto ¿Por qué pasar por alto la
relación directa entre falta de higiene, hacinamiento y contagio
intrahospitalario?</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt;">
<span style="font-family: Calibri;">Otro aspecto a considerar es el trato frente los pacientes
con enfermedades mentales a los cuales se los atiende en guardia por gente “que
se da maña” sin formación de ningún tipo en la materia por lo cual prevalece la
humillación y el maltrato físico por parte de médicos y enfermeros que actúan
según lo que vieron en <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>películas. Sin la
más mínima consideración, hace una semana, me ataron a una camilla como a una
asesina serial, cuando sólo soy una persona estresada por el malestar de su
hijo,el personal de la guardia de adultos me llenó de <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>insultos de índole discriminatorio como “negra
de mieda” o “loca psiquiátrica”. Aún persisten los hematomas, los medicuchos de
la guardia me humillaron, me retorcieron las manos, me pelliscaron las
pantorrillas y me arrancaron los aros de plata y oro que nunca más me
entregaron…tengo una infección en la oreja a causa de los tirones. Una
verdadera pesadilla que tiene que trascender de lo anecdótico , cruzar las
puertas del hospital.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt;">
<span style="font-family: Calibri;">Cualquiera con un mínimo de conocimiento de lo que son las
organizacdiones, puede ver a las claras que en la disposición del servicio de
guardia subyace una visión peyorativa de lo que es la población que asiste a su
hospital público, dado que lo primero que con que se recibe a los niños es una
puerta atrancada, tras la cual toman mate sin cesar los vigiladores que
maltratan a los pacientes ya sea con gritos ,ya sea con insultos. Usted delega
en el personal de seguridad la responsabilidad de determinar la urgencia de los
casos y hasta la pertinencia o no de haber asistido a la guardia. Varios
agentes de vigilancia fueron agredidos la semana pasada por madres cansadas de
expresiones tales como “ Que se jodan por trolas”, “la guardia está para uno
con la cabeza rota, una quebradura, no por un poco de fiebre”. Hay en el
ambiente un clima de terror hacia la gente pobre que se traduce en el tono
imperativo de enfermeras y el personal en general, parece que le temen a la
extrema pobreza que han dejado atrás <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>y la
presencia de un pobre les recuerda permanentemente que lo importante son los
pequeños privilegios de tener sueldo y trabajo fijos. ¿Con qué derecho un
médico, una enfermera, un camillero pueden castigar físicamente a los pacientes
que hacen un reclamo totalmente válido respecto de la atención? ¿Por qué los
asistentes sociales me ofrecieron pagarme un remis para ir y volver a mi casa y
a la chica de la cama de al lado, con siete chicos, ninguno escolarizado, no le
ofrecieron ni un paquete de fideos para llevarle a los hijos que según ella no
comen hace días? </span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt;">
<span style="font-family: Calibri;">En este conglomerado de irregularidades hay aspectos que
atañen directamente a la dirección del Hospital y si bien no tengo los fueros
suficientes como para marcarle sus deberes, es mi obligación como miembro de la
comunidad pedirle que revise estas cuestiones. El jefe de internación en
pediatría<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>se excusó de la inoperancia
del servicio con la frase “el 53 por ciento de la población no puede
equivocarse”…</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt;">
<span style="font-family: Calibri;">Más allá de las graves implicancias de este modo de
expresión, lo concreto es que se le miente a los pacientes cuando dicen que no
hay camas, cuando dicen que “hay retención de guardia” una expresión estrafalaria
que se traduce sencillamente como la interrupción del servicio de la guardia de
pediatría durante el mediodía, se le miente a la gente en lugar de
comprometerse con la comunidad.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt;">
<span style="font-family: Calibri;">Para terminar, quisiera obtener una respuesta en relación a
estos inconvenientes y sobre todo, quisiera que tome conocimiento de que su
personal de enfermería y de seguridad, salvo excepciones, son gente mal educada
y agresiva: mi hijo permaneció 24 horas con una vía abierta sin tapitas, a
merced de cualquier infección, porque las enfermeras simplemente no se
acordaron de cumplir la prescripción de retirarsela, tampoco le dieron la dosis
que le correspondía del antibiótico el domingo al mediodía, a pesar de que
gentilmente se los recordé.Por último quisiera saber los fundamentos por los
cuales se restringe la presencia de los padres, por su condición de hombres, al
horario de visita: a mi marido un enfermero le fisuró una costilla porque no
quería separarse de su bebé.</span></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt;">
<span style="font-family: Calibri;"><span style="mso-spacerun: yes;">
</span>Natalia Pamela Miraglio.</span></div>Las cosas del quererhttp://www.blogger.com/profile/00649409431389583407noreply@blogger.com5tag:blogger.com,1999:blog-8273186325140557176.post-48681970627436528092012-05-01T08:45:00.003-07:002014-05-01T03:15:19.581-07:00El trabajo no siempre dignifica.<br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt;">
<span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;"><span style="font-family: Calibri;">El trabajo no siempre dignifica. El trabajo no dignifica cuando el salario no le permite al trabajador imaginar el futuro, cuando sólo alcanza para vivir el día y absorbe todo el tiempo el imposible cálculo de cómo estirar el mango. El trabajo no dignifica cuando hay que viajar, como dice Nicomedes, a capacho del peligro, con un solo pie en el estribo después de doce horas de esfuerzo. El trabajo no dignifica cuando no permite el acceso a una vivienda, a una calle pavimentada, al agua potable. El trabajo no dignifica cuando no deja espacio para leer, para jugar con los hijos, para cultivar un jardín, para ver a los amigos. El trabajo no dignifica cuando implica la aceptación de principios que atentan contra uno mismo, horas extras no reconocidas, impuesto a las ganancias aplicadas al salario, <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>“dedicación full time”, cucarachas en el comedor o comedero, según el nivel de humillación con el cual se alimentan los obreros: conozco muchachos, en una fábrica textil, que hoy, a esta altura del mes, no llevan nada para comer en todo el día, porque no tienen, simplemente <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>eso, trabajar sin almorzar. El trabajo no dignifica cuando el obrero es observado permanentemente con una cámara “de seguridad”, cuando su empleo implica tener que ocultar un pensamiento, una orientación sexual, un culto o una militancia. El trabajo no dignifica cuando consiste en portar armas contra otros obreros. Cuando todos los días, después de veinte años en una fábrica te revisan el bolso a la salida, como si temieran que les roben las máquinas, los insumos o la fábrica misma por partes tan pequeñas como para meter en un bolsito…<o:p></o:p></span></span></div>
Las cosas del quererhttp://www.blogger.com/profile/00649409431389583407noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8273186325140557176.post-90005858646578140542012-04-28T14:48:00.000-07:002012-04-29T23:56:02.336-07:00El hombre que fue jueves.<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjCaBRwfvoBljaQK6QMwJAXUTCLCEpHwGNU9Rr9gEtd324hf98ykoKjnLBEqkIMGiiLwPlO8Siz7I3FzhyphenhyphenfV4RqzqHMEaRnWugfBohkdIBlg2roey0eCJEu4fsg8gS4_C83eQn0loZY5G4/s1600/paseo-rio-tamesis.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="480" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjCaBRwfvoBljaQK6QMwJAXUTCLCEpHwGNU9Rr9gEtd324hf98ykoKjnLBEqkIMGiiLwPlO8Siz7I3FzhyphenhyphenfV4RqzqHMEaRnWugfBohkdIBlg2roey0eCJEu4fsg8gS4_C83eQn0loZY5G4/s640/paseo-rio-tamesis.jpg" width="640" /></a></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt;">
<span style="font-family: Calibri;">Algo triste te soñé en el Saffron Park</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgmFhp7dW3VbQwcqaPMvMKGZGGJ1zCLU77qc46xfYSRPaYGtM28HuptNrGFPoBgmZZ_q7wm4y3m2y9GLYoNB5OKAft7ektvCazUQyhqAwnULJT-eWHgOL5gp53txdGYjrpfzjAntidgCMU/s1600/el+hombre+que+fue+jueves.png" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgmFhp7dW3VbQwcqaPMvMKGZGGJ1zCLU77qc46xfYSRPaYGtM28HuptNrGFPoBgmZZ_q7wm4y3m2y9GLYoNB5OKAft7ektvCazUQyhqAwnULJT-eWHgOL5gp53txdGYjrpfzjAntidgCMU/s320/el+hombre+que+fue+jueves.png" width="225" /></a><span style="font-family: Calibri;">Oscuro y carmesí,
anárquico <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>y vil,</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt;">
<span style="font-family: Calibri;">Y bajo este cielo
increíble pienso,<o:p></o:p></span></div>
<span style="font-family: Calibri;"><span style="mso-spacerun: yes;">A</span>nárquico Lucían,
¿qué será de ti? <o:p></o:p></span><br />
<br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt;">
<o:p><span style="font-family: Calibri;"> </span></o:p><span style="font-family: Calibri;">Un domingo<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>imponente
te gobierna,<o:p></o:p></span></div>
<span style="font-family: Calibri;">Y Gabriel, implacable, te atormenta.<o:p></o:p></span><br />
<br />
<span style="font-family: Calibri;">Un ardor y te
arrebata y te sostiene,<o:p></o:p></span><br />
<br />
<span style="font-family: Calibri;">una tarde imposible
de subleva.<o:p></o:p></span><br />
<br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt;">
<o:p><span style="font-family: Calibri;"> </span></o:p><span style="font-family: Calibri;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Pero las ideologías
caen y,</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt;">
<span style="font-family: Calibri;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Lucían, luego el
mundo le abandona,<o:p></o:p></span></div>
<span style="font-family: Calibri;">Tus quiméricas bombas ya no arden...<o:p></o:p></span><br />
<br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhk9d8ZReO1r-jZYqkllxsIPx9ERpa18dJwN8QRcDl2gkqf69sqAQXB_KqjKmBxox1f8VW5wMuVzYXbBng8BXFqW_Y7M2vaxM25oQsNh6HWm1IGub6LY7WonVuotO28h0EurT54KC3p6jE/s1600/hombre+que+fue+jueves.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhk9d8ZReO1r-jZYqkllxsIPx9ERpa18dJwN8QRcDl2gkqf69sqAQXB_KqjKmBxox1f8VW5wMuVzYXbBng8BXFqW_Y7M2vaxM25oQsNh6HWm1IGub6LY7WonVuotO28h0EurT54KC3p6jE/s1600/hombre+que+fue+jueves.jpg" /></a><span style="font-family: Calibri;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span><o:p></o:p></span></div>
<span style="font-family: Calibri;">Ni siquiera este caos te desborda,<o:p></o:p></span><br />
<span style="font-family: Calibri;">Porque es caos que
obedece a cierto<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>orden,<o:p></o:p></span><br />
<span style="font-family: Calibri;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Porque el caos y el
orden de derrotan. </span><br />
<br />
<br />
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhAgLMUtz8YREdM2CnKRBWw2VAGp6zCsKbKjjLZuqe0WqQGo02oRNpdweJQsHyMIWgUz5YrF2PXhT6i2sVS1e_Cw2CvHSDQtJGnn-d_X2_xIvMPNHgmtXVBDySiHl3dGJiY4TcNOkAP-Ro/s1600/tapa+el+hombre+que+fue+jueves.png" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhAgLMUtz8YREdM2CnKRBWw2VAGp6zCsKbKjjLZuqe0WqQGo02oRNpdweJQsHyMIWgUz5YrF2PXhT6i2sVS1e_Cw2CvHSDQtJGnn-d_X2_xIvMPNHgmtXVBDySiHl3dGJiY4TcNOkAP-Ro/s400/tapa+el+hombre+que+fue+jueves.png" width="250" /></a><span style="font-family: Calibri;">No tiene nada de extraordinario este sonetito, pero lo escribí de un tironcito hace 22 años, cuando una tarde fría como ésta me deje fascinar por Chesterton y su atrapante novela<strong> El hombre que fue jueves.</strong> Como comentó Claudia, es una hermosa ocasión para meterse en la cama con una buena novela, la recomiendo... </span><br />
<br />
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgoLwkWofl9kYvcVSDWMiMFgcXq15VVdSxyLCAPkAnimgdZRPlUBCeaAfwT6nCQqHH9VjINPbVj_6jvdnXBXIPyGE0_2-my5nP9F5Z_6ugUClCiIyt6Pj5MV9TDTMtar0_jSdAjP2sODSg/s1600/chesterton.png" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgoLwkWofl9kYvcVSDWMiMFgcXq15VVdSxyLCAPkAnimgdZRPlUBCeaAfwT6nCQqHH9VjINPbVj_6jvdnXBXIPyGE0_2-my5nP9F5Z_6ugUClCiIyt6Pj5MV9TDTMtar0_jSdAjP2sODSg/s320/chesterton.png" width="273" /></a><br />
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<br />Las cosas del quererhttp://www.blogger.com/profile/00649409431389583407noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8273186325140557176.post-75128797455934046052012-04-28T04:16:00.000-07:002012-04-28T14:08:18.305-07:00Activismo para principiantes.Leí un artículo interesante sobre una activista apóstata, Pao Lin, en Página12. Si a eso le sumamos que los bloggers españoles me caen bien, que el activismo "ubicado", "institucionalizado", queda lejos, me dije: Antes de que el nene crezca y comprenda todo, voy a hacer un cacho de activismo barrial, para señoras de más de treinta.<br />
Ingredientes:<br />
Maridos o hijos grandes, uno, o mejor ninguno, si no se copan.<br />
Aerosoles de varios tonos, cantidad necesaria.(con dos aerosoles de 20 pesitos se puede empezar).<br />
Guantes para teñirse el pelo.(Esto lo pensé después, me manché toda).<br />
Una causa más o menos justa.<br />
Ropa oscura, pasamontañas , pantuflas.<br />
<br />
Cómo empezar.<br />
Empecemos dejandónos llevar por el color, en el Coto, por ejemplo, no te olvides de comprar los aerosoles, porque si no hay un mínimo compromiso monetario de por medio, todo queda en nada. Hay una gama enorme de colores, yo adopté la última tendencia, el rosa, porque soy nena.<br />
Lo siguiente es pensar por qué voy a pintar y qué voy a poner...Todo depende de los mismos factores que acosan a las decisiones editoriales: espacio (en este caso, tamaño del muro), sociología del lector, y verdaderas razones que fundamenten la acción.<br />
También es cierto que para escribir todo lo que imaginaba hubiera necesitado la ruta 8 en toda su extensión, es decir, que la materialidad de este tipo de escritura es determinante:decir mucho con poco.(Imposible para mí).<br />
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgzaT8ozN_JJiradW_E37zBUnp-Q5AVi1mBCntRGnB3-0OGWivfB3pmlNEqa0tzDgr5h6xpoo2irpy7IeT1kTsXqEcJKemejJhW6fe7eeihjHlUuuNQAWb2NaYDOJD0NrfrMN4JQiMhbHg/s1600/004.JPG" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgzaT8ozN_JJiradW_E37zBUnp-Q5AVi1mBCntRGnB3-0OGWivfB3pmlNEqa0tzDgr5h6xpoo2irpy7IeT1kTsXqEcJKemejJhW6fe7eeihjHlUuuNQAWb2NaYDOJD0NrfrMN4JQiMhbHg/s320/004.JPG" width="246" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">En mi laboratorio. No descuidé el make-up. </td></tr>
</tbody></table>
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<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
La idea de hacer poesía es prematura por lo pronto, puesto que aún, no manejo la caligrafía. Todo el tiempo sintiendo miedo y culpa: miedo, de que me agredan, tal como casi pasa, y culpa, porque soy doña, tengo un bebé...</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg_7Sev7P-v4ioHgI5pedGmcNzHxIGV8Ks84zWEM9NBnd4D9WyggGmTsyVqD9hS_kDvhiFvVM_1D003IL_ZEPcDsy8Q56tSqui2_6cNesI3-iP_yEy86jzMYStHxQQB5kn-2g-8xYB6np0/s1600/010+%25282%2529.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="240" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg_7Sev7P-v4ioHgI5pedGmcNzHxIGV8Ks84zWEM9NBnd4D9WyggGmTsyVqD9hS_kDvhiFvVM_1D003IL_ZEPcDsy8Q56tSqui2_6cNesI3-iP_yEy86jzMYStHxQQB5kn-2g-8xYB6np0/s320/010+%25282%2529.jpg" width="320" /></a>Es una risa el sigilo con el que quería actuar, no obstante, el ruido de las tradicionales pelotitas de los aerosoles hicieron ladrar a todos los pichichos a cien metros a la redonda...¿Por qué fui hasta la puerta del Tateti semiagachada? Es un misterio.</div>
<div style="clear: both; text-align: center;">
Otro dilema, si el escrache al TATETI se hacía de día, me verían todos, pero a la noche están ellos, matones, cuidacoches, y pintores llegado el caso. Así se ve el prostíbulo desde la esquina de mi casa:</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgkSm-rwSQNO_kilXdIqcDZ1NqXedMD-TPfJGSkNdHDCRWX_iclRGg8yUbGZZX-wRYZA1s1mfupeOmzXk60IOq9akkO7KSW0cXnebbrrc4Pb9IuMyddk56v2hsIFcVmjPRyzaBaG_2kRqI/s1600/014.JPG" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="239" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgkSm-rwSQNO_kilXdIqcDZ1NqXedMD-TPfJGSkNdHDCRWX_iclRGg8yUbGZZX-wRYZA1s1mfupeOmzXk60IOq9akkO7KSW0cXnebbrrc4Pb9IuMyddk56v2hsIFcVmjPRyzaBaG_2kRqI/s320/014.JPG" width="320" /></a></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgSxSiwk7XbdJsP6vADsaaaMn43PynOA8VnhYiq4u_yL8iVTlETLF92G-hQcxdibSXDFtkh8RnOKm56R47SM1jkEZd8M08mczKShuA70MlusmFzvSdKxegt1Go0iPu0DW60KqzzVzVHJR0/s1600/024.JPG" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" height="240" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgSxSiwk7XbdJsP6vADsaaaMn43PynOA8VnhYiq4u_yL8iVTlETLF92G-hQcxdibSXDFtkh8RnOKm56R47SM1jkEZd8M08mczKShuA70MlusmFzvSdKxegt1Go0iPu0DW60KqzzVzVHJR0/s320/024.JPG" width="320" /></a></div>
<div style="clear: both; text-align: center;">
Mi primer fracaso.Ellos lo taparon antes de que pudiera registrar con la máquina....esto nos da idea del poder que tienen, hasta la pintura para cubrir consignas está prevista...Un señor de gran porte me empujó diciendo:"¿Qué hacés, sos loca?"Dos tipos más intervinieron, uno dijo que iban a tener problemas con el dueño, el otro se hacía el que llamaba a la policía.Otro, el más cándido quizás, me preguntó si a mi me gustaría que me pinten el paredón de mi casa...El colmo: "Señora, estamos laburando" En este local viven sin ventanas a la calle inmigrantes dominicanas y sus hijitos.</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh0K-IM2EJeT0hjCWq5ePEPvtOi3ekYll4QCBSiiXlWyJ2V0BY_r3BDB0q8BPWkhdEeiuvjSX-_1pJR2oXqOkS4F6X8Jsx_Y_7q5cRYjXKZ_1Oenn4SjTL6uAidwOQhuZ6kPqn4db05hIk/s1600/029.JPG" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="240" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh0K-IM2EJeT0hjCWq5ePEPvtOi3ekYll4QCBSiiXlWyJ2V0BY_r3BDB0q8BPWkhdEeiuvjSX-_1pJR2oXqOkS4F6X8Jsx_Y_7q5cRYjXKZ_1Oenn4SjTL6uAidwOQhuZ6kPqn4db05hIk/s320/029.JPG" width="320" /></a></div>
Al día siguiente, se fueron a hacer noni...<br />
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjbohgsZwpkeTFZx1uyWW0X3bIssAb6BiqyHo5tRhDnYlKNtPY3pax7wucnw9aAZbwhbGaXcGvVyWG7dzRZGuKx1uW5VTO3YJjGOKAEp8kulH0C_5Z2OZYg7k_s9JHasZ5JA3wZIINC3kE/s1600/026.JPG" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="240" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjbohgsZwpkeTFZx1uyWW0X3bIssAb6BiqyHo5tRhDnYlKNtPY3pax7wucnw9aAZbwhbGaXcGvVyWG7dzRZGuKx1uW5VTO3YJjGOKAEp8kulH0C_5Z2OZYg7k_s9JHasZ5JA3wZIINC3kE/s320/026.JPG" width="320" /></a></div>
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<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiOm6j9sSTmujU4ByXLPOzqwR26BELjTWwO7d_pY784TS6dRETJbJRSLSgaoVATNOd2VkWjt1vD4qT35YCIx-mA90Nrb_DRD68ViAG3sjrXSivR2pkyePn7dckTpYx_uJmwHuZbc-bEm7M/s1600/025.JPG" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="240" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiOm6j9sSTmujU4ByXLPOzqwR26BELjTWwO7d_pY784TS6dRETJbJRSLSgaoVATNOd2VkWjt1vD4qT35YCIx-mA90Nrb_DRD68ViAG3sjrXSivR2pkyePn7dckTpYx_uJmwHuZbc-bEm7M/s320/025.JPG" width="320" /></a></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEisFnzZSW-_18WbXXM_0A5EUh9VIkgas7gwGdy-POXz3mFcknDAPINOWUXW5fZ6FhFzlAcjjRSfP4lHCFxuyj603YmZyvf11h9GhyphenhyphenOX5PnVGTTC7LNYcW2Ibw-wOg420oOxWyJY2eTE0BU/s1600/028.JPG" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="240" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEisFnzZSW-_18WbXXM_0A5EUh9VIkgas7gwGdy-POXz3mFcknDAPINOWUXW5fZ6FhFzlAcjjRSfP4lHCFxuyj603YmZyvf11h9GhyphenhyphenOX5PnVGTTC7LNYcW2Ibw-wOg420oOxWyJY2eTE0BU/s320/028.JPG" width="320" /></a></div>
Irónicamente, en la esquina de enfrente, el municipio de Malvinas Argentinas, nos advierte sobre las consecuencias de no ponerse "al día".<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiBwAoVf3aD3n68-ePos1bc0ttmHFQsPDvkyyMj-kCCxeqKHn8PeriNPeblYFBLoDECzbGmLzxB2YqdXqMjybBjhau8nWSnus8cPMGYPDe7J2CrThYq7DW9yGwveIQB0iXycFxtdG-dZ14/s1600/027.JPG" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="240" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiBwAoVf3aD3n68-ePos1bc0ttmHFQsPDvkyyMj-kCCxeqKHn8PeriNPeblYFBLoDECzbGmLzxB2YqdXqMjybBjhau8nWSnus8cPMGYPDe7J2CrThYq7DW9yGwveIQB0iXycFxtdG-dZ14/s320/027.JPG" width="320" /></a></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiC2Mn8TXjj_CMBe3fQBLeeJGjQ9NhNtWqNEMhJJtq9cW0XdA7gPQaxbd42vnGiwNK9hhjjChmdWI2tajVLbDg3aRyxcKgrkd5SMBe0u4Zjo5Ji4QsQ7jK9yBRottUIpPiPVnDveI7xgUE/s1600/037.JPG" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" height="240" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiC2Mn8TXjj_CMBe3fQBLeeJGjQ9NhNtWqNEMhJJtq9cW0XdA7gPQaxbd42vnGiwNK9hhjjChmdWI2tajVLbDg3aRyxcKgrkd5SMBe0u4Zjo5Ji4QsQ7jK9yBRottUIpPiPVnDveI7xgUE/s320/037.JPG" width="320" /></a>La puerta de Tornado bailable, promete bastante...</div>
<div style="text-align: left;">
</div>
<br />
<table cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="float: left; margin-right: 1em; text-align: left;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjkh6FgckMEV1aRQOx4JYrRPpsHAvU6D76ZhvJjbwS5psEVnpkwQJ4_WF5lXvZUdjPIKCoYH21KSCk2n6WF9XIGtlBPiL2cCzDWM6BT9_6cGlbo6B7XGTireAJFxww4xiMvNDMX14rxr1E/s1600/039.JPG" imageanchor="1" style="clear: left; margin-bottom: 1em; margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="240" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjkh6FgckMEV1aRQOx4JYrRPpsHAvU6D76ZhvJjbwS5psEVnpkwQJ4_WF5lXvZUdjPIKCoYH21KSCk2n6WF9XIGtlBPiL2cCzDWM6BT9_6cGlbo6B7XGTireAJFxww4xiMvNDMX14rxr1E/s320/039.JPG" width="320" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Éste es mi próximo objetivo.</td></tr>
</tbody></table>
<table cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="float: right;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEideQnkkE0kjPGFQZqqssFdkbetcHzq-Q3JT7VZGFHoDic9mw6ECqsYvEaTwU5tmNvQh05rIuMEJf8Ovlu12ADyznDtbqDBU86SECVurHUzOde71T58ICPzaB9Gd_DPxi6q3zg_A8MIzN8/s1600/040.JPG" imageanchor="1" style="clear: right; margin-bottom: 1em; margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="240" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEideQnkkE0kjPGFQZqqssFdkbetcHzq-Q3JT7VZGFHoDic9mw6ECqsYvEaTwU5tmNvQh05rIuMEJf8Ovlu12ADyznDtbqDBU86SECVurHUzOde71T58ICPzaB9Gd_DPxi6q3zg_A8MIzN8/s320/040.JPG" width="320" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Porque el Cristo en la caja de cristal. no puede hacer nada de nada..y ante sus ojos de yeso...</td></tr>
</tbody></table>
<table cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="float: right; margin-left: 1em; text-align: right;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhiVf8JC9S13exw7ei0LKwaLHgwKI-VKmNJkTKCzurFx-CTMH5njlObeF_XkPRn5eKyJtxLXz0uDbk1u61rOazqBqUTZDus0S85zhJF8Q0mmYfFAtRsM-yOv9cn2wzgT-cPfe6KfSn6XO4/s1600/041.JPG" imageanchor="1" style="clear: right; margin-bottom: 1em; margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="240" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhiVf8JC9S13exw7ei0LKwaLHgwKI-VKmNJkTKCzurFx-CTMH5njlObeF_XkPRn5eKyJtxLXz0uDbk1u61rOazqBqUTZDus0S85zhJF8Q0mmYfFAtRsM-yOv9cn2wzgT-cPfe6KfSn6XO4/s320/041.JPG" width="320" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><br />
<br />
La trata continúa..<br />
<br />
<br />
<br />
Obviamente no soy tan ingenua como para creer que con esto se puede lograr algo, crear consciencia, por ejemplo, pero como dijo la Madre Teresa, yo me ocupo de mis pobres. No les digo que abandonen sus actividades para salvar el mundo, una manchita aquí, otra allá, quien te dice...<br />
<br />
<br />
<br />
Acá se nota que los nervios me atormentaron tanto que cometí un error, todo se arregla...<br />
<br />
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjd9SKY7yHpg7HNxQb-Dnmp2puNFLv-jp6Q82mqgaA0xckODERLFcZFVA8FINazt9D0UTTgvmjtHzJIvHeqblU66MUmRAdCjdi4inhrEA2zlhxqZPD-nQ7ezwr_GE34fwX8zvdIyuRP4bc/s1600/022.JPG" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="240" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjd9SKY7yHpg7HNxQb-Dnmp2puNFLv-jp6Q82mqgaA0xckODERLFcZFVA8FINazt9D0UTTgvmjtHzJIvHeqblU66MUmRAdCjdi4inhrEA2zlhxqZPD-nQ7ezwr_GE34fwX8zvdIyuRP4bc/s320/022.JPG" width="320" /></a></div>
</td></tr>
</tbody></table>
<br />
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiNWrnwW3oUxtlChzrcHbQFXuLGpXPiO61GRkUNORUnZfWG9NRGKhHn9hRl_9ha98Vi6qgso5t8GEWGLSqSfVFwY6Bs2KJGRnQQWpuug7GYxUE0s0KZXwxksPoXVmjhpeYoWFiuEBqgZek/s1600/034.JPG" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="240" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiNWrnwW3oUxtlChzrcHbQFXuLGpXPiO61GRkUNORUnZfWG9NRGKhHn9hRl_9ha98Vi6qgso5t8GEWGLSqSfVFwY6Bs2KJGRnQQWpuug7GYxUE0s0KZXwxksPoXVmjhpeYoWFiuEBqgZek/s320/034.JPG" width="320" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Sí, la leo, me gusta, la revista Próxima, si le hago mala publicidad con esto, peor para ustedes...<br />
<br />
Este fue el primero y lo hice en la ochava de enfrente de mi esquina, a la mañana veo los chicos que van a la escuela, se paran y leen.</td></tr>
</tbody></table>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg9xO6B6HJwzz7Sdzs6MhXoXUgDJVCTJIO-iEC9avQVcGOh8eoH4XHKk_Snj_r2qhX9dv38mbxitprffpQoYJTo4BZeagdkgCkpjnrOJqGECPQDbLCNUhpCUSOzRyLZ2xA6bJuct0BA2PY/s1600/021.JPG" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="240" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg9xO6B6HJwzz7Sdzs6MhXoXUgDJVCTJIO-iEC9avQVcGOh8eoH4XHKk_Snj_r2qhX9dv38mbxitprffpQoYJTo4BZeagdkgCkpjnrOJqGECPQDbLCNUhpCUSOzRyLZ2xA6bJuct0BA2PY/s320/021.JPG" width="320" /></a>No creo que estas pintadas cambien el mundo, pero mi mundo, mi barrio, sí.Cambió:una señora con sus nietas se paró a mirarme y me preguntó cómo podía colaborar...</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<br /></div>Las cosas del quererhttp://www.blogger.com/profile/00649409431389583407noreply@blogger.com8tag:blogger.com,1999:blog-8273186325140557176.post-27715929952924107622012-04-07T02:19:00.000-07:002012-04-07T02:19:44.521-07:00"Accidentes domésticos"<br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt;">
<span lang="ES" style="font-size: 12pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES;"><span style="font-family: Calibri;">En algún lugar quiero dejar constancia de la extraña
supervivencia de un bebé de diez meses a todo tipo de accidentes domésticos. De
antemano sabemos que hablamos siempre de accidentes domésticos entre comillas
porque si bien el azar es un componente importante, los factores de riesgo
también dependen de quién está a cargo del niño, en qué espacio se mueven,<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>el carácter del mismísimo bebé…En fin, son
muchas variables, pero, no infinitas. Si la persona que lo cuida además es su
madre, las posibilidades de accidente son aun <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>mayores dada la naturaleza despreocupada e
indolente de las mujeres de hoy en día.<o:p></o:p></span></span></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt;">
<span lang="ES" style="font-size: 12pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES;"><span style="font-family: Calibri;">Lo que motiva este texto es la curiosa forma en que un
niño de diez meses sobrevivió sin daño<span style="mso-spacerun: yes;">
</span>aparente al consumo de químicos, energía eléctrica, monedas de curso
legal, cigarrillos y libros entre muchas otras calamidades. De estos componentes
supongo que llamará la atención el concurso de libros en un accidente cuasi
nefasto, por lo que, sin más, comienzo a<span style="mso-spacerun: yes;">
</span>enumerar:<o:p></o:p></span></span></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt;">
<span lang="ES" style="font-size: 12pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES;"><span style="font-family: Calibri;">El bebé está contento como siempre. Juega en el piso con
muchos juguetes desparramados a su alrededor, pero se muestra particularmente
interesado<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>en uno de ellos. En el impreciso
instante en que el bebé se aburrió del objeto que tenía entre manos y su
capricho lo llevó a gatear un metro en otra dirección para tomar otro
juguete…Se viene encima todo un estante con libros de gran porte.Libracos
terribles que pendían, hacía un segundo, sobre el cráñito del niño.<o:p></o:p></span></span></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt;">
<span lang="ES" style="font-size: 12pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES;"><span style="font-family: Calibri;">Cuando unos amigos comentaron que una vez se les cayó al
piso su hijita de cuatro meses, los padres del bebé que nos ocupa se miraron
con horror y pensaron “eso nunca nos va a pasar a nosotros”. Pero pasó: madre
sola en casa .Bebé durmiendo plácidamente en una cama de dos plazas y media. Tiene
tan sólo cuatro meses y medio el bebín, a pesar de esto su impiadosa madre lo
dejó solo “unos instantes” para apagar el motor bombeador ( y sí, son pobres e
ignorantes y no saben aun lo que es “agua corriente”, no saben cómo instalar una
boya o algo que apague automáticamente el tanque <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>cuando finalmente se llena de agua no potable,
agua que analizada en un laboratorio o con un simple examen ocular, revela <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>formas de vida más diversas y numerosas que en
toda nuestra localidad pródiga en fenómenos vivos).El llanto del niño fue contundente
y la madre no necesitó mirar para saber que su hijo había rodado por el suelo.
Como castigo ejemplar, el<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>pediatra
ordenó urgente un estudio de alta complejidad que pagaron ciegamente, más por
culpa que por otra cosa, porque a esas alturas el bebé ya estaba otra vez haciéndoles
risitas a las empleadas del sanatorio. La causa del accidente se debe pura y
exclusivamente de la madre que, acostumbrada a que el niño se despierte con
llanto, no estimó que el bebé ya era capaz no sólo de despertarse sin avisar,
sino también de rodar del centro de la cama al abismo…Cuando se repusieron del
susto, a los padres se les antojó mirar la tomografía del cerebrito del infante
que les habían entregado en un CD y allí comprendieron que habían sido timados
, pues el susodicho CD estaba irremediablemente vacío.<o:p></o:p></span></span></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt;">
<span lang="ES" style="font-size: 12pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES;"><span style="font-family: Calibri;">Una frase popular que escuché de boca de las madres de
cuando yo era chica, era “hijos chicos, problemas chicos, hijos grandes,
problemas grandes” y, en efecto, así<span style="mso-spacerun: yes;">
</span>era. El niño había escuchado varias veces de boca de su madre, que no se
podía fumar hasta que pasara a séptimo grado, y la pipa recién <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>sería suya cuando estudiara en la
universidad…A pesar de estas advertencias estériles, el bebé insistía
obstinadamente<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>en robarle el paquete de
cigarrillos. Creyéndose<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>a salvo con
dejar sus cosas en lugares altos, la madre sigue sin comprender que el hijito
bebé es persistente y ahora tiene la capacidad de saber que las cosas siguen
existiendo aunque no estén en su presencia. Cuando le sacó el filtro de la
boquita ya se había tragado el papel…<o:p></o:p></span></span></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt;">
<span lang="ES" style="font-size: 12pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES;"><span style="font-family: Calibri;">Lo que impresiona es que salvo en el caso de las caídas,
el nene no llora ante los sabores amargos o corrosivos. Un día su madre dispuso
un operativo cuyo objeto era desterrar del universo del niño aquellos
componentes de peluquería como agua oxigenada y polvo decolorante, que son un
peligro…Pues bien, en el acto mismo en que la madre ordenaba su toilette le
llamó la <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>atención la extraña pasividad
del bebé por lo que la madre presta atención, por fin, y el niño sonríe feliz
con la boca llena de mezcla decolorante que, cual prestidigitador, hizo
aparecer de la nada, en un tarrito de plástico naranja, otrora extraviado en el
maremágnum<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>de la habitación. Cuando
vuelven del pediatra, el padre se entrega al futbol `por tv y la madre lamenta
haberse perdido la telenovela. <span style="mso-spacerun: yes;"> </span><o:p></o:p></span></span></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt;">
<span lang="ES" style="font-size: 12pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES;"><span style="font-family: Calibri;">Otro lugar común es el que reza que cuando los niños
están silenciosos hay que temer lo peor…por mas que no me guste aportar pruebas
que sostengan este axioma, tengo que reconocer que en el caso de este bebé se
verifica a pie juntillas. Madre absorta en su computadora, bebé golpeando
insistentemente un esmalte de uñas transparente contra un espejo viejo, grande
y con el marco y el vidrio muy gruesos. La madre confiada en que la risa por el
tintineo no puede tener malas consecuencias y, hasta donde llega su
conocimiento limitado,<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>un bebé no podría
romper ni el espejo ni el esmalte, se entrega libremente a la pornografía<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>y el desenfreno en la web. Se embriaga con
latas de cerveza mientras seduce adolescentes por chat. Harta ya de su orgía,
se acuerda del bebé, lo toma en sus brazos y le da un beso…A pesar del estado
lamentable de la mujer, ésta aun conserva sus sentidos y nota que su hijo tiene
olor a algo raro en la boquita…un olor a…olor a ¡¡¡ ¿quitaesmalte de
acetona?!!!Al ver el espanto de su madre el niño no puede reprimir una enorme
sonrisa llena de dientitos de tiburón <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>a
través de la cual se observan claramente trocitos de ¡VIDRIO! El bebé se ríe de
su travesura mientras la madre no sabe qué hacer primero: sacarle el vidrio de
la boca, sacarle la otra mitad del frasquito del<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>brillo para uñas de secado rápido, que aferra
en su manito atenazada o leer el capítulo de la novela que estaba terminando.
Pero su instinto maternal, que al fin de cuentas ella también, pese a su
ignorancia, poseía, le indicó no sin cierta tardanza, que quitarle los vidrios
de la boca era lo mejor de momento. Así lo hizo y el niño no mostró
contrariedad alguna al punto que fue necesario mostrarle a la abuela el frasco
roto para que creyera semejante cosa. La única reflexión que la pobre madre
pudo sacar en limpio fue que el vidrio de los frasquitos de esmaltes, ya no
vienen tan gruesos como antes…Más adelante, recién, llegará a la conclusión de
que “la saliva del bebé mata todo”.<o:p></o:p></span></span></div>Las cosas del quererhttp://www.blogger.com/profile/00649409431389583407noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8273186325140557176.post-31523068070922579942012-04-05T20:40:00.007-07:002012-04-06T22:14:32.093-07:00Notas al pie buscando su texto.<br />
<br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt;">
<span lang="ES" style="font-size: 14pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES;"><span style="font-family: Calibri;">*Las representaciones cinematográficas del coito en
occidente, omiten por regla general <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>todo
lo relativo a la estimulación del clítoris, lo cual, teniendo en cuenta el
brutal poder de adoctrinamiento del cine, deviene en una sexualidad colectiva
que imita poses y gestos de la pantalla. Pues el cine y la tv han oficiado de
naturaliazadores de prácticas sexuales machistas que produjeron <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>la ablación ideológica del clítoris. Y por
tabú las adolescentes con las cuales me cruzo en el trabajo todos los días, no
reclaman otra gloria que la de una buena actuación para “él”. En cuanto a las
mujeres adultas, sencillamente renuncian al derecho a un orgasmo en función de
darle prioridad a la autoestima del compañero, la cual se vería sumamente
afectada por alguna tímida insinuación de que algo no está bien. Seguramente el
lector de estas notas pensará que la descripción anterior no es su caso y que
su apertura y la de su compañero se sostienen gracias a una comunicación fluida
y es posible que así sea si nos situamos como lectores escolarizados y con
acceso a determinados bienes culturales, como por ejemplo a libros. Estos
utensilios contienen otras representaciones más amplias quizás que las del cine
pochoclero. Pero para las grandes masas de aquí, del conurbano bonaerense, el
libro es un testimonio arqueológico y el clítoris un misterio…Hablar de cine
comercial se hace simple dada la simpleza misma de sus desarrollos pero también
en el cine “culto” o de autor queda expuesto el prejuicio hacia el clítoris.
Los invito a ver, por ejemplo, Anticristo del laureado y top Lars Von Trier.
Mientras la mujer tiene un orgasmo con su marido que además es psiquiatra, su
hijito de tres años (o algo así) se cae de una ventana y se muere. El marido,
el sanador de la angustia femenina de la protagonista, la lleva a una especie
de retiro espiritual a una cabaña que tienen en el bosque. Allí el hombre
descubre que su mujer no había podido concluir una tesis universitaria cuyo tema
era la mujer y el mal (más o menos ése era el planteo…) y el tipo interpreta,
aun siendo psiquiatra, que la tesis trata sobre las condenas que históricamente
ha padecido el género. Mientras el psiquiatra trata de sacar adelante a su esposa
con técnicas ridículas, también observa y desaprueba la ansiedad clitoriana de
la mujer que quiere todo el tiempo un orgasmo. Después descubre una foto del
niño fallecido con los zapatos puestos al revés. Y tarda en comprender que era
un acto de tortura adrede de la mujer hacia su hijo, que la tesis trataba el
mal en la mujer pero afirmando la legitimidad de esta maldad. Para ese entonces
la tipa se la pasa masturbándose, le hace al psiquiatra un torniquete en una
pierna con una tuerca desmesurada y un tornillo que le atraviesa por completo
la pantorrilla. Ya en un acceso de locura, al final de la peli, la señora se
hace una última paja y procede a la ablación de su pobre clítoris que parece
que era el culpable de todo. <o:p></o:p></span></span></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt;">
<span lang="ES" style="font-size: 14pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES;"><span style="font-family: Calibri;">*Dos textos casi olvidados me parece que reflejan con
verdadera nitidez el dilema del trabajador en la era posindustrial: <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Una libra de carne</b> de Cussani y un
relato de Benedetti de sus <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Montevideanos<i style="mso-bidi-font-style: normal;">, El aumento</i></b>, creo que se llama: El
rumor de un aumento de sueldo en la oficina pone a flor de piel los más
recónditos anhelos y berretines reprimidos de cada quien. El narrador, por
ejemplo, se compró una lapicera carísima, cumpliendo un deseo que ni él mismo
sabía en qué momento surgió. La cuestión es que todos en la oficina se dieron
algún gustito…Pero los rumores de aumento, decrecían, se alejaban, al tiempo
que las cuotas de las compras que se hicieron por adelantado, lograron<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>que muchos o todos perdieran el “equilibrio”
en el cual vivían, es decir, llegando a fin de mes privándose de todo, o peor
aún, gozando de algún que otro pequeño privilegio por sobre los desocupados lo
cual genera una dependencia desesperada del puesto de trabajo asalariado. <span style="mso-spacerun: yes;"> </span><b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Una
libra de carne</b> Cussani lleva al límite las consecuencias del endeudamiento
del trabajador al punto de que al momento de ejecutarse el castigo de pagar con
una libra de sangre, de corazón, resulta que el pobre hombre ya no tenía ni
sangre y estaba seco de tanto ser exprimido por el sistema. El humor de Cussani
golpea a todos: obreros, clase media, jubilados, abogados, docentes,
patronal…Un coro de empleados que espera en la parada del colectivo, entona su
trágica canción de cada día, inventando entre todos nuevas y estrafalarias
excusas por llegar tarde a causa de la demora del colectivo, cualquier excusa
es más verosímil para los jefes que esta cotidiana verdad…<o:p></o:p></span></span></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt;">
<span lang="ES" style="font-size: 14pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES;"><span style="font-family: Calibri;">*Que la lucha de clases sigue vigente se puede
observar<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>echando un vistazo con ojo
etnográfico, a las instituciones encargadas de contener conflictos familiares: juzgados
de paz, de familia, asistentes sociales, etc. El resultado de este examen es
contundente: los conflictos se dan en familias indigentes y los profesionales
que los atienden son de clase media. Con esto se demuestran dos costados
“invisibles” de la mal llamada lucha de clases .Por un lado, el hecho de que la
mayoría de los conflictos que estas entidades monitorean se producen entre
gente pobre. Por otro lado, que los encargados de “remediar”, son gente de
clase media que más allá de sus intensiones políticamente correctas y de que en
lo personal sean personas estupendas, la realidad es que son ellos los que
enderezan las cosas según sus “valores” ideológicos obviamente cargados de
marcas sociopolíticas de la época de Durkheim: la sociedad es un cuerpo, una
unidad y no es posible que se dañe a sí misma. Si la sociedad es un organismo
vivo y enfermo, hay que curarlo… El conflicto del proletariado hay que extirparlo
y listo, con políticas de pauperización y un fuerte dispositivo moral que lo
sostenga. Yo no hablaría mas de “lucha de clases” cuando nos enfrentamos a una
sociedad de monopolio y la clase media es simple consumidora, pero lo hago para
poner el acento en que, <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>si bien suena
demodé, las clases media y baja existen, aunque lo de lucha nunca fue cierto
(salvo, quizás, en el contexto en que el viejo gran escritor Marx lo
enunció)porque los trabajadores en Latinoamérica son como el yuyo que crece sin
ton ni son, en un estado de esclavitud obscena y naturalizada por lo que nadie
se siente con derecho a protestar y los que luchan, son los clasemedia
asustados de perder sus pequeños privilegios, luchan en sus medios masivos, en
las radios y en internet, luchan en cada uno de los espacios que ocupan contra
la barbarie y el robo, defendiendo a muerte al capital privado, mandando a sus
hijos a escuelas pagas, ocupando lugares de control: psicología, psiquiatría,
derecho, medicina, planificación urbana, planificación familiar y docencia.<span style="font-family: Times New Roman; font-size: small;">
</span></span></span></div>
<span style="font-family: Calibri;"></span><br />
<span style="font-family: Calibri;"></span><br />
<span style="font-family: Calibri;"></span><br />
<span style="font-family: Calibri;"></span><br />
<span style="font-family: Calibri;"></span><br />
<span style="font-family: Calibri;"><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt;">
<span lang="ES" style="font-size: 14pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES;">*Por ese otro pensamiento que invierte la lógica de
nuestra cultura occidental, por ejemplo, la muerte no es resultado de la mala
vida y los excesos de todo tipo, sino al contrario: la perspectiva de una
muerte segura nos lleva a la mala vida y a los excesos.</span></div>
</span><br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt;">
<span style="font-size: small;">
</span><span lang="ES" style="font-size: 14pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES;"><span style="font-family: Calibri;">*El secreto del huevo frito perfecto, ese que podríamos
fotografiar para una publicidad, es muy sencillo: Hay que ponerlo en la sartén
con el aceite frío. Con este procedimiento se evitan los indeseables globitos y
se preserva la integridad del huevo .Pero, por más sencillo que resulte el
experimento, la premisa: “usar el aceite frio al inicio de cocción” se
contradice profundamente con la teoría paradigmática y hegemónica del “aceite
hirviendo para todo tipo de cocción frita”. Por lo cual pocos cocineros se
animan a poner en práctica esta transgresión y muchas sociedades no se permiten
pensar en la revolución pacifica.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt;">
<span style="font-size: small;">
</span></div>
<span style="font-size: small;"></span><br />
<span style="font-size: small;"></span><br />
<span style="font-size: small;"></span><br />
<span style="font-size: small;"></span><br />
<span style="font-size: small;"></span><br />
<span style="font-size: small;"><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt;">
<span lang="ES" style="font-size: 14pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES;"><span style="font-family: Calibri;">*Los electrodomésticos son buen ejemplo de ello, se puede
mencionar, que el antecedente inmediato del teléfono celular fue un aparato que
pronto pasó de moda que se llamaba “mascota virtual” (una tableta que había que
“alimentar”, darle mimos y hacerlo dormir).Por lo pronto, los “servidores”
tratan de englobar todas las orientaciones y gustos sin importar qué hacen en
realidad los usuarios. En el acto mismo de comprar está la clave, mientras el
consumo sea sostenido, no importa si creamos, luchamos, o pensamos con estos
electrodomésticos de alta tecnología, con materiales especialmente
contaminantes y controlados por mega monopolios .Por supuesto que el uso<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>del<span style="mso-spacerun: yes;">
</span>término “servidor “no se limita a la designación de los proveedores de
internet, sino al conglomerado final de software, hardware, tráfico en la web y
tiempo libre regulado. Nunca existió, en la historia del hombre, un ente tan
poderoso económicamente como Microsoft, nombre que hasta donde sé está
compuesto por dos adjetivos: micro y soft, pequeño y blando, nada más alejado
de la realidad dura y enorme que representa para la pobre humanidad. <span style="mso-spacerun: yes;"> </span><span style="mso-spacerun: yes;"> </span><o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt;">
</div>
<a href="http://www.antichristthemovie.com/" target="_blank">http://www.antichristthemovie.com/</a></span>http://www.teatro.ebooks.artesuniversales.com/?cat=6<a href="http://www.teatro.ebooks.artesuniversales.com/?cat=6" target="_blank">http://www.teatro.ebooks.artesuniversales.com/?cat=6</a><br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt;">
http://www.angelfire.com/pe/actualidadpsi/lacan.html</div>Las cosas del quererhttp://www.blogger.com/profile/00649409431389583407noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8273186325140557176.post-79495712012782025312012-04-05T18:43:00.002-07:002012-04-07T02:10:30.787-07:00Memorias impuras de Liliana Bodoc:reseña.<br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt;">
<span lang="ES" style="font-size: 12pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES;"><span style="font-family: Calibri;">“En ocasiones, para instaurarse o para sostenerse, el
poder necesitará un número de muertos absurdos o inocentes. A veces azarosos.
Quienes no comprenden las reales exigencias del mando, llamarán inicuos a estos
menesteres. En cambio, quienes somos capaces de comprender, sabemos que se
trata de la inevitable parte de arbitrariedad<span style="mso-spacerun: yes;">
</span>que impide la degradación del orden. Porque apenas el vulgo es capaz de
conocer el sistema de leyes y de castigos, encuentra la manera de hostilizar,
exigir y oponerse. Una de las principales condiciones del poder es su carácter
ignoto, será como una construcción insensata donde la gente se pierda: pasillos
sin salida, ventanas tapiadas y pozos inesperados ¡Cuidado con hacer del poder
una casa que pueda visitarse sin riesgo, porque de ese modo la tomará por
asalto!”<span style="mso-spacerun: yes;"> </span><b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Diario sobre el poder</b>. <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Cayo
Catarina.</i><o:p></o:p></span></span></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt;">
<span lang="ES" style="font-size: 12pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES;"><span style="font-family: Calibri;"><span style="mso-spacerun: yes;">
</span>Liliana Bodoc<b style="mso-bidi-font-weight: normal;">. Memorias impuras</b>.
<o:p></o:p></span></span></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt;">
<span lang="ES" style="font-size: 12pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES;"><span style="font-family: Calibri;">“Las gallinas de ojos tumefactos estaban silenciosas como
los niños. Apenas cloqueaba alguna y aleteaba otra, pero todas atendían a los
suaves movimientos de la cue cué que estuvo meciéndose con los ojos
entrecerrados, como si quisiera escarnecer al destino mostrándole que no tenía
mando ni presencia en el sitio donde una mujer elige no llorar”.<o:p></o:p></span></span></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt;">
<span lang="ES" style="font-size: 12pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES;"><span style="font-family: Calibri;"><span style="mso-spacerun: yes;">
</span>Liliana Bodoc. <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Memorias impuras.</b><o:p></o:p></span></span></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt;">
<span lang="ES" style="font-size: 12pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES;"><span style="font-family: Calibri;">“Era la danza más antigua del mundo: piojosos contra
piojosos, desesperados contra desesperados”<span style="mso-spacerun: yes;">
</span><o:p></o:p></span></span></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt;">
<span lang="ES" style="font-size: 12pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES;"><span style="font-family: Calibri;"><span style="mso-tab-count: 6;"> </span>Liliana
Bodoc<b style="mso-bidi-font-weight: normal;">. Memorias impuras.</b> <o:p></o:p></span></span></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt;">
<span lang="ES" style="font-size: 12pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES;"><span style="font-family: Calibri;">“Él decía: “No hay que temerle al pueblo sino a sus
héroes…”<o:p></o:p></span></span></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt;">
<span lang="ES" style="font-size: 12pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES;"><span style="font-family: Calibri;">“Y sus poetas “_completó Junia<o:p></o:p></span></span></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt;">
<span lang="ES" style="font-size: 12pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES;"><span style="font-family: Calibri;">_Temerle a los poetas.-repitió Catarina. Y anotó ese
comentario en su memoria.<o:p></o:p></span></span></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt;">
<span lang="ES" style="font-size: 12pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES;"><span style="font-family: Calibri;"><span style="mso-tab-count: 6;"> </span>Liliana
Bodoc<b style="mso-bidi-font-weight: normal;">. Memorias impuras.</b><o:p></o:p></span></span></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt;">
<span lang="ES" style="font-size: 12pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES;"><span style="font-family: Calibri;">“Todas las convulsiones, todas las plazas tienen sus
grandes sabihondos, doctos en cualquier materia que anuncian lo que ocurrirá y
explican lo que ha ocurrido.”<span style="mso-spacerun: yes;"> </span><o:p></o:p></span></span></div>
<br />
<div align="center" class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt 106.2pt; text-align: center; text-indent: 35.4pt;">
<span lang="ES" style="font-size: 12pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES;"><span style="font-family: Calibri;">Liliana Bodoc<b style="mso-bidi-font-weight: normal;">.
Memorias impuras.</b><o:p></o:p></span></span></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt;">
<br /></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt;">
<span lang="ES" style="font-size: 12pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES;"><span style="font-family: Calibri;">“El poder tiene la fuerza de la lejanía. Y más que
cualquier distancia, apabulla al hombre. Porque, ¿Cuántos pasos separan a la
muchedumbre del condenado que aman? Y sin embargo, nadie los camina. ¿Qué
grosor puede tener el muro tras el cual el mártir se desangra de apoco, y sin
embargo, nadie lo derrumba. No es la distancia o el grosor lo que detiene a las
multitudes. Es la potencia del poder sobre las imaginaciones simples”.<o:p></o:p></span></span></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt;">
<span lang="ES" style="font-size: 12pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES;"><span style="font-family: Calibri;"><span style="mso-tab-count: 6;"> </span>Liliana
Bodoc. <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Memorias impuras.</b><o:p></o:p></span></span></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt;">
<br /></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt;">
<span lang="ES" style="font-size: 12pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES;"><span style="font-family: Calibri;">“Uno termina siendo el personaje que mejor le sale”<o:p></o:p></span></span></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt;">
<span lang="ES" style="font-size: 12pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES;"><span style="font-family: Calibri;"><span style="mso-tab-count: 6;"> </span>Liliana
Bodoc<b style="mso-bidi-font-weight: normal;">. Memorias impuras.</b><o:p></o:p></span></span></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt;">
<br /></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt;">
<i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="ES" style="font-size: 12pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES;"><span style="font-family: Calibri;">“Yo amo la
libertad tanto como tú la amabas, abuelo. Y si estoy en esta posada escribiendo
mis crónicas bajo la luz ambigua de la invención es porque creo en ella. Creo
en la gracia del cuento para decir la verdad”<o:p></o:p></span></span></i></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt;">
<span lang="ES" style="font-size: 12pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES;"><span style="font-family: Calibri;"><span style="mso-tab-count: 6;"> </span>Liliana
Bodoc<b style="mso-bidi-font-weight: normal;">. Memorias impuras.<o:p></o:p></b></span></span></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt;">
<br /></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt; text-indent: 35.4pt;">
<span lang="ES" style="font-size: 12pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES;"><span style="font-family: Calibri;">Traicionando el verosímil.<o:p></o:p></span></span></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt;">
<span lang="ES" style="font-size: 12pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES;"><span style="font-family: Calibri;">En la mesa de saldo encontré esta novela, Memorias
impuras, de la Bodoc. Editada en 2007, cuenta la atrapante y deslumbrante
historia de las revoluciones latinoamericanas<span style="mso-spacerun: yes;">
</span>creando su propio verosímil: Largo Yanga, Tito Atauchi, Zope Zopahua,
Zuca Huayna son los nombres de los revolucionarios furtivos de Álbora, la
ciudad virreynal. Con la muerte del Virrey Crispino, que sabía que para
conservar el poder, había que ceder alguna porción, se término el período de
relativa conformidad del pueblo, de convivencia con la raza mitimae, la cues
cués y la cruda, El regente Cayo Catarina, aprovecha la ocasión de la muerte de
Crispino para consolidar el poder del virreinato ante los ojos de la comitiva enviada
desde la Metrópoli para observar el ambiente colonial y la posibilidad de
revuelta. A partir de entonces comienza la captura y muerte de las antiguas
razas que creen en los sueños y los poetas.<o:p></o:p></span></span></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt;">
<span lang="ES" style="font-size: 12pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES;"><span style="font-family: Calibri;">La primera medida de Junia, viuda del virrey, es capturar
a la amante de su marido con la cual había tenido dos hijos. La cue cué,
Bérnaba, era princesa en su tierra, pero en Rodal Crudo, la ciudadela
virreinal, es una simple esclava que traicionó el trono de su pueblo por irse
con un “crudo”. Junia la odia y le depara un castigo ejemplar, matando a sus
hijitos y dejándola prisionera en un gallinero a disposición de todos los
hombres que quieran servirse de la cue cué .El Silvador, mata a débiles como
los niños cambujos, es decir los hijos de Bérnaba y el virrey Crispino, para
poder comerciar<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>con los Perpetuos, un
pueblo que se alimenta de vísceras humanas las que consigue a cambio de pulpa
de Trenzado, un fuerte alucinógeno.<o:p></o:p></span></span></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt;">
<span lang="ES" style="font-size: 12pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES;"><span style="font-family: Calibri;">A partir de la muerte de los niños la novela es un
recorrido por innumerables peripecias de los rebeldes para recuperar los
cuerpos momificados de los niños cambujos. Porque los Perpetuos, a cambio de
cada momia piden un muerto fresco. Zuca Huayna, mata al carcelero de la cue cué
y la libera .Los rebeldes la ocultan de la virreina. La cue cué está embarazada
de una niña. Con el cuerpo del carcelero, Zuca Huayna, negocia la momia del
niño más flacucho, porque el más gordito parece que les había dado un poder inusitado,
el maestro que comió su corazón había rejuvenecido como un muchacho.
Para conseguir la momia del otro niño, el más chiquito y gordo, los Perpetuos
le exigen un muerto importante.<o:p></o:p></span></span></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt;">
<span lang="ES" style="font-size: 12pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES;"><span style="font-family: Calibri;">A todo esto, la ciudad se prepara para los públicos
acontecimientos que acarrea la llegada de un cometa y el poder virreinal decide
apropiarse de la estrella como símbolo del virreinato y arrebatársela al pueblo
mitimae que la veneraba como símbolo de revolución. Con ese fin deciden organizar
la visita del enviado de la Metrópoli para la fecha estimada de la llegada del
cometa.<o:p></o:p></span></span></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt;">
<span lang="ES" style="font-size: 12pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES;"><span style="font-family: Calibri;">La virreina Junia tiene una alcahueta que la abastece de
datos de toda la ciudad, le señala la aparición de un rebelde de la batalla del
calabacillo que fue una revuelta impulsada por el poeta Tóvar , lo rebeldes que
pudieron escapar a una isla, mantuvieron la esperanza de unirse , de tomar la
afrenta de Bérnaba como una afrenta al pueblo esclavo , pero la dosis justa de
garrote y circo<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>mantenía ocupado al
pueblo a un punto tal que el día señalado, al actor rebelde le cortan la lengua
por acostarse con la reina en tanto tramaba un saludo revolucionario en clave
para decir ante la visita y el pueblo no se levanta contra sus opresores. El
maestro y jefe de todo un pueblo, solo atinó a un acto desesperado y aislado
por lo cual sigue en la clandestinidad de por vida.<o:p></o:p></span></span></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt;">
<span lang="ES" style="font-size: 12pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES;"><span style="font-family: Calibri;">Pero da la casualidad de que Zuca Huayna , uno de los
héroes de la revo, también es amante de Cussi, la chica que vive del chisme y
la delación. Como es plebeya y vive en los barrios bajos, tiene debilidad por
los niños de los callejones de cuartos.<span style="mso-spacerun: yes;">
</span>En un apuro, para escapar de la redada de la Guardia Blanca, Zuca Huayna
no tuvo otra opción que esconder la momia del niño cambujo (mezcla de cue cué y
crudo) en el cuarto de Cussi y confiar en que sus ideales fueran más fuertes
que los impulsos del<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>estómago a los
cuales responde con su trabajo de alcahueta de la virreina. <span style="mso-tab-count: 1;"> </span><o:p></o:p></span></span></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt;">
<span lang="ES" style="font-size: 12pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES;"><span style="font-family: Calibri;">Los vaivenes de esta lucha que enfrenta Cussi la
transforman lentamente (o rápidamente) en la protagonista de la historia: según
como dosifique la información que le vende a Junia, la revolución prospera o
retrocede. En un momento llega a plantearse<span style="mso-spacerun: yes;">
</span>cómo serían sus condiciones de vida puestas al servicio de los
revolucionarios si con ser alcahueta del poder sólo le alcanzaba para el guiso
y el vino en el barracón. Hace lo que puede. A través de este personaje, el
narrador sale del foco del centro del poder (Rodal Crudo, palacio y ciudadela
de los blancos) y se sitúa al margen , del lado del populacho, al cual, dicho
sea de paso, se critica constantemente como una masa pueril , conformista y
supersticiosa. Cussi según el caso, también oficia de buscona, de cuidadora de
enfermos, maestra, cocinera, vendedora…cuida dos niños: uno vivo y otro
momificado. Bodoc transforma el horror inicial por la muerte espantosa de los
hijos del virrey (el mayor estaba cambiando los dientes cuando la Guardia
Blanca los arrebató de debajo de la pollera de su madre) en otra cosa muy
distinta y matiza el dolor con el rito y la convivencia diaria con los muertos.
Cussi esconde en su cuarto a Momiño, nombre con el que bautiza a la momia del
niño que veía a diario cuando el Virrey vivía. También cuida a la niña de una
buscona enferma y aquí es donde comienza la traición de su propio verosímil:
siendo sexualmente activa…nunca queda embarazada y si bien como alcahueta y
médica puede tener métodos anticonceptivos o abortivos, nada de esto se
menciona por lo que la fidelidad, naturalista casi, del narrador se disuelve en
imágenes que dialogan más con otros discursos, apartados si se quiere, del
relato colonial, como por ejemplo la telenovela: Cussi es alcahueta del poder
pero para comprarle el maíz con leche a una niña, cuya madre a punto de morir,
se recobra gracias a unas hierbas…La focalización minuciosa de la cotidianeidad
de la vida de Cussi es desproporcionada en relación al breve relato del parto
de Bérnaba, y su muerte, por ejemplo. Como crónica de la derrota el lector ya
puede suponer el final trágico de la historia aunque eso no le quita interés al
relato y su devenir: Cussi termina negociando el cuerpo de Bérnaba a cambio del
de su hijito cambujo…Y un poco de leche para la bebé que la cue cué acaba de
parir…<o:p></o:p></span></span></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt;">
<span lang="ES" style="font-size: 12pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES;"><span style="font-family: Calibri;">Como en la tragedia clásica, Bodoc comprende el fuerte
vínculo entre sexualidad y poder pero sin caer en escenas de alcoba, se
detiene, en cambio, en la descripción de modos de pensar Mágicos y alejados de
la lógica cruda: se puede soñar en forma colectiva .La vida está en el sueño y
la vigilia es soló un intervalo irreal.<o:p></o:p></span></span></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt;">
<span lang="ES" style="font-size: 12pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES;"><span style="font-family: Calibri;">Pero le reclamo a Liliana Bodoc algo que es de esperarse
en la lectura de la loca empresa que llamamos novela: No hagas lo que hacemos
los malos novelistas, empezar una cosmogonía y comprender en el camino que hay
que tener la fuerza de un dios para construir semejante obra, que el recurso de
la discontinuidad, la elipsis, las prospecciones, retrospecciones y demás
engañifas del tiempo narrativo no nos eximen de contar todo lo que hay que
contar. Se le puede achacar hasta cierto punto al tirano editorial el hecho de
que en 2007 nadie lee una novela de ochocientas páginas que es lo que tendría
que haber durado la novela para ser la gran novela. En cambio nos encontramos conque
falta libro o sobran personajes pues sus historias se diluyen: ¿Qué sentido
tienen las peleas de los príncipes niños Mizquiel y Cuevas?, ¿Para que tanta
lucha por las momias si parece que al final quedan en manos de Cussi…??? <o:p></o:p></span></span></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt;">
<span lang="ES" style="font-size: 12pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES;"><span style="font-family: Calibri;">A todo esto hay un cronista que da cuenta de las
condiciones de esritura de la historia de los rezagos revolucionarios de la
batalla del Calabacillo (historia del pasado anterior al tiempo de la narración
central de la vida en la colonia tras la muerte del virrey<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Crispino), pero digo que la novela traiciona
su propio verosímil porque la revolución que cuenta, no estaba para nada
organizada. El día de la plaza, ¿se esperaba todo de la soga de Tóvar, un
amuleto?,¿Se esperaba un alzamiento masivo y espontáneo?...Otra: la idea de
poesía como arma revolucionaria está reñida con el saludo en clave de Cayo
Catarina y el actor Rumiñavi: aquí se le asigna a la poesía el poder de
transmisión inmediata (mensaje cifrado) desestimando el poder de la poesía popular
como arma ideológica gracias al poder mismo de la creación literaria (qué sé
yo…). Mejor pensado, diría que sobrestima a la poesía y, <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>para materializar la idea y darle carnadura,
recurre al discurso literario pero para introducir un mensaje no literario,
informativo: le han cortado la lengua a Rumiñavi.<o:p></o:p></span></span></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt;">
<span lang="ES" style="font-size: 12pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES;"><span style="font-family: Calibri;">Otro aspecto notable de este verosímil es la ausencia de
la iglesia como institución legitimadora del poder arbitrario, como si el
relato no deseara cargar las tintas sobre la religión católica , la cual ya se
ha “retractado”, para permitirse una microfísica del poder político más amplia
y menos maniquea: en la cotidianeidad de la colonia, cada cual cree en lo que
quiere: los muertitos, los sueños, la realidad del barracón.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span><o:p></o:p></span></span></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt;">
<span lang="ES" style="font-size: 12pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES;"><span style="font-family: Calibri;">La Magia de la revolución se diluye en rigor a la
historia, Y la novela de Liliana Bodoc<span style="mso-spacerun: yes;">
</span>le es fiel a expensas de la ficción que pide no sólo ser leída sino
deseada…Así y todo, la obra es original, dinámica, sorprendente… <span style="mso-spacerun: yes;"> </span><span style="mso-spacerun: yes;"> </span></span></span><br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiWQA1MIRTmn3j9U5yDvfUmyZtPxz4qhXy5rK9j7L_x1AJzWJNd65YKYvlMaM-P1eOyz9ObBkcETz8n65Mdw_0MqE20pBEH5-GzcxLBHP1Kx4NtZBiqJ_eZmTzPSyTykKgb8b27LnQ9PRI/s1600/300_7350334.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiWQA1MIRTmn3j9U5yDvfUmyZtPxz4qhXy5rK9j7L_x1AJzWJNd65YKYvlMaM-P1eOyz9ObBkcETz8n65Mdw_0MqE20pBEH5-GzcxLBHP1Kx4NtZBiqJ_eZmTzPSyTykKgb8b27LnQ9PRI/s320/300_7350334.jpg" width="208" /></a></div>
</div>Las cosas del quererhttp://www.blogger.com/profile/00649409431389583407noreply@blogger.com6tag:blogger.com,1999:blog-8273186325140557176.post-4137316823990102092012-04-04T14:04:00.001-07:002012-04-06T22:17:11.279-07:00Cómo es un loco.<span style="font-family: "Calibri","sans-serif"; font-size: 1pt; mso-ansi-language: ES-AR; mso-ascii-theme-font: minor-latin; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-language: AR-SA; mso-bidi-theme-font: minor-bidi; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-AR; mso-fareast-theme-font: minor-fareast; mso-hansi-theme-font: minor-latin;"><w:sdtpr></w:sdtpr><w:sdt docpart="92F92B3A4C71410CA25FE3753A7A7C39" id="89512082" storeitemid="X_702DBC37-D879-4DD6-87D3-93F7B6A43C4C" text="t" title="Título de la entrada de blog" xpath="/ns0:BlogPostInfo/ns0:PostTitle"></w:sdt></span>
<br />
<div class="Publishwithline" style="margin: 0cm 0cm 0pt;">
<strong><span style="font-size: large;"><span style="color: #17365d;"><span style="font-family: Calibri;">Teorías pendientes de comprobación: Locura. <o:p></o:p><w:sdtpr></w:sdtpr></span></span></span></strong></div>
<br />
<div style="border-color: currentColor currentColor rgb(79, 129, 189); border-style: none none solid; border-width: medium medium 1pt; mso-border-bottom-themecolor: accent1; mso-element: para-border-div; padding: 0cm 0cm 2pt;">
<div class="underline" style="margin: 2pt 0cm 0pt;">
<br /></div>
</div>
<br />
<div class="PadderBetweenControlandBody" style="margin: 0cm 0cm 6pt;">
<br /></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; margin: 0cm 0cm 10pt;">
<span style="font-family: Calibri;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Siempre escuché, por parte de estudiantes de
psicología, que Lacan es un tipo difícil de leer…A la altura en que estos
estudiantes se chocan con Los Escritos, han asimilado la estructura discursiva
del texto “académico” al punto de que no se vislumbra con claridad el hecho de
que toda realización teórica se expresa a través de signos, de representaciones
de los hechos. La pretensión de univocidad de significado de los tratados de
psicología se desmorona con Lacan, porque él comprende <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>el modelo estructuralista (primer Lacan) <span style="mso-spacerun: yes;"> </span><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>en el
campo paradigmático de la lingüística<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>en
boga al momento de pensar en la etiología de las psicosis. Lacan escribe,
entonces, a sabiendas de <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>que lo que hace,
es ante todo, un juego con el discurso, no es casual, entonces, que el núcleo
más potente de su teoría lo desarrolle con el título de “Escritos”. Lacan
coloca al sujeto en el devenir de una cadena de significados que lo anteceden y
lo preceden y se puede decir, groseramente, que un ser humano al nacer no es
más que un conglomerado de carne y huesos informe hasta tanto sus padres o
quién sea, lo introduzcan en el entramado de los símbolos. El acto mismo de
ponerle nombre implica que ese pedazo de carne se inserte en la cadena, el
nombre lo designa y lo envuelve en una tradición: los padres le dan así la primera
cualidad del sujeto. La famosa teoría de “La metáfora del nombre del padre”
(imposible de desarrollar en una entrada de blog), explica la incorporación del
bebe al mundo de los signos a través de su propio nombre, es decir, la <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>representación de sí mismo, <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>primer paso en la conformación del sujeto, del
yo y su ingreso a la cultura. Cabe aclarar, en esta rudimentaria explicación,
que las analogías entre el signo lingüístico y el signo o “la letra “del inconsciente,
sirven como modelo explicativo pero no son lo mismo, la facultad de estar
“sujeto” a una cultura mediante la representación de uno mismo en el lenguaje,
se logra a expensas de la sustracción del ser: el signo no es la cosa y existe
sólo como representación, en tanto que, el “nombre” no es la persona, sino su
ausencia. <o:p></o:p></span></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; margin: 0cm 0cm 10pt;">
<span style="font-family: Calibri;">La psicosis, la enfermedad mental
crónica, que no se “cura”, tiene su origen en un fenómeno muy complejo que se traduce
“forclusión” o “rechazo”: La metáfora del nombre del padre se desmorona, no se
asimila la mediación entre el lenguaje y lo tangible, lo real. La ruptura del
vínculo entre significados imposibilita la conformación del individuo en tanto
sujeto “de la cultura”.<o:p></o:p></span></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; margin: 0cm 0cm 10pt;">
<span style="font-family: Calibri;">En la medida en que más o menos me
fui interiorizando de este mecanismo me preguntaba qué pasa con ese ser humano
que no pudo alcanzar la facultad de sujeto…(Algo me decía que esto era una
nueva condena a la locura, que un loco no es sujeto de la cultura…algo así como
“los perros no van al cielo”). Hay un texto fundamental para comprender la
psicosis que revolucionó la psicología: el viejo y querido Freud había llegado
a comprender que las psicosis y las neurosis son muy distintas, optó por centrarse
en esta ultima patología, propia de la mujer victoriana, <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>consideró a la psicosis como incurable o
intratable mediante el método de la transferencia y <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>dejó el camino abierto <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>para que Lacan desarrollara “De una cuestión
preliminar a todo tratamiento posible de la psicosis”.<o:p></o:p></span></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; margin: 0cm 0cm 10pt;">
<span style="font-family: Calibri;">Cuando me han preguntado cómo hago
para vivir entre locos yo resumo toda la teoría en una breve explicación: todo
loco, aunque no se le entienda cuando habla, o tenga un discurso caótico,
también tiene una parte sana, por mínima que sea y con esa porción del sujeto
que puedo comprender, vivo, interactúo, comparto y sufro. Leer la “Obra
Completa” de Freud y Lacan, no cura, así como leer un tratado sobre Kinesiología
no calma el dolor muscular…Pero es necesario conocer ciertos mecanismos para
sobrellevar con dignidad la locura.<o:p></o:p></span></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; margin: 0cm 0cm 10pt;">
<span style="font-family: Calibri;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Ahora me voy a apartar de lo general y voy a
tomar nota de lo que es un loco, cómo es su vida, su economía, su sexualidad,
su vida social. Hace poco le pregunté a una escritora que admiro si sabía lo
que es un loco o si alguna vez había visto locos de verdad (y de cerca, sobre
todo) y me dijo que realmente no, que solamente conocía locos menores o
fingidos. Yo voy a hablar de la clase de locos que <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>conozco y que pertenecen al grupo de los
esquizofrénicos, nombre harto genérico pera designar la naturaleza
absolutamente<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>variada y compleja de las
manifestaciones de esta enfermedad.<o:p></o:p></span></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; margin: 0cm 0cm 10pt;">
<span style="font-family: Calibri;">Vida del loco.<o:p></o:p></span></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; margin: 0cm 0cm 10pt;">
<span style="font-family: Calibri;">Como es de suponer, cada cultura
tiene su propia visión respecto de la locura y la bibliografía al respecto es
apasionante de leer sobre todo en Foucault, por lo que no quisiera entrometerme
en un campo que apenas si conozco como lectora. Me limito a situarme
sociohistóricamente en mi país, mi región y mi cultura. <o:p></o:p></span></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; margin: 0cm 0cm 10pt;">
<span style="font-family: Calibri;">Las posibilidades de tratamiento de
la psicosis infantil están severamente marcadas por las variables económicas y
educativas del entorno del niño. Los hijos de obreros que tienen esta
enfermedad no tienen acceso a los centros especializados o lo tienen pero no
disponen del capital cultural necesario para detectar la enfermedad y las
posibilidades de tratamiento. Los chicos con psicosis van a parar a las
escuelas especiales para chicos con distintas enfermedades, depósito tristísimo
de niños que bien podrían interactuar con otros de las escuelas “comunes”. La
esquizofrenia en muchos casos representa un deterioro importante de las
capacidades cognitivas, pero en otros, la capacidad de aprendizaje está intacta
y muchas veces, lejos de verse estimulada, se ve aplacada por un trato “diferencial”
que no siempre es trato especializado precisamente. <o:p></o:p></span></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; margin: 0cm 0cm 10pt;">
<span style="font-family: Calibri;">Un niño con psicosis debe padecer
las implicancias más remotas y brutales de la vieja pulseada “natura- nurtura”
por lo que ha de deambular por psicopedagogos, psiquiatras, psicólogos,
neurólogos quienes toman una parte de ese niño epistemológico, ya sea desde lo
fisiológico, lo mecánico, lo sistémico, lo cognitivo, lo descuartizan y lo
estigmatizan a temprana edad.<o:p></o:p></span></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; margin: 0cm 0cm 10pt;">
<span style="font-family: Calibri;">Unos padres (casi siempre madres, a
decir verdad) de un niño con psicosis nunca son bien informados de la situación
de su hijo y puedo señalar las dos causas más comunes: por un lado, los
profesionales saben que realmente se trata de una enfermedad grave e
incapacitante por lo que temen enfrentar la angustia de los padres, por otro
lado, se subestima la capacidad de comprensión del fenómeno y consideran que
los conocimientos “construidos popularmente” fuera del ámbito académico, son nocivos,
peligrosos.<o:p></o:p></span></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; margin: 0cm 0cm 10pt;">
<span style="font-family: Calibri;">Aquí ya me he metido en otro
problema relacionado con la economía de la cultura y es la lucha por el poder
de “la especialización académica” en oposición a las lecturas no reguladas de
las teorías de la mente. La apropiación de un profano en la materia de los
conocimientos protocolares de la psiquiatría y sus amigas, la psicología y la
neurología, es considerada peligrosa. Entre explicar “más o menos” qué está
pasando con su hijo, y meterse de lleno en una materia pantanosa donde no existen
La Psicología, La Psiquiatría, etc., como entidades alineadas a una misma
doctrina, a una sola explicación, los profesionales prefieren no decir nada.<o:p></o:p></span></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; margin: 0cm 0cm 10pt;">
<span style="font-family: Calibri;">Por otra parte, el niño con
psicosis debe enfrentar los estereotipos del cine y la literatura mal entendidos
como reflejo de lo real: el psicótico es un asesino en potencia, usa sus
personalidades múltiples para hacer el mal, mata a la madre, viola niños. Como
todo artefacto artístico, los personajes sin conflicto carecen de atractivo
(ver Cohelo, Pablo), y dentro de los tópicos del fantasy están profundamente
arraigados y bellamente representados los personajes locos que hacen algo
terrible a causa de su mal, lo cual no significa que un loco “normal”,
corriente, necesariamente “termine” matando a alguien, o si lo hace ocurre en
igual medida que en el mundo de los delincuentes comunes.<o:p></o:p></span></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; margin: 0cm 0cm 10pt;">
<span style="font-family: Calibri;">Decir “fulano es psicótico” por “fulano
es un hijo de puta” también atenta contra la integridad social del niño con
psicosis, una enfermedad maldita. Una vez que se sabe que un niño tiene
psicosis, dejan de frecuentarlo por temor al contagio o el final trágico que
puede desencadenar un loco. No lo invitan a los cumpleaños, no lo dejan
ingresar a una escuela común, mucho menos en un equipo de futbol así sea de
potrero. La gente en la calle siente pena por el niño y la madre que reniega
con una pataleta, pero todo el peso recae en la madre, mientras la sociedad y
la misma familia ignoran esa carga y sigue de largo… <o:p></o:p></span></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; margin: 0cm 0cm 10pt;">
<span style="font-family: Calibri;">Si un niño con psicosis, como todo
niño, se encapricha con algo imposible (el ventilador de un comercio, por
ejemplo) cualquier persona, cualquier transeúnte, se cree con derecho a
dirigirle la palabra para “hacerlo razonar” y “enseñarle”, dos cosas que el
niño sabe hacer perfectamente “cuando quiere”. Cualquiera se cree con derecho a
“corregir “al niño con psicosis quien pone en jaque los estereotipos más
básicos de la sociedad occidental: la propiedad privada, (todo le pertenece),
la educación escolar (aprende de maneras atípicas, sobre todo lo referente al
lenguaje, puede imitar el habla de un animal, el lenguaje de las traducciones
mejicanas de películas de Hollywood), el derecho penal (sus actos son
inimputables en todos los ámbitos).<o:p></o:p></span></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; margin: 0cm 0cm 10pt;">
<span style="font-family: Calibri;">Si el niño con psicosis además es
pobre, es común que lo obliguen a trabajar vendiendo en la calle, o directamente
es obligado a mendigar…si tiene muchos hermanos, el psicótico es condenado a la
marginalidad, hoy, en mi país. <o:p></o:p></span></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; margin: 0cm 0cm 10pt;">
<span style="font-family: Calibri;">En situaciones menos extremas, el
niño con psicosis, interactúa con su entorno bajo el mote de retrasado y <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>sus <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>actos
son vistos con mayor indulgencia, lo cual no lo exime de la hostilidad social.
Nadie desea tener como vecino a un niño psicótico que grita a cualquier hora o
por cualquier cosa (tiene hidrofobia o siente que lo están torturando cuando lo
bañan, necesita gritar con todas sus fuerzas antes de dormir, no soporta dormir
en la cama, etc., etc., etc.).Si su familia vive en una casa alquilada, es
probable que no quieran renovarle el contrato por los ruidos o las actitudes
molestas del niño enfermo.<o:p></o:p></span></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; margin: 0cm 0cm 10pt;">
<span style="font-family: Calibri;">La presencia de un niño con
psicosis pone a prueba la tolerancia del entorno extrafamiliar y la mezquindad
de cada uno frente a lo que cuesta entender. En el imaginario social, el niño
con esta enfermedad tiene que compensar sus arranques con alguna genialidad,
como en la famosa película Raiman, cuando lo más probable es que a cambio de
sus arranques el niño con psicosis no tenga preparado ningún número de circo…<o:p></o:p></span></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; margin: 0cm 0cm 10pt;">
<span style="font-family: Calibri;">Psicosis en el adulto.<o:p></o:p></span></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; margin: 0cm 0cm 10pt;">
<span style="font-family: Calibri;">Es extraño hablar de adultez en los
casos de esquizofrenia ya que la evolución psicosexual de la persona corre por
carriles distintos<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>al de las personas
sanas y lo más difícil de entender es el hecho de que el “correr” que implica
una linealidad cronológica<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>no existe en
la esquizofrenia, tampoco conviene usar la palabra evolución en el sentido de
mejoramiento ascendente ya que la generalidad es que la enfermedad evolucione
en el<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>sentido de un deterioro psíquico cada
vez mayor.<o:p></o:p></span></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; margin: 0cm 0cm 10pt;">
<span style="font-family: Calibri;">Por lo tanto no se puede hablar de
adultez sino de la vida de la persona esquizofrénica<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>más allá de los 20 años de edad época en la
cual se definen con mayor facilidad los rasgos de la esquizofrenia y
probablemente cuente con algún tipo de tratamiento de orden psicofarmacológico.
Los antipsicóticos funcionan sobre el sistema nervioso central inhibiendo o
estimulando la dopamina y otras sustancias de orden químico que sufren
alteraciones y producen alucinaciones visuales, auditivas y táctiles,
alteraciones del sueño y en la alimentación, afasia, movimientos espasmódicos,
risa inmotivada…<o:p></o:p></span></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; margin: 0cm 0cm 10pt;">
<span style="font-family: Calibri;">La apariencia típica del loco con
pelo desgreñado y ropa grande, descolorida, tiene su explicación en el impacto
que provoca en una familia con padre seniles o fallecidos la presencia de un
adulto muchas veces incapaz de acceder al empleo, de generar su propia manutención
por lo que sus allegados no quieren o no pueden “hacerse cargo” de una persona
económicamente inactiva.<o:p></o:p></span></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; margin: 0cm 0cm 10pt;">
<span style="font-family: Calibri;">El loco que se queda sin padres
depende de la caridad, la ropa usada, la pensión que otorga el estado, las
academias de peluquería que necesitan voluntarios.<o:p></o:p></span></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; margin: 0cm 0cm 10pt;">
<span style="font-family: Calibri;">Qué hace un loco para no serlo,
cómo se comporta, qué piensa y cómo vive son cuestiones que de por si ameritan su
desarrollo en apartados siguientes.</span><br />
<a href="http://www.angelfire.com/pe/actualidadpsi/lacan.html" target="_blank">http://www.angelfire.com/pe/actualidadpsi/lacan.html</a></div>Las cosas del quererhttp://www.blogger.com/profile/00649409431389583407noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8273186325140557176.post-54669243616007770062012-03-12T17:29:00.001-07:002012-03-12T17:29:02.872-07:00Bloggeando desde un telefono.Esto es como gritar adentro de un tanque y descubrir el eco...cuando se es niño. Esto de bloggear desde el telefono. Es un eco que nadie mas que uno mismo puede escuchar...Soy una forra porque tengo caracter intratable, sin embargo, siento que sin el apoyo de alguna amiga yo voy a renegar cada vez que caigan un par de gotas. Como una gotera que no recibe arreglo, yo atiendo a la pena cada vez que llueve. Como veo que ya oscurece, yo sufro algo dulce porque el no vendra. Atiendo a mis penas y no tengo amigás que despotriquen conmigo porque llueve y el no viene. Yo sufro en rosa y atiendo a mis penas. Y la culpa se sienta a sus anchas en mi cabeza. Aunque yo pago las cuentas y al peluquero que me fabrico asi como me ven, yo tengo una suave molestia porque el no aparece a pedir perdon. Extraño una madre que tambien atienda mis penas y me mienta un poco , aunque la culpa siempre sera mia y de un polvo apurado que me eche una vez.Las cosas del quererhttp://www.blogger.com/profile/00649409431389583407noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8273186325140557176.post-4683378871713492462012-03-10T14:35:00.000-08:002012-03-10T14:35:30.525-08:00Males menores.<span style="font-family: "Calibri","sans-serif"; font-size: 1pt; mso-ansi-language: ES-AR; mso-ascii-theme-font: minor-latin; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-language: AR-SA; mso-bidi-theme-font: minor-bidi; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-AR; mso-fareast-theme-font: minor-fareast; mso-hansi-theme-font: minor-latin;"><w:sdtpr></w:sdtpr><w:sdt docpart="A7CC1ADDCDDC4420B01D8475E6A961F1" id="89512082" storeitemid="X_702DBC37-D879-4DD6-87D3-93F7B6A43C4C" text="t" title="Título de la entrada de blog" xpath="/ns0:BlogPostInfo/ns0:PostTitle"></w:sdt></span>
<br />
<div class="Publishwithline" style="margin: 0cm 0cm 0pt;">
<strong><span style="font-size: large;"><span style="color: #17365d;"><span style="font-family: Calibri;">Mis maldades.<o:p></o:p><w:sdtpr></w:sdtpr></span></span></span></strong></div>
<br />
<div style="border-color: currentColor currentColor rgb(79, 129, 189); border-style: none none solid; border-width: medium medium 1pt; mso-border-bottom-themecolor: accent1; mso-element: para-border-div; padding: 0cm 0cm 2pt;">
<div class="underline" style="margin: 2pt 0cm 0pt;">
<br /></div>
</div>
<br />
<div class="PadderBetweenControlandBody" style="margin: 0cm 0cm 6pt;">
<br /></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt;">
<span style="font-family: Calibri;">Recién vengo de acompañar a mi hermano a la parada del
colectivo, la cual consiste en un sucucho de chapa rodeado de pastizales, sobre
Ruta Ocho. Una locura ponerse las sandalias con plataformón, pero no me quedó
otra, caso de apuro…La cosa es que en esa esquina baldía ahora hay una cancha
con muy lindo césped y se puede decir que es un espacio recuperado para el
deporte sano. Nada más lejos de lo real, sin embargo: allí se dan lugar las más
oscuras asociaciones que se puedan imaginar. Los “deportistas” son gente
fracasada en sus delirios futboleros, dicho fracaso lo amenizan con litros y
litros de cerveza. Algunos equipos son realmente patéticos: empleados contra
jefes, empleados que invitan a un jefe y le tiran los mejores pases…(no me lo
contaron, yo lo vi).Otros equipos de dudosa procedencia son los “amigos” contra
amigos, puesto que <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>no existe la amistad
en el futbol de canchita alquilada, ya no dejan participar del evento deportivo
a cualquiera que se ofrezca a la ingrata posición del “ falta uno”, los
partidos son meticulosamente programados porque los jugadores , al no ser
profesionales, deben sortear muchos obstáculos : agenda, familia, trabajo,
descanso…<o:p></o:p></span></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt;">
<span style="font-family: Calibri;">No me gustan los equipitos improvisados con la lógica del
“pan y queso” porque desde siempre dejaron afuera a los gordos, los putos, los
rengos, los tímidos y “al chico pobre”, mediocre como los demás, pero sin
dinero suficiente para el pancho, la coca y la cancha misma. Jugar de noche es
más caro, además, por la gran cantidad de energía que demanda la potente
iluminación que imitan los cánones televisivos y dan la sensación de escenificación,
de evento. Los usuarios de este complejo deportivo, salvo excepciones, vuelven
a sus casas en modestos vehículos, pero una o dos camionetas son de algún que
otro jefacho, pequeño o mediano garca. Garca lo defino como la persona que
tiene la mejor onda, las mejores intensiones, pero no dispone de tiempo para
ejercerlas a causa de que todo lo ocupa en hacer guita ( poca o mucha, no
importa el “romperse el orto laburando” para comprarse una camioneta fachera y
muy cara…).Pero a pesar de la modestia de algunos jugadores, el ordenanza cree
que anotar un punto para el equipo del “mejor” lo iguala de algún modo con el
garca que odia pero desearía ser en recónditas fantasías.<o:p></o:p></span></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt;">
<span style="font-family: Calibri;">Sí, les tengo una rara especie de bronca…no a todos los
equipos, los pibes quedan más o menos a salvo de mi prejuicio. Pero los padres
de familia…dudo que introduzcan a sus hijos con la misma pasión a la danza, el
canto, el patinaje, la pintura, las lecturas…La mayoría deja “todo” por un rato
y se imaginan que son mejores jugadores que los otros y anotar un punto los
colma de placer…mientras la doña lucha con los hijos o los amantes, los
peluqueros, los psicólogos, los supermercados chinos, la telenovela
inverosímil…<o:p></o:p></span></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;">
<span style="font-family: Calibri;">Bueno,
el destino quiso que una vez que el gordo se tomó el colectivo, una pelota
volara, acompañada de un profundo UUUUhhhhh!!!!!, dicho a coro por el equipo damnificado.
El balón cruzó la ruta poniendo en peligro el pasaje completo del 303 y el 365,
quedó entre las ruedas de un vehículo particular y se estacionó en Chile y ruta
ocho. Yo crucé en cuanto el tráfico me lo permitió y primero pensé en un gesto
heroico: devolverles la pelota de una patada. Pero a medida que me aproximaba
al balón comprendía que era imposible alcanzárselos de un solo envión y que
sería un papelón mandarla de nuevo a la ruta…Además con las plataformas me era
muy difícil caminar guardando la compostura a sabiendas de que veinte tipos me
estaban mirando caminar de espaldas hacia la pelotita, con mi vestidito corto y
mis tacones y lo único que escuchaba detrás era ¡la pelota!,¡ la pelota!...En
fin, suma de todo y nada, tomé la pelota entre mis manos y les hice un gesto
bastante evidente que vendría a significar “chau”, caminé doscientos metros
hasta mi casa y salvo los gritos, nadie se dignó a correr por la pelota de
cuero negro y naranja (después la vi bien) demostrando <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>así que el deporte es lo de menos en estos
casos …<o:p></o:p></span></div>Las cosas del quererhttp://www.blogger.com/profile/00649409431389583407noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8273186325140557176.post-86830438217714183862012-03-02T06:27:00.000-08:002012-03-02T06:27:51.051-08:00Carta a la Presi.Le quería decir , con todo respeto, que su visión de lo que es un docente atrasa.La maestra normal o el profesor de saco y corbata son fósiles de museo.La mayoría de nosotros somos hijos de obreros y hemos estudiado durante la crisis del 2000, mis primeros sueldos los cobré en patacones que no pude guardar porque los necesitaba para el alquiler.Esos años fueron duros, viajábamos al profesorado colados en el tren, deseábamos la materialidad del libro y nos conformabámos con fotocopias.Yo, lo confieso, he robado porque no tenía libros en qué leer y me parecía que robar libros era como robar pan para comer...Disculpe que sea tan autorreferencial, tal vez no todos los docentes la han pasado tan mal como yo, que en mis primeros años como suplente más que tener vacaciones, me quedaba en la calle hasta marzo, con la incertidumbre de dónde habríamos de ir a parar...yo he salido a vender latas de gaseosas en pleno verano y cuando volvía aplastaba el culo en la silla para traducir Griego y Latín.Como miles de estudiantes en todo el mundo, mientras estudiaba lenguas muertas todo se caía a mi alrededor...<br />
Bueno, le decía que lo de las vacaciones, además de ser un dato erróneo, es muy extraño, con la carga familiar que tengo , nunca me alcanzó este sueldo choto para ir a ningún lado.Las vacaciones las usé para leer, actualizarme, pensar cómo he de vérmelas este año con nuevas lecturas y las net, que aunque a mí no me la han dado, me parece una de las mejores cosas de su gobierno junto con la asignación universal por hijo y la jubilación de ama de casa.<br />
Le quería comentar que de los doce años que hace que estoy trabajando y pagando religiosamente los descuentos por IOMA y Suteba, nunca usé sus servicios médicos hasta el año pasado en que nació mi hijito bebé.Todos los estudios de alta complejidad y el parto mismo (2000 pesos, una ganga para el actor de cine que me dieron a cambio)los pagué de mi bolsillo porque no podía ajustarme a la burocracia de IOMA en los casos de apuro y nunca puedo ajustarme a la burocracia sindical.Me sentí humillada cuando en Suteba General Sarmiento, me pidieron que escriba una nota y documente que fui mamá para que me "den" trecientos pesos y digo:¿Por qué, acaso existe algún compañero que mienta y finja haber tenido familia para currar 300 pesos?Si la burocracia sindical no me cree por el solo hecho de que declar que nació Pablito, que se guarden sus "beneficios".<br />
Señora presidenta, no quiero alquilar más, el banco provincia no me facilita el crédito hipotecario, por motivos burocráticos no figuro como titular porque no salió la resolución (aunque soy titular desde 2007) y eso me impide gozar de los adicionales que me corresponden y el escalafón por antigüedad...Historias así hay miles, ya lo sé, pero yo le digo porque ya que me estoy tomando el trabajo de escribirle esta carta, le comento mi situación...<br />
Por último, le quería decir que me da bronca que la critiquen por cualquier cosa, su aspecto personal, por ejemplo, me encanta que se arregle y use esa ropa que le queda tan bien, las joyas tampoco me parecen mal, usted es millonaria, todos lo sabemos por su declaración pública de patrimonio, por eso no me parece mal que se muestre tal cual es, sin la demagogia de hacerse la dama de hierro.A mí también me gustaría tener el brushing todas las mañanas y usar ropa linda (no digo de marca, que si no, no comemos)y maquillarme tan divina como usted...lo de las joyas no, porque sería una provocación para los estudiantes que se pelean por un panchito que el gobierno, o sea usted, les da para que coman...Las cosas del quererhttp://www.blogger.com/profile/00649409431389583407noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-8273186325140557176.post-35037098449439222902012-03-01T20:59:00.001-08:002012-03-01T21:33:14.443-08:00Una esposa.Una amante.<br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12pt; line-height: 115%; mso-bidi-font-family: Arial;">Escuchó los pasos de su mujer y, por las dudas,
volvió a meter el maniquí en el viejo<span style="mso-spacerun: yes;">
</span>ropero del garaje. Calculó que ya sería la hora de cocinar, así que cerró
todo con llave y fue a la cocina. <o:p></o:p></span></div>
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12pt; line-height: 115%; mso-bidi-font-family: Arial;">Husmeó<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>qué estaba haciendo su mujer. <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Estaba frente al caballete<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>retocando<span style="mso-spacerun: yes;">
</span>con barniz la figura de cuerpo entero<span style="mso-spacerun: yes;">
</span>del muchacho<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>ese que quién sabe
de dónde lo sacó. Seguro era un vendedor de baratijas venido de Argelia de esos<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>que tanto abundan ahora. Era simpático el
negro y sabía tomar mate. Lástima que el pequeño atelier está <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>justo al lado del garaje lo que resulta una
amenaza constante de intromisiones. <o:p></o:p></span><br />
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12pt; line-height: 115%; mso-bidi-font-family: Arial;">Se puso a cocinar un pollo<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>y
mientras calentaba el horno, fue a sentarse al lado de su mujer. Hablaron de lo
bien organizada que estuvo la fiesta de los egresados del conservatorio y de la
ovación que había recibido ella al terminar su sentido discursete. Él la atrajo
hacia sí y le dio un beso en el cuello. Realmente amaba a esa extraña mujercita
gritona y linda, sentía respeto y envidia por su profesión de artista y por su
delirio de grandeza.<o:p></o:p></span><br />
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12pt; line-height: 115%; mso-bidi-font-family: Arial;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Como los dos son socialistas de
palabra y en las acciones, no admiten la posibilidad de tener una señora
inmigrante trabajando en las tareas domésticas, además de que tampoco entra en
el presupuesto, entonces él se ocupa de los pequeños quehaceres de la casa y
sobre todo de la cocina. No le desagrada, al contrario, siente que prepararle
la cena a su señora lo eleva respecto de otros hombres incapaces de vérselas
con empresas tan sutiles .Ella lo inspira y se siente libre entre los
condimentos y el fuego .Su arte es efímero pero vital. <o:p></o:p></span><br />
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12pt; line-height: 115%; mso-bidi-font-family: Arial;">Preparó la mesa y llamó a Estela. Ella apareció en seguida con uno de
sus increíbles atuendos. Quien la viera así vestida pensaría que Estela había
viajado mucho y era mujer de mundo, pero no, siempre dependió de un salario del
gobierno para vivir, aun así, vestía vestidos estrafalarios. Ahora se había
puesto una especie de túnica o más bien un trapo rojo agujereado aquí y allá,
caprichosamente, dejando ver su cuerpito casi infantil. Mientras comían ella
estaba como pensando en algo que le molestaba. De pronto le preguntó si por
casualidad él no había visto un par de aros de fantasía que habían comprado el
fin de semana en la feria de artesanos. Él pensó un momento y le dijo que no,
no los había visto pero estaba dispuesto a buscarlos después de cenar. Ella se
lamentó de no haberlos usado siquiera y temía haber perdido en el camino el
paquetito. Más tarde se fueron a dormir y de la nada ella le empezó<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>a tocar el pene. Tuvieron un orgasmo sin sobresaltos
y se durmieron en seguida. <o:p></o:p></span><br />
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12pt; line-height: 115%; mso-bidi-font-family: Arial;">Al día siguiente Estela trabajaba de mañana así que él se levantó
temprano y fue a comprar el pan. La piba que lo atendía siempre lo miraba con
simpatía y él creía que hasta era posible que se le estuviera insinuando. Este
sentimiento era acompañado de un dejo de superioridad. Creía que si bien la
jovencita era apetecible, resultaba tonta e insulsa al lado del torbellino de
pasiones que era su esposa. <o:p></o:p></span><br />
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12pt; line-height: 115%; mso-bidi-font-family: Arial;"></span><br />
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12pt; line-height: 115%; mso-bidi-font-family: Arial;">Cuando volvió ella estaba llorando frente al espejo. Él la abrazó y le
preguntó por qué esa tristeza y ella le dijo que se había imaginado lo amarga que
sería la vida <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>si a ella le pasara algo y
lo dejara solo. Él sintió una ternura como la que podría experimentar por un
animalito en desgracia y la abrazó con fuerza: “Sin vos me muero”, dijo. Desayunaron
y ella se fue a sacar el auto. Casi siempre, los días que tenía que madrugar,
ella lloraba por cualquier motivo. Él hubiera querido ir corriendo al garaje a
continuar con lo suyo, pero sabía por experiencia que ella podía regresar al
momento porque se había olvidado algo. Así que juntó los restos del desayuno y
dejó preparadas algunas cosas para el almuerzo. <o:p></o:p></span><br />
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12pt; line-height: 115%; mso-bidi-font-family: Arial;"></span><br />
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12pt; line-height: 115%; mso-bidi-font-family: Arial;">Cuando calculó que Estela ya estaría en la escuela de arte, sacó de
nuevo al maniquí de su claustro y le dio un beso. Lo sentó en un sillón sucio
de lamparones de grasa y empezó a peinarlo con esmero. Después le pegó una
pestaña que estaba por salirse y le cambió el vestido. Tenía dos: uno de noche
y otro casual. El primero era un disfraz de sirena de lentejuelas rojas que
Estela se puso una vez hace años para una fiesta. Lo atractivo de ese atuendo
era el escote del cual asomaban los pechos <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>del maniquí. El vestido de día era también de
Estela: cuello de camisa y estampado negro con pequeña florcitas blancas, un
modelito pasado de moda pero con la pollera lo suficientemente corta como para
dejar ver el nacimiento de la cola .Hoy había una novedad, los aros nuevos.
Pensó: “Tengo una sorpresa para vos, puta”. Y le puso los aros. Se desilusionó
de que uno le quedara más alto que el otro. Además como nunca se los había
visto puestos a Estela, no pudo decidir si eran lindos o no. <o:p></o:p></span><br />
<br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12pt; line-height: 115%; mso-bidi-font-family: Arial;">Por supuesto el maniquí tiene nombre, Patricia se llama. Vino a parar a
la casa como tantas otras cosas que Estela traía de la escuela por falta de
lugar. Vaya a saber uno para qué lo usaban esos loquitos de la escuela de arte.
Él sabía que Patricia no era virgen: algún pintor sensible ya la habría
utilizado para saciar sus deseos…<o:p></o:p></span></div>
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12pt; line-height: 115%; mso-bidi-font-family: Arial;">Cierta vez que hicieron limpieza, Estela le dijo que lo llevara en el
auto y lo tirara por ahí. Él obedeció, se fue con el auto hasta un lugar
bastante desolado al costado de la ruta ocho y cuando lo estaba por tirar se le
cruzó la idea de hacerse una paja y eyacular sobre el maniquí, en la boca del
maniquí. Cuando lo dejó<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>trató de ocultarlo
y ponerlo al resguardo de la lluvia. <o:p></o:p></span><br />
<br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12pt; line-height: 115%; mso-bidi-font-family: Arial;">Esa misma noche cuando fue a dejar a Estela en la escuela-trabajaba en el
turno vespertino a veces- pasó a buscar al maniquí y por suerte allí estaba, un
poco despeinado y polvoriento pero con la mirada muy clara y real. Desde
entonces lo tiene oculto en el garaje y su pasatiempo principal es peinar y
maquillar a Patricia para lo que viene después.<o:p></o:p></span></div>
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12pt; line-height: 115%; mso-bidi-font-family: Arial;">Cuando terminó con los aros empezó el juego. Patricia era una enfermera
que salía del trabajo y esperaba el colectivo, en ocasiones él la abordaba como
un caballero y la convencía con un discurso lascivo de ir a coger. a un zaguán.
Otras veces él simplemente la golpeaba y la violaba por andar de noche con
semejante escote y sin corpiño. Durante uno de esos episodios violentos,
cayeron los dos al suelo y las lesiones de ella fueron graves: se le salió un
brazo y se le descascaró la nariz. Él trató en vano de reimplantarle el brazo,
no hubo forma. A pesar de la nariz mutilada, el rostro de Patricia era perfecto
y sus ojos muy expresivos. . <o:p></o:p></span><br />
<br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12pt; line-height: 115%; mso-bidi-font-family: Arial;">Después del acto sexual (porque eso no se sabe si era coger, forcejear,
cualquier maniquí de ocasión no estaba acondicionado para una vida sexual tan
activa). siempre limpiaba al maniquí con una toalla y lo volvía a guardar en el
ropero .<o:p></o:p></span></div>
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12pt; line-height: 115%; mso-bidi-font-family: Arial;">Por otro lado, esta actividad no le impedía desear a su mujer y hacerle
el amor con regularidad. No pensaba en Patricia cuando estaba con ella. <o:p></o:p></span><br />
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12pt; line-height: 115%; mso-bidi-font-family: Arial;">Guardó, como siempre, a Patricia <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>con sumo cuidado de no dejar evidencias. Una
vez se sobresaltó porque </span><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12pt; line-height: 115%; mso-bidi-font-size: 16.0pt;">había sonado </span><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12pt; line-height: 115%; mso-bidi-font-family: Arial;">el timbre y en un descuido imperdonable le había quedado
el vestido <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>sobresaliendo del ropero. Fue
un milagro que Estela no se hubiera dado cuenta de nada. <o:p></o:p></span><br />
<br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12pt; line-height: 115%; mso-bidi-font-family: Arial;">Luego de las precauciones
de rutina, se puso a mirar la tele <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>esperando
el ruido del auto y el portón, pero en lugar de eso sonó el teléfono .Estela le
avisaba que se quedaba a dormir en casa de una compañera que recientemente se
había separado del marido. Bueno, pensó, ella también tenía derecho a pequeños
permisos. <o:p></o:p></span></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12pt; line-height: 115%; mso-bidi-font-family: Arial;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Hizo algo que no había hecho
antes: cenó en compañía de Patricia. Pero le dejó puesto el vestido de día
porque el otro le pareció muy indecente para la mesa hogareña. Parecía que
comían en silencio, pero<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>tenían un
dialogo bastante fluido, él le comentaba los pormenores de la receta y ella le
contestaba con frases humildes y breves, totalmente distintas a los elocuentes
discursos de Estela. Eso lo desanimó un poco, <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>pero no se lo dijo a Patricia que parecía
contenta con el evento. <o:p></o:p></span></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12pt; line-height: 115%; mso-bidi-font-family: Arial;">Después de comer Patricia creyó que la llevaría a la cama matrimonial, <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>pero fue conducida al feo garaje. Esa noche él
tomó el camino de la conquista galante, pero ella ponía cara de absoluta
indiferencia. Entonces él le dio un beso brusco y la agarró del pelo. Patricia
no gimió ni pidió socorro como acostumbraba cuando la violaban. Quizás por esto
mismo a él le costó eyacular. Si Patricia creía que podía ocupar el sitio de Estela
estaba muy equivocada, además, ¿desde cuándo tantos remilgos? La tomó de su
único brazo y la estaba por meter de prepo en el ropero cuando le pareció que
le había susurrado “cornudo”. Entonces la zamarreó y le pegó un cachetazo.” Mañana
la tiro a la mierda”. <o:p></o:p></span></div>
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12pt; line-height: 115%; mso-bidi-font-family: Arial;">Pero Patricia no se asustó porque esta escena no era nueva. <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Cada vez que Estela se va a dormir con uno de
sus estudiantes, él pelea por cualquier cosa, pero al día siguiente parece
olvidar todo. <img class="rg_i" data-src="http://t0.gstatic.com/images?q=tbn:ANd9GcQYnvqkqzUz36D-1va1vHRYnkoQMFXpchKxamDGs6BapOMwpuYAS7PAE7IJ2Q" height="481" name="EQAgfgmajxm2_M:" src="http://t0.gstatic.com/images?q=tbn:ANd9GcQYnvqkqzUz36D-1va1vHRYnkoQMFXpchKxamDGs6BapOMwpuYAS7PAE7IJ2Q" style="margin: 0px 0px 0px -2px;" width="640" /><o:p></o:p></span><br />Las cosas del quererhttp://www.blogger.com/profile/00649409431389583407noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8273186325140557176.post-91069282136977701812012-02-29T17:46:00.001-08:002012-02-29T17:48:51.254-08:00Lo alegórico en Daniel Moyano.La fábrica.<div id="content-wrapper">
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<a href="http://golosinacanibal.blogspot.com/2009/07/la-fabrica-daniel-moyano.html"><span style="color: black;">La
fábrica (Daniel Moyano)</span></a> </div>
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<br />
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-style: italic;">En 1960, <a href="http://www.elortiba.org/moyano.html"><span style="color: #ae4557;">Daniel Moyano</span></a> publica su primer
libro de cuentos </span><span style="font-style: italic; font-weight: bold;">Artista de variedades</span><span style="font-style: italic;"> entre los que se incluye el que pego abajo: "La
fábrica". Estos cuentos, al igual que los de </span><span style="font-style: italic;"><span style="font-weight: bold;">La lombriz</span>
</span><span style="font-style: italic;">(1964), despliegan atmósferas
asfixiantes con una cantidad mínima de elementos narrativos (no por nada Andrés
Avellaneda realizó en los 70 un espléndido artículo narratológico titulado
"Encuentro, pérdida, búsqueda, en los cuentos de Daniel Moyano."). En "La
fábrica", en particular, se tematiza la alienación de un conjunto de hombres que
obnubilados por una fábrica que les promete un futuro promisorio caen en un
círculo vicioso de explotación en el que se oyen claros ecos kafkianos.
Disfruten. </span>
<br />
La palabra surgió de pronto en todas las bocas con un sentido mágico.
Nadie había visto una fábrica en su vida, pero allí estaba la palabra para
asegurar su existencia. La había traído un alemán. Según algunos, la había
pronunciado en un bar, sin convicción alguna, mirando su vaso de cerveza, como
si se le hubiese escapado de la boca. Era duro de lengua y en realidad no dijo
fábrica sino fabrik, cuyo sonido era tenso como un vidrio. Nadie comprendió al
comienzo el hechizo que acababa de producirse. Aquella noche los labradores
siguieron bebiendo en silencio su vino cotidiano y se acostaron sin ningún
presentimiento.<br />
El alemán se marchó al día siguiente, pero volvió dos meses
después para reparar el molino de los Morillo. En aquel pueblo no había
mecánicos, pero el alemán venía a menudo en su Overland modelo 30 con la
carrocería llena de caños, morsas, terrajas, llaves y repuestos para molinos. La
palabra que él había pronunciado un par de meses antes se había convertido ahora
en una especie de oración cotidiana. Todo el mundo hablaba de la fábrica y de
sueldos increíbles, todo el mundo tenía la esperanza de poder ir allá algún día
y ganar sumas fabulosas.<br />
Cuando el alemán volvió y los labradores le
preguntaron sobre la fábrica, respondió afirmativamente, pero sin convicción,
como la primera vez, cuando anunció el prodigio. Dijo que era cierto y que
efectivamente se ganaba mucho. Entonces nadie vaciló más.<span class="fullpost"><br />Pero había varias leguas hasta la ciudad donde estaba la
fábrica y el viaje era muy costoso. A pocos meses de la segunda entrada del
alemán, uno solo, Ceballos, había logrado partir. Todos lo envidiaban y hablaban
de sus defectos, pero tiempo después comenzaron a elogiar su decisión y a
atribuirle poderes absolutos sobre las mujeres, las bebidas caras y los lugares
prohibidos. Y nadie lo veía ya como había sido, con su sombrero de trapo, cuyas
alas caían sobre su frente como el ruedo de un vestido; pero tampoco podían
imaginarlo de otro modo porque un buen traje y un buen sombrero eran muy poco
para el poder fabuloso que otorgaba el hecho de trabajar en la fábrica. De
manera que Ceballos era un hombre invisible que existía sin embargo y que allá
lejos dominaba el mundo a su antojo.<br />Nadie hablaba de la fuga que se
preparaba, pero todos habían decidido partir secretamente, ganar la delantera
por si fallaba algo. Temía cada uno para sí que la fábrica no pudiese albergar a
tantos, de modo que casi nunca hablaban del asunto, y si lo hacían jamás
mencionaban la posibilidad de partir. Pero, reunido el dinero para el pasaje,
salían subrepticiamente. Bastaba tener el dinero para el viaje solamente, porque
sin duda todo lo demás quedaba a cargo de la fábrica.<br />Una mañana, en el
apeadero ferroviario, que estaba a poco menos de un kilómetro del pueblo,
Alcántara esperaba impaciente la llegada del tren, Al fin partiría, como
Ceballos, hacia la riqueza. El tren pasaría a las cinco de la mañana. Le quedaba
casi media hora para regocijarse a sus anchas. ¡Cuántas cosas dirían de él al
otro día! Sería un héroe. Ahora trabajaba en la fábrica. En eso vio moverse una
sombra en el camino. Era Antúnez, que traía una valija bamboleando en la mano.
Se sorprendieron al comienzo y se miraron con desconfianza, pero no tardaron en
urdir una especie de complicidad. Después de todo el trabajo sobraría. Las
fábricas eran grandes. En seguida, uno por uno, llegaron Pereyra, Gómez, Ramos,
Buitrago, Camaño y Charaviglio. Entonces llegó el temor. Todos se sentían
sustituidos, traicionados, y el desaliento los sobrecogía. Pero Buitrago, armado
de valor, encomió la grandeza de la fábrica. Aquello era algo monumental. No
había por qué tener miedo porque el trabajo no faltaría. Todos creyeron al pie
de la letra, como suelen creer los aterrorizados. Buitrago, naturalmente, no
tenía la menor idea sobre lo que podía ser una fábrica. Y aunque todos sabían
que hablaba por hablar, que lo que decía no tenía ningún fundamento cierto,
aceptaron a medias sus conceptos. Después que habló Buitrago llegaron todavía
Rodríguez y Arguello, que alcanzaron a oír las últimas palabras del discurso.
Los últimos fueron Santucho, Velárdez, Sandoval y Pacheco.<br />Cuando bajaron del
tren empezaron a caminar como ebrios. Antúnez miraba hacia arriba como buscando
la fábrica. Cerca de la estación, en una especie de playa, había un camión
reluciente. Cuando pasaron por allí, mirando hacia los cuatro puntos, el
conductor del camión, maravillosamente vestido, los llamó con un movimiento de
la mano. Poco después estaban todos en la carrocería del vehículo viajando, por
los últimos suburbios de la ciudad, hacia la fábrica. Santucho no quería
explicarse, como otros, ese encuentro milagroso con el camión, que les permitía
ahora estar viajando hacia la fábrica sin dudas ni búsquedas de ninguna
naturaleza, y desechando toda explicación lógica pensaba que todo se debía al
poder absoluto de la fábrica.<br />El camión había salido de la ciudad y se
hallaba ahora en campo abierto. No se detuvo en la garita policial. El policía,
viendo que se trataba del camión de la fábrica, hizo una venia respetuosa y lo
dejó pasar; el conductor levantó apenas una mano del volante para saludarlo.
"Claro, es la fábrica", pensaba Santucho e imaginaba que ella era como un ser
humano con atributos tales como ternura, bondad, generosidad y
paciencia.<br />Estaban en pleno campo y la fábrica no aparecía. El camino era de
cemento, impecable, limpísimo, construido por la fábrica para su uso exclusivo.
Alcántara, alto y flaco, estiraba el cuello de vez en cuando como para
atisbarla. El camión comenzó a subir una cuesta. No le daba trabajo subir, pese
a la cara que llevaba, y parecía deslizarse suavemente hacia abajo. Sin embargo
subía. Cuando el camión llegó a la cúspide el deslumbramiento fue total. Allá
estaba, imponente, eterna, poderosa, una mole de hierro y de cemento que turbó
el ánimo de todos. Pacheco sintió que el corazón latía fuertemente y que tenía
miedo. Siempre que había amado algo, también lo había temido.<br />El primer día
no hicieron casi nada. Los llevaron por diversas dependencias, pincharon sus
venas, desnudaron sus cuerpos (quizás no seamos totalmente hombres, pensaron
algunos con temor), les preguntaron por sus padres y por sus abuelos,
fotografiaron por dentro sus huesos y sus visceras, firmaron montones de papeles
y finalmente conocieron el campamento donde dormirían desde esa noche.<br />Los
días pesaban más dentro de la fábrica, pero la idea de las sumas fabulosas que
cobrarían a fin de mes pesaba mucho más. Parecía una locura ganar tantos pesos
por día, pero era cierto y así lo quería la fábrica. Un día Sandoval tuvo
algunas dudas y quiso averiguar la verdad. Quería saber por qué ganaban tanto,
hablar con alguien que pudiera explicarlo todo. Pero en la puerta de la oficina
que le indicaron decía <span style="font-style: italic;">Do not slam the
door</span>, que él tradujo inmediatamente por "No se permiten preguntas", y se
volvió explicándose a sí mismo lo que iba a preguntar, es decir, no explicándose
nada, porque ahora se daba cuenta de que si hubiese entrado no habría sabido qué
decir finalmente.<br />La leyenda de la puerta, pensaba Sandoval, coincidía con
las respuestas que, según Pacheco, daba la muchacha de la entrada principal.
Pacheco fue el único que vio la entrada principal de la fábrica. Todos habían
entrado directamente por la planta de trabajo, de modo que no conocían todavía
el frente del edificio, que sin duda sería imponente. Pacheco, durante el ir y
venir del primer día, se desvió en un momento dado de los pasillos por donde los
conducían y se encontró de pronto ante una inmensa fachada de aluminio. Vio muy
poco, porque para ver todo hubiera necesitado alejarse unos cien metros, pero
podía imaginar el resto. Cuando quiso entrar no encontró la puerta por donde
había salido, caminó unos metros y se halló en una inmensa sala de vidrio
salpicada de guardianes uniformados. Cuando uno de ellos le dijo que se
retirara, él había alcanzado a ver y oír a una joven bellísima que sabía a la
perfección cuanta pregunta se hiciera sobre la fábrica. Parecía una mujer
edénica explicando a los que quisiesen las maravillas del mundo. Sus respuestas
eran siempre breves y perfectas. Los que acudían a ella lo hacían generalmente
para pedir algo, y ella respondía siempre con frases tales como "No damos tal
cosa", o bien "Damos tal cosa". Al lado de la muchacha (y esto lo advirtió
Pacheco mucho tiempo después de haberlo visto) había un joven exactamente igual
a ella en belleza y donaire. Su aspecto general era el de un Adán perfecto,
cinematográfico, y al verlos juntos había que pensar inmediatamente en un
idilio. Sin embargo se detestaban. Escasamente hablaban entre ellos (salvo
cuando se consultaban para poder brindar un servicio mejor) y sus miradas tenían
rasgos fugaces de una ira velada y contenida. En realidad eran un solo ser
perfecto, apenas separados por el sexo, suavemente lejano.<br />El día de pago se
acercaba rápidamente y costaba acostumbrarse a la idea de cobrar tanto dinero a
fin de mes. Parecía mentira, y Pacheco creía a ratos que, aunque fuese cierto,
algún suceso imprevisto evitaría a último momento esa certeza. Por la noche
sacaba cuentas y se decía que tanto dinero por mes significaba muchos pesos por
día muchos pesos por hora, y hasta por minuto, y <span style="font-style: italic;">ahora</span> estaba ganando dinero, en ese minuto, el
dinero se acumulaba inexorablemente, sin término, y el solo hecho de existir
significaba dinero. Y pensaba que los sábados por la tarde y los domingos no
trabajaban, de manera que la fábrica les pagaba también el descanso. Ella había
tomado sus existencias y les pagaba por todos los minutos de vida. Hasta la
muerte estaba prevista en unas planillas, donde constaba que al morir ellos sus
herederos cobrarían cierta cantidad de dinero.<br />La sección donde trabajaba
Pacheco era una pieza de dos por tres, con muchos estantes y cajones llenos de
tarjetas. Su tarea era mantener o guardar el orden, pero se trataba de un puro
principio, porque todos sus jefes sabían que allí no podía haber orden y que no
lo había habido nunca, salvo el primer día, cuando se abrió la fábrica. Era una
especie de oficina de desperdicios administrativos, con numeraciones más bien
falsas y documentos fingidos. El orden era simplemente visual. Aunque los
cajones fuesen iguales, adentro, entre las tarjetas, figuraba el principio de un
caos. Se sabía que era imposible evitarlo por la propia naturaleza de los
documentos que allí había, pero él debía tratar de hacerlo, quizás por respeto a
alguna ley íntima de la fábrica. Si después de largos esfuerzos lograba
restablecer parcialmente el orden al cual se aspiraba, un papelito más que
llegara destruiría todo lo hecho. Y eso no significaba en modo alguno que él
fuese inútil, como lo había pensado muchas veces, y que tuviesen que echarlo,
porque justamente para ese juego imposible lo había empleado la fábrica. Quizás
él tuviese que ser, en todo caso, una simple presencia del orden. Lo trasladaron
a esa sección desde que los capataces advirtieron que era un poco atolondrado y
que una grúa le había rozado la cabeza. El último día del mes estaba próximo, el
dinero estaba muy cerca de ellos, pero ellos eran otros. En tan poco tiempo la
fábrica los había transformado. Pacheco advirtió el cambio. Sentía que soñaba
menos y que hablaba de otro modo. Atribuyó el cambio al hecho de haberse
desnudado el primer día. Por eso se había convertido en un hombre de la fábrica.
Pero la certeza de ser otro la tuvo cuando recibió la carta de su mujer. Durante
los primeros días Laura seguía siendo para él ese cuerpo cálido que con su
desnudez lo protegía de la lúbrica y que lo esperaba allá lejos para cuando
terminaran los días nuevos con sus infinitas imposiciones, pero ahora había
perdido la percepción de aquella intimidad clara y transparente. La carta y las
cosas que en ella decía su mujer eran cosas anteriores al conocimiento de la
fábrica, y parecían superfluas.<br />El día anterior al pago fue deprimente. Todos
andaban silenciosos, como secretamente cómplices de algún acto reprochable.
Pacheco, desde su piecita, podía observarlos detenidamente mientras iban y
venían por la planta, y los veía como mutilados. A Santucho, por ejemplo, le
faltaba una pierna; a Charaviglio, un brazo; a Antúnez, los dientes; a Pereyra,
una oreja. Hasta Arguello, que todos los días se asomaba para decirle <span style="font-style: italic;">así que a fin de mes va a haber plata</span>, con una
reiteración obsesiva, pasó ese día sin decir nada, y solo atinó a guiñar un ojo.
Y no era que hubiesen variado las cosas, que hubiera algo que temer: la fábrica
era siempre la misma y cumpliría con su promesa de pagarles, seguía siendo esa
entidad poderosa que habían presentido cuando el alemán pronunció la palabra.
Pero era terriblemente sorda, inconmovible, y jamás hubiera podido equivocarse,
o ser una simplificación o la medida de sus necesidades. Ella superaba sus
sueños y sus cálculos, incluso sus facultades receptivas. Era desmesuradamente
cierta cuando ellos hubieran preferido que no fuera tan poderosa, que tuviera
algún instante de debilidad.<br />De manera que era cierto, y al día siguiente
cobrarían, tendrían en sus manos una cantidad de dinero que de otra manera
hubieran tardado años en reunir. Esa noche, agitados en sus catres, no podían
dormir. Iban a ser poderosos, iban a poder hacer muchas cosas vedadas, ni
siquiera presentidas. Velárdez juraba que compraría por lo menos cien velas para
San Cayetano, que encendería simultáneamente junto a un gran cuadro que haría
hacer del santo. Gómez temblaba pensando que todos le robarían, los muy malditos
le robarían el dinero que él había ganado en la fábrica. Ramos tendría todas las
mujeres que hubiera, se acostaría con dos juntas cada noche, para eso pagaba.
Pacheco sentía que en realidad no necesitaba ese dinero. Laura se lo había dicho
unas horas antes de partir: "Vamos a tener que estar separados, por un poco más
de plata". Pero era absurdo oír esa frase después de haber estado en la fábrica.
Eran palabras tontas, infantiles como las de la carta. Nunca hubiera imaginado
que Laura fuese tan tonta.<br />A las diez de la mañana Alcántara asomó la cabeza
por la ventana de la pieza donde trabajaba Pacheco. "¿Cobraste?", preguntó.
Cerró con llave y se fue a cobrar. Le dieron el sobre y firmó una planilla. Eso
era todo. El dinero estaba allí, en sus manos. Después lo contaría.<br />Esa
tarde, en el campamento, decidieron ir a la ciudad. Mientras se vestía, Pacheco
pensaba en el instante en que bajaron del tren. La ciudad era ya la fábrica, el
deslumbramiento, el orden, la riqueza, pero él extendía los ojos y no la veía
por ninguna parte. Quizás fueran puras invenciones del alemán y de todos ellos;
quizás fuese solamente la palabra. Sin embargo habían cobrado y ahora tenía el
dinero en el bolsillo: dos mil, tres mil, cuatro mil, cinco mil...<br />Un camión
de la fábrica los llevó hasta la entrada da de la ciudad y volvió
inmediatamente. Todavía era de día y había algunos negocios abiertos.
Charaviglio compró un traje nuevo y tiró el otro en un baldío. Velárdez compró
zapatos y guantes, pero conservó los zapatos viejos, que llevaba bajo el brazo
atados con un hilo. Y casi todos ellos, por un capricho unánime, compraron
sombreros de paja que correspondían a una moda en desuso pero que un turco
previsor guardaba en polvorientos cajones. En todas partes les preguntaban si
eran de la fábrica. Antúnez respondía con severidad, de acuerdo con el respeto
con que formulaban la pregunta. Alguien a quien conocieron en un bar céntrico
prometió) llevarlos adonde había mujeres, les habló de baños turcos y de casas
de juego. El hombre parecía conocer maravillosamente bien todos los lugares,
donde uno podía entregarse a algo distinto, donde podía gastarse largamente y
olvidar el zumbido de la fábrica. La idea los entusiasmó un rato, pero
prefirieron seguir por su cuenta, descubrir ellos mismos esos lugares
codiciados. De modo que lo incorporaron al grupo para utilizarlo a su debido
tiempo. El hombre, flaco pero robusto, siempre risueño y servicial, bebía
alegremente. Todo lo hacía complacido y aclaraba a cada rato que él no tenía
dinero. "Ya van a ver cuando estemos en La Gruta, con pocas luces y muchas
mujeres", decía, pero los otros entraban a cuanto tugurio encontraban, los más
feos y sucios, y lo obligaban a participar de sus alegrías pueriles, de sus
pequeños placeres, de sus chistes tontos e inocentes. El hombre se desesperaba a
ratos y les decía que estaban desperdiciando la plata, perdiendo cosas mejores y
gastando el tiempo en bolichitos de mala muerte. En eso Arguello lo llamó "señor
mago" y todos ellos festejaron la ocurrencia con risotadas.<br />Hacia las dos de
la mañana llegaron a un bar suburbano, grande y sucio, ubicado cerca de una
estación de ferrocarril. El mago se desesperaba. ¡Cuánto mejor hubiera sido
estar en La Gruta, entre mujeres cimbreantes! El tocadiscos automático tocaba un
tango, y un japonés dormitaba con la cabeza apoyada en el mostrador. Dejaron los
sombreros sobre una mesa grande y juntando tres o cuatro de ellas se sentaron
alrededor. Por indicación del mago pidieron cerveza, que "neutralizaba los
efectos del vino". Pacheco bebía y se deleitaba oyendo el ruido de la máquina de
preparar café. Era un ruido reposado, como si la máquina, ya dormida, respirara
suavemente. La oía a través de las voces de sus compañeros y de los tangos
melosos que cantaba Charaviglio. El mago hacía gestos de disgusto y engullía
grandes cantidades de papas fritas. Habían llegado a la saciedad, pero
permanecían allí como para ver qué había más allá. Tenía que haber algo mejor
sin duda alguna.<br />Pacheco apoyó la cabeza contra la mesa. Hacía un buen rato
que sentía los efectos del alcohol. Con todo lo bebido, apenas había gastado
cien pesos. ¡Y cuánto dinero le quedaba todavía! Cerró los ojos y vio que más
allá de la saciedad habían matado al japonés. Tenía dos venas al aire. Por una
brotaba sangre y por la otra el mago le echaba vino con una botella. Velárdez
caminaba por el techo y Antúnez orinaba una por una las botellas de los
estantes. Alguien había amontonado todas las mesas en el centro del salón y con
ellas y los sombreros encendían una gran fogata. Entonces venían mujeres
desnudas para apagar el incendio, pero en vez de arrojar al fuego el agua de los
cántaros danzaban con ellos, mientras un italiano, sentado sobre la máquina del
café, tocaba una guitarra larga hasta el suelo.<br />Alzó la cabeza y miró. Casi
todos sus compañeros dormitaban, borrachos, inclinados sobre las mesas. Se
levantó. El aire fresco lo reanimó y empezó a caminar despacio. Cuando se acordó
había salido de la ciudad. Unas malezas duras le rozaban los tobillos. Caminó
mucho en la oscuridad hasta que vio brillar la luna. Al rato oyó el rumor lejano
de la fábrica, a la izquierda. Avanzó entonces en dirección contraria, para no
oír, pero el rumor, aunque debilitándose, persistía.<br />Estaba en medio del
campo, rodeado de horizontes, con el dinero en el bolsillo. Metió la mano para
contarlo otra vez: mil, dos mil, tres mil, cuatro mil... El rumor de la fábrica
se había perdido, pero le quedaba el recuerdo en los oídos. Se sorprendió
queriendo contar otra vez el dinero. Se acordó de pronto de una historia leída
en una revista de historietas. Se llamaba "El ahorcado". Era la narración de un
hombre que perdía mil pesos ajenos y se ahorcaba. Lo rodeaban hombres jóvenes y
alegres que bailaban debajo de un árbol, entre una lluvia de billetes. El
ahorcado y el dinero y el árbol también bailaban. Dos mil, tres mil, cuatro mil,
cinco mil...<br />Se detuvo. Había andado mucho y tendría que caminar rápido para
llegar antes de que sonara el pito de la fábrica. No sabía qué hora era, pero el
pito comenzaba a sonar cuando el cielo estaba como ahora.<br />El cielo estaba muy
claro cuando llegó al bar. Un instante antes de entrar vio a Charaviglio
cantando dentro del tocadiscos, sin cabeza. Todos estaban ahorcados. El japonés
y el mago y las sillas y las mujeres desnudas y las baldosas y las mesas
bailaban. Una lluvia de billetes rosados y azules caía desde el techo. En un
ataúd enorme, en medio del salón, yacía Laura. Todos sus compañeros, a manera de
homenaje, habían depositado sobre el cajón sus sombreros de paja. Cuando entró
por fin, Argüello, desde lo profundo de su cara tostada, guiñó un ojo. Era el
único despierto. Los demás dormían sobre las mesas. Algunos tenían los sombreros
puestos. Charaviglio roncaba con la boca abierta. El japonés barría el piso.
Entonces Pacheco comenzó a despertarlos sacudiéndolos en sus sillas y señalando
la hora en el reloj de la pared. Eran las seis menos cuarto y sin duda ya no
tendrían tiempo para llegar a la fábrica. Sin duda los' despedirían a todos por
llegar tarde. No querían despertar, pero cuando alcanzaban a ver la hora
saltaban de sus sillas como resortes. La idea de llegar tarde los
sobrecogía.<br />Salieron a la calle y oyeron un rumor suave y rítmico entre la
oscuridad indecisa, como un gran animal que respiraba en su cueva. Se acercaron.
Era un camión de la fábrica, que los esperaba. Cuando subieron todos, sin
asombro, el conductor encendió los faros y apretó el
acelerador.</span><br />
<br />
Afanado de:http://golosinacanibal.blogspot.com/2009/07/la-fabrica-daniel-moyano.html</div>
</div>
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</div>Las cosas del quererhttp://www.blogger.com/profile/00649409431389583407noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8273186325140557176.post-68879262805074730932012-02-27T09:47:00.000-08:002012-02-27T09:47:46.310-08:00Las maestras nos hacían formar en el patio mientras se realizaba la requisa de piojos.<br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt;">
<span style="font-family: Calibri;"><span style="color: cyan;"><span style="font-size: large;">Las maestras nos hacían formar en el patio mientras se
realizaba la requisa de piojos. A mi hermana y a mí siempre nos hacían salir de
la formación para pasar al frente a reunirnos con los otros escasos
infortunados cuyo análisis había resultado positivo. El tal análisis consistía
en pasarnos las puntas de dos biromes por el cuero cabelludo para detectar la pediculosis.
En quinto grado tuvimos la suerte de tener una señorita que vaya uno a saber
por qué, pasaba por alto <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>los molestos
habitantes de nuestras cabelleras y no solo eso, mandaba al frente a los impecables.
Año tras año escuchábamos el sermón del padre Itálico que, micrófono en mano,
decía que la pobreza no era excusa para estar sucios, que los piojos eran la
concreción de las peores acciones y valores: la pereza, el vicio. El padre Itálico
decía que él había sido niño durante la guerra y a pesar del hambre jamás había
alojado piojo alguno y que si hacía falta su madre le untaba el pelo con kerosén,
lo cual era infinitamente mejor que andar mugriento.<o:p></o:p></span></span></span></div>
<span style="font-family: Calibri;"><span style="color: cyan;"><span style="font-size: large;">La escuela era, ahora lo sé, una
humilde parroquia de un humilde barrio suburbano, pero por aquel entonces nuestros
padres la consideraban de una categoría muy superior a la de la escuela pública
que estaba enfrente, placita de por medio. Bueno, tenía una campana y coro, la
pintura siempre al día y casi todas las maestras eran rubias. Otra cosa que a
los padres les parecía bien: en los recreos nos separaban de los varones. El
patio de atrás donde les tocaba a ellos, era tabú, no se podía cruzar so pena
de expulsión. Esa palabra equivalía al ostracismo, nos parecía que fuera de “La
sagrada familia” no había nada, salvo una marginalidad honda como un pozo.<o:p></o:p></span></span></span><br />
<span style="color: cyan; font-size: large;">
</span><br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt;">
<span style="font-family: Calibri;"><span style="color: cyan;"><span style="font-size: large;">La pobreza era mal vista por dios quien la consideraba el
resultado directo de la desidia y la pereza. <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Progreso, en cambio, <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>llegar a ser propietario, era la
representación del visto bueno del señor Dios. Esto lo aprendimos bien pronto y
en estos términos, así, el sabor del recreo estaba cargado de significaciones <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>sociopolíticas y de hecho, en el pequeño
bufet, muchos de nosotros ya éramos tempranamente catalogados como morosos. <o:p></o:p></span></span></span></div>
<span style="color: cyan;"><span style="font-size: large;">
<span style="font-family: Calibri;">Las oraciones de madrugada, el peinado con dos colitas, el
bochinche de los más chiquitos, el olor a papel y a goma eran parte del
repertorio de reminiscencias <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>entrañables
de la escuela primaria. Éstos y muchos otros recuerdos permanecían sepultados
hasta hace unas <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>horas atrás en que abrió
la puerta<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>una anciana enclenque que venía
a que le tiñan el pelo. Tenía la calaverita semi calva y usaba unos ajustados
pantalones con estampado de leopardo. Sus ojos saltones estaban enmarcados por
una gruesa capa de polvo azul. Con mi hermana la reconocimos en seguida y sin
decirnos nada estuvimos de acuerdo en darle un<span style="mso-spacerun: yes;">
</span>tratamiento especial a la maestra jubilada. Pusimos el cartelito de
“cerrado” para que no ingresaran nuevas clientas dado que ya se aproximaba la
hora del almuerzo. Le dije a una de nuestras empleadas que le preparara café y
le hiciera un masaje capilar. Hace ya diez años que tenemos el salón en el
centro y desde entonces han aparecido uno a uno casi todos los fantasmas del
pasado por lo que no nos extrañó la legendaria presencia.<o:p></o:p></span></span></span><br />
<span style="color: cyan; font-size: large;">
</span><br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt;">
<span style="font-family: Calibri;"><span style="color: cyan;"><span style="font-size: large;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>La señorita Ana vivía
todavía, había sido nuestra maestra en cuarto grado y su recuerdo me aparece
asociado al mundial de futbol de México 86. Siempre nos hacía pasar al pizarrón
y antes de dictarnos el problema, se interrumpía para exigirnos una postura
adecuada: piernas juntas y espalda derecha, el mentón hacia el frente y la boca
cerrada. Este último mandato era imposible de cumplir para mi hermana ya que tenía
los dientes hacia fuera como un conejo, o peor aún porque además estaban separados
y torcidos, le era imposible cerrar la boca por completo. Como es natural, se
ponía roja de ira y de vergüenza. Un día, la señorita Ana nos dijo por lo bajo “piojosas”. Nos
dio tanto miedo que hicimos como si no hubiéramos escuchado nada. Ese día la
señorita estaba enojada y entró al salón ruciándonos con desodorante de ambiente
que por ese entonces era un producto bastante rudimentario y tóxico sobre todo
para mi hermana que era asmática y tenía alergia a los aerosoles. “Alérgicas a
la limpieza son ustedes” nos dijo delante de todos. Justo era mi cumpleaños y
como era costumbre, yo había llevado caramelos para compartir con los compañeros.
Cuando sonó el timbre del recreo los repartí pero nadie los aceptó, ni siquiera
el gordito Sotelo.<o:p></o:p></span></span></span></div>
<span style="color: cyan;"><span style="font-size: large;">
<span style="font-family: Calibri;">Teníamos una
compañera que era la única que nos hablaba, se llamaba Alicia, y si bien no era
tan pobre como nosotras, también la discriminaban por ser bigotuda. Bueno, el
caso es que la señorita Ana lentamente la fue apartando de nosotras dándole
pequeños privilegios como por ejemplo encomendándole que tocara el timbre, que
lavara su tacita o que cargara su bolso al bajar las escaleras, para cuando repartí
los caramelos de mi cumpleaños, tampoco la Alicia los quiso. Hasta el día de
hoy me viene la imagen de los caramelos abandonados en los pupitres…Otra de las
manías de la señorita Ana era pasar por alto la inteligencia de mi hermana que
mal que le pesara era muy superior a la del resto nosotros por ese entonces.
Todos los años ganaba en alguna categoría de los pequeños y pomposos
campeonatos de habilidades que organizaba la escuela: Maratón de Lectura,
Olimpiadas de Matemáticas, Concursos Literarios . Sin embargo ese año no obtuvo
siquiera una mención puesto que no había pasado la preselección a cargo de la maestra.
Ése año tampoco pude participar actuando en los actos patrióticos. Llegué a
desear estar enferma para no ir a la escuela. Ahora que lo pienso supongo que
todos tenemos entre los recuerdos de la escuela algún personaje lamentable, ya
sea una maestra <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>injusta, o un compañero
abuzon.Quisiera saber qué cosas hacen las personas para olvidar ese rencor. <o:p></o:p></span></span></span><br />
<span style="color: cyan; font-size: large;">
</span><br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt;">
<span style="font-family: Calibri;"><span style="color: cyan;"><span style="font-size: large;">Le dijimos a las chicas del salón que salieran a almorzar,
que ya las alcanzaríamos. Si bien en su momento imaginé varias venganzas o
reprimendas posibles para mitigar el escarnio causado por la señorita Ana, eso
era cuestión del pasado y nunca hubiera imaginado la escena del reencuentro.
Supongo que este será el momento de presentarse y hacer mención a lo ocurrido
recordándole quizás su mal carácter ¿Mal carácter? Yo diría que algo más que
eso…En fin, la vieja se pondría colorada y nosotras, en un gesto magnánimo, le
regalaríamos el tratamiento capilar. <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Así
de injusta es la vida. Algo que nos machacaron bien en la escuelita parroquial
era la virtud del perdón. En uno de los cuartos de servicio, me puse a mezclar
los colores de la tintura tomándome mi tiempo, a mi hermana todavía le faltaba
cortarle el pelo a la vieja. Parecía que hablaban muy animadamente. Mire mi
cara en el espejo y me puse a leer un menú del bar abandonado en la repisa.
Éste es un buen momento de mi vida y puedo mirar a la señorita Ana como desde
un parapeto que me pone a salvo de cualquier humillación. He <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>ganado prestigio en mi profesión, <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>dinero no me falta, conozco <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>el mundo, tengo marido y amante. Terminé de mezclar
los colores y escuché a ver si podía captar de qué estaban hablando…me acerqué
sorprendida del repentino silencio de la señorita Ana. Mi hermana hablaba sola
porque la señorita <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>ya no podía moverse
aprisionado como estaba su cuellito de gallina con una toalla blanquísima. Todo
fue mucho más sencillo de lo que hubiera imaginado, pues su cuerpo seco cabía
perfectamente una bolsa de consorcio. No fue tan terrible como parece, así
narrado, mi hermana no perdió el dominio de sí en ningún momento. No voy a
negar, sin embargo, que experimenté cierta tensión cuando después de acomodar
todo tuve que volver porque un zapato había ido a parar debajo de uno de los mostradores.
Por último, la espera interminable en el bar de en frente <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>hasta la hora en que pasó el camión
compactador de residuos con su alegre tronar nocturno. Y fue un verdadero
alivio, porque en esta ciudad los servicios públicos funcionan muy mal. <span style="mso-spacerun: yes;"> </span><o:p></o:p></span></span></span></div>Las cosas del quererhttp://www.blogger.com/profile/00649409431389583407noreply@blogger.com2José C. Paz, Buenos Aires, Argentina-34.5151052 -58.766246099999989-34.5481862 -58.817492099999988 -34.4820242 -58.71500009999999tag:blogger.com,1999:blog-8273186325140557176.post-81168732606947128722012-02-26T05:08:00.003-08:002012-02-26T11:34:35.693-08:00Películas prohibidas.<br />
<div align="center" class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: center;">
<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span lang="ES" style="font-size: 16pt; mso-ansi-language: ES;"><span style="font-family: Calibri;">PELICULAS,
MUÑECAS Y PELUQUEROS.<o:p></o:p></span></span></b></div>
<br />
<br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt;">
<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="ES" style="font-size: 14pt; mso-ansi-language: ES;"><span style="font-family: Calibri;">Muñecas<o:p></o:p></span></span></i></b></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt;">
<span lang="ES" style="font-size: 14pt; mso-ansi-language: ES;"><span style="font-family: Calibri;">El reparto de muñecas seleccionadas para el film toma sus roles no en
función de un perfil (encanto inmanente, trayectoria, formación actoral, etc.)
sino en relación a la apariencia y actitud que adoptan por contraste.
Emperatriz y Soraya, por ejemplo, juntas o separadas tienen (quizá por ser
articuladas) un porte esbelto y altivo, pero puestas en escena junto a la
colosal Verónica, aparecen mezquinitas y apocadas (todo indica entonces que el
destino de la Barbie no es la pasarela sino la humilde bandejita de criada).</span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt;">
<span lang="ES" style="font-size: 14pt; mso-ansi-language: ES;"></span><span lang="ES" style="font-size: 14pt; mso-ansi-language: ES;"><span style="font-family: Calibri;">El argumento del film surge de situaciones improvisadas por las muñecas
aunque el guion definitivo es redactado por el director y sobreimpreso en la
película.<o:p></o:p></span></span></div>
<span lang="ES" style="font-size: 14pt; mso-ansi-language: ES;"><span style="font-family: Calibri;">Dada la naturaleza rígida de estas muñecas es necesario acentuar las
caracterizaciones mediante el maquillaje, el vestuario y fundamentalmente, el
peinado.</span></span><br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt;">
<span style="font-family: Calibri;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="ES" style="font-size: 14pt; mso-ansi-language: ES;">Peluqueros.</span></i></b></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt;">
<span lang="ES" style="font-size: 14pt; mso-ansi-language: ES;"><o:p><span style="font-family: Calibri;"> </span></o:p></span><span lang="ES" style="font-size: 14pt; mso-ansi-language: ES;"><span style="font-family: Calibri;">Es lamentable, pero así como les debemos la muerte y resurrección de las
actrices, también recae en ellos la culpa de infinitas frustraciones. Son ellos
(y no los autores) los que marcan el límite de lo posible y lo inasible de la
imaginación.<o:p></o:p></span></span></div>
<span lang="ES" style="font-size: 14pt; mso-ansi-language: ES;"><span style="font-family: Calibri;">Otros retrocesos, ya no del orden retórico, son causados por esos
peluqueros ávidos de celebridad: a veces discuten días enteros un peinado, quién
peina a la Verónica, quién usa la tijera grande y quién a de conformarse con la
chiquita.<o:p></o:p></span></span><br />
<br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt;">
<span lang="ES" style="font-size: 14pt; mso-ansi-language: ES;"><o:p><span style="font-family: Calibri;"> </span></o:p></span><span style="font-family: Calibri;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="ES" style="font-size: 14pt; mso-ansi-language: ES;">Banda de
sonido</span></i></b><span lang="ES" style="font-size: 14pt; mso-ansi-language: ES;">.<o:p></o:p></span></span></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt;">
<span lang="ES" style="font-size: 14pt; mso-ansi-language: ES;"><span style="font-family: Calibri;">El film toma su título del tema “Películas Prohibidas” de Mark Hamond. Dado
que ni el director (mi hermano) ni yo comprendemos el inglés y de la “letra” de
la canción solo sabemos la traducción del titulo, se cuenta la cantidad de sílabas
de cada verso y se “rellenan” con una letra en castellano que respete el
espíritu de lo que se sugiere…<o:p></o:p></span></span></div>
<span style="font-family: Calibri;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="ES" style="font-size: 14pt; mso-ansi-language: ES;">Canción</span></i></b><span lang="ES" style="font-size: 14pt; mso-ansi-language: ES;"><o:p></o:p></span></span><br />
<br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt;">
<span lang="ES" style="font-size: 14pt; mso-ansi-language: ES;"><o:p><span style="font-family: Calibri;"> </span></o:p></span><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="ES" style="font-size: 14pt; mso-ansi-language: ES;"><span style="font-family: Calibri;">Ciudad ciega,<o:p></o:p></span></span></i></div>
<i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="ES" style="font-size: 14pt; mso-ansi-language: ES;"><span style="font-family: Calibri;">Cine films,<o:p></o:p></span></span></i><br />
<i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="ES" style="font-size: 14pt; mso-ansi-language: ES;"><span style="font-family: Calibri;">Films prohibidos<o:p></o:p></span></span></i><br />
<i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="ES" style="font-size: 14pt; mso-ansi-language: ES;"><span style="font-family: Calibri;">Cine vacío<o:p></o:p></span></span></i><br />
<i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="ES" style="font-size: 14pt; mso-ansi-language: ES;"><span style="font-family: Calibri;">Censura y miedo en el cine a
media luz<o:p></o:p></span></span></i><br />
<i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="ES" style="font-size: 14pt; mso-ansi-language: ES;"><span style="font-family: Calibri;">Sentimientos ciegos en la ciudad
sin sueños<o:p></o:p></span></span></i><br />
<i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="ES" style="font-size: 14pt; mso-ansi-language: ES;"><span style="font-family: Calibri;">Ciudad ciega, duerme la gente.</span></span></i><br />
<i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="ES" style="font-size: 14pt; mso-ansi-language: ES;"><span style="font-family: Calibri;">En el cine a media luz,<o:p></o:p></span></span></i><br />
<span style="font-family: Calibri;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="ES" style="font-size: 14pt; mso-ansi-language: ES;">En el cine a media luz.</span></i><span lang="ES" style="font-size: 14pt; mso-ansi-language: ES;"><o:p></o:p></span></span><br />
<br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt;">
<span lang="ES" style="font-size: 14pt; mso-ansi-language: ES;"><o:p><span style="font-family: Calibri;"> </span></o:p></span><span style="font-family: Calibri;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="ES" style="font-size: 14pt; mso-ansi-language: ES;">Edición y
montaje.</span></i></b><span lang="ES" style="font-size: 14pt; mso-ansi-language: ES;"><o:p></o:p></span></span></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt;">
<span lang="ES" style="font-size: 14pt; mso-ansi-language: ES;"><o:p><span style="font-family: Calibri;"> </span></o:p></span><span lang="ES" style="font-size: 14pt; mso-ansi-language: ES;"><span style="font-family: Calibri;">El proyector Goldstar es manual, y las películas se enrollan en dos
carreteles y se pegan con cinta adhesiva. El film está hecho de papel de calcar,
lo que opaca bastante la imagen sobre todo si lo comparamos con las películas
originales del proyector hechas como de papel celofán.<o:p></o:p></span></span></div>
<span lang="ES" style="font-size: 14pt; mso-ansi-language: ES;"><span style="font-family: Calibri;">Los productores cortan el papel de calcar en tiras largas de un ancho
aproximado de 4 cm., unen los tramos de papel con cinta (si fuera necesario) y
se dibujan las viñetas, copiando poses y actitudes de las muñecas en escena. Después
se les agregan globitos con el discurso de los personajes pues aun no gozamos
de la tecnología del cine sonoro.<o:p></o:p></span></span><br />
<br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt;">
<span lang="ES" style="font-size: 14pt; mso-ansi-language: ES;"><o:p><span style="font-family: Calibri;"> </span></o:p></span><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="ES" style="font-size: 14pt; mso-ansi-language: ES;"><span style="font-family: Calibri;">Guión<o:p></o:p></span></span></i></b></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt;">
<span lang="ES" style="font-size: 14pt; mso-ansi-language: ES;"><span style="font-family: Calibri;">Toma I. (Panorámica aérea del cine local).<o:p></o:p></span></span></div>
<span lang="ES" style="font-size: 14pt; mso-ansi-language: ES;"><span style="font-family: Calibri;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>“A
veces Verónica necesita olvidar su trágico pasado llevando a sus hijas
adoptadas al cine local. En un gesto espontáneo entra tan decidida a dejarse
llevar por la ficción que ni mira la cartelera.”<o:p></o:p></span></span><br />
<br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt; text-indent: 0cm;">
<span lang="ES" style="font-size: 14pt; mso-ansi-language: ES;"><span style="font-family: Calibri;">Toma II.<o:p></o:p></span></span></div>
<span lang="ES" style="font-size: 14pt; mso-ansi-language: ES;"><span style="font-family: Calibri;">(Primer plano de Verónica con pañuelo a lunares en la
cabeza)<o:p></o:p></span></span><br />
<br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt; text-indent: 0cm;">
<span lang="ES" style="font-size: 14pt; mso-ansi-language: ES;"><o:p><span style="font-family: Calibri;"> </span></o:p></span><span lang="ES" style="font-size: 14pt; mso-ansi-language: ES;"><span style="font-family: Calibri;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Verónica: _ ¡Qué
raro, somos las únicas en esta sala! </span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt; text-indent: 0cm;">
<span lang="ES" style="font-size: 14pt; mso-ansi-language: ES;"></span><span lang="ES" style="font-size: 14pt; mso-ansi-language: ES;"><span style="font-family: Calibri;">Soraya: _ Señora, no creo que haya sido buena idea venir
con las niñas.<o:p></o:p></span></span></div>
<span lang="ES" style="font-size: 14pt; mso-ansi-language: ES;"><span style="font-family: Calibri;">Verónica: _ Nadie pidió tu opinión.<o:p></o:p></span></span><br />
<br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt; text-indent: 0cm;">
<span lang="ES" style="font-size: 14pt; mso-ansi-language: ES;"><o:p><span style="font-family: Calibri;"> </span></o:p></span><span lang="ES" style="font-size: 14pt; mso-ansi-language: ES;"><span style="font-family: Calibri;">Toma III.<o:p></o:p></span></span></div>
<span lang="ES" style="font-size: 14pt; mso-ansi-language: ES;"><span style="font-family: Calibri;">(Travelling hacia el primer plano de las hijas de
verónica y una figura masculina en escorzo).<o:p></o:p></span></span><br />
<br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt; text-indent: 0cm;">
<span lang="ES" style="font-size: 14pt; mso-ansi-language: ES;"><o:p><span style="font-family: Calibri;"> </span></o:p></span><span lang="ES" style="font-size: 14pt; mso-ansi-language: ES;"><span style="font-family: Calibri;">Las niñas a coro: _ ¡Tenemos miedo!<o:p></o:p></span></span></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt; text-indent: 0cm;">
<span lang="ES" style="font-size: 14pt; mso-ansi-language: ES;"><span style="font-family: Calibri;">Toma IV.<o:p></o:p></span></span></div>
<span lang="ES" style="font-size: 14pt; mso-ansi-language: ES;"><span style="font-family: Calibri;">(Perfil de Verónica y Soraya enfrentadas).<o:p></o:p></span></span><br />
<span lang="ES" style="font-size: 14pt; mso-ansi-language: ES;"><span style="font-family: Calibri;">Soraya: _ Déjeme recordarle que yo le di a mis hijas
porque usted es rica pero…<o:p></o:p></span></span><br />
<span lang="ES" style="font-size: 14pt; mso-ansi-language: ES;"><span style="font-family: Calibri;">Verónica: _ ¡Cállate, estúpida!<o:p></o:p></span></span><br />
<span lang="ES" style="font-size: 14pt; mso-ansi-language: ES;"><span style="font-family: Calibri;"></span></span><br />
<span lang="ES" style="font-size: 14pt; mso-ansi-language: ES;"><span style="font-family: Calibri;">Toma V.<o:p></o:p></span></span><br />
<span lang="ES" style="font-size: 14pt; mso-ansi-language: ES;"><span style="font-family: Calibri;"></span></span><br />
<span lang="ES" style="font-size: 14pt; mso-ansi-language: ES;"><span style="font-family: Calibri;">(Primer plano del rostro de un hombre, un policía).<o:p></o:p></span></span><br />
<span lang="ES" style="font-size: 14pt; mso-ansi-language: ES;"><span style="font-family: Calibri;">Policía: _ Tendrán que acompañarme a la seccional, están
viendo una película prohibida.<o:p></o:p></span></span><br />
<br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt; text-indent: 0cm;">
<span lang="ES" style="font-size: 14pt; mso-ansi-language: ES;"><span style="font-family: Calibri;">Toma VI.<o:p></o:p></span></span></div>
<span lang="ES" style="font-size: 14pt; mso-ansi-language: ES;"><span style="font-family: Calibri;">(Primer plano de Verónica tras las rejas).<o:p></o:p></span></span><br />
<span lang="ES" style="font-size: 14pt; mso-ansi-language: ES;"><span style="font-family: Calibri;">“Próxima semana: Verónica presa.”<o:p></o:p></span></span><br />
<br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt; text-indent: 0cm;">
<span lang="ES" style="font-size: 14pt; mso-ansi-language: ES;"><o:p><span style="font-family: Calibri;"> </span></o:p></span><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="ES" style="font-size: 14pt; mso-ansi-language: ES;"><span style="font-family: Calibri;">Películas prohibidas.<o:p></o:p></span></span></i></b></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt; text-indent: 0cm;">
<span lang="ES" style="font-size: 14pt; mso-ansi-language: ES;"><span style="font-family: Calibri;">Junto a la raza detestable de los peluqueros se encuentran los espectadores
y los críticos. Nada los conforma ni los conmueve, siempre les parece corto el
film, quieren más y lo quieren ahora. Solo consumen el relato y cuando se les
pregunta, por ejemplo, “Que tal estuvo la Verónica”, te dicen “¿Cuál era?”<o:p></o:p></span></span></div>
<span lang="ES" style="font-size: 14pt; mso-ansi-language: ES;"><span style="font-family: Calibri;">Algunas autoridades no entienden la película o la miran a la luz de vaya a
saber uno qué criterios. Si la Verónica, en determinada circunstancia en la
cárcel de mujeres, tuvo que dar un beso en la boca a Soraya, nunca falta La
Madre que confisque el proyector e incluso destruya las películas. Estos actos
de censura patoteril ya los conocemos de memoria y poco podemos hacer de
momento puesto que grandes y fuertes instituciones avalan esta actividad. La
medicina, el derecho civil, la educación pública y obligatoria sostienen la
patraña autoritaria, la censura. A esa voz de mando que dice que hay que hacer
la tarea, bañarse, o ir al almacén, le debemos no pocos retrocesos en la
historia del cine.<o:p></o:p></span></span><br />Las cosas del quererhttp://www.blogger.com/profile/00649409431389583407noreply@blogger.com1José C. Paz, Buenos Aires, Argentina-34.5151052 -58.766246099999989-34.5481862 -58.817492099999988 -34.4820242 -58.71500009999999