“En ocasiones, para instaurarse o para sostenerse, el
poder necesitará un número de muertos absurdos o inocentes. A veces azarosos.
Quienes no comprenden las reales exigencias del mando, llamarán inicuos a estos
menesteres. En cambio, quienes somos capaces de comprender, sabemos que se
trata de la inevitable parte de arbitrariedad
que impide la degradación del orden. Porque apenas el vulgo es capaz de
conocer el sistema de leyes y de castigos, encuentra la manera de hostilizar,
exigir y oponerse. Una de las principales condiciones del poder es su carácter
ignoto, será como una construcción insensata donde la gente se pierda: pasillos
sin salida, ventanas tapiadas y pozos inesperados ¡Cuidado con hacer del poder
una casa que pueda visitarse sin riesgo, porque de ese modo la tomará por
asalto!” Diario sobre el poder. Cayo
Catarina.
Liliana Bodoc. Memorias impuras.
“Las gallinas de ojos tumefactos estaban silenciosas como
los niños. Apenas cloqueaba alguna y aleteaba otra, pero todas atendían a los
suaves movimientos de la cue cué que estuvo meciéndose con los ojos
entrecerrados, como si quisiera escarnecer al destino mostrándole que no tenía
mando ni presencia en el sitio donde una mujer elige no llorar”.
Liliana Bodoc. Memorias impuras.
“Era la danza más antigua del mundo: piojosos contra
piojosos, desesperados contra desesperados”
Liliana
Bodoc. Memorias impuras.
“Él decía: “No hay que temerle al pueblo sino a sus
héroes…”
“Y sus poetas “_completó Junia
_Temerle a los poetas.-repitió Catarina. Y anotó ese
comentario en su memoria.
Liliana
Bodoc. Memorias impuras.
“Todas las convulsiones, todas las plazas tienen sus
grandes sabihondos, doctos en cualquier materia que anuncian lo que ocurrirá y
explican lo que ha ocurrido.”
Liliana Bodoc.
Memorias impuras.
“El poder tiene la fuerza de la lejanía. Y más que
cualquier distancia, apabulla al hombre. Porque, ¿Cuántos pasos separan a la
muchedumbre del condenado que aman? Y sin embargo, nadie los camina. ¿Qué
grosor puede tener el muro tras el cual el mártir se desangra de apoco, y sin
embargo, nadie lo derrumba. No es la distancia o el grosor lo que detiene a las
multitudes. Es la potencia del poder sobre las imaginaciones simples”.
Liliana
Bodoc. Memorias impuras.
“Uno termina siendo el personaje que mejor le sale”
Liliana
Bodoc. Memorias impuras.
“Yo amo la
libertad tanto como tú la amabas, abuelo. Y si estoy en esta posada escribiendo
mis crónicas bajo la luz ambigua de la invención es porque creo en ella. Creo
en la gracia del cuento para decir la verdad”
Liliana
Bodoc. Memorias impuras.
Traicionando el verosímil.
En la mesa de saldo encontré esta novela, Memorias
impuras, de la Bodoc. Editada en 2007, cuenta la atrapante y deslumbrante
historia de las revoluciones latinoamericanas
creando su propio verosímil: Largo Yanga, Tito Atauchi, Zope Zopahua,
Zuca Huayna son los nombres de los revolucionarios furtivos de Álbora, la
ciudad virreynal. Con la muerte del Virrey Crispino, que sabía que para
conservar el poder, había que ceder alguna porción, se término el período de
relativa conformidad del pueblo, de convivencia con la raza mitimae, la cues
cués y la cruda, El regente Cayo Catarina, aprovecha la ocasión de la muerte de
Crispino para consolidar el poder del virreinato ante los ojos de la comitiva enviada
desde la Metrópoli para observar el ambiente colonial y la posibilidad de
revuelta. A partir de entonces comienza la captura y muerte de las antiguas
razas que creen en los sueños y los poetas.
La primera medida de Junia, viuda del virrey, es capturar
a la amante de su marido con la cual había tenido dos hijos. La cue cué,
Bérnaba, era princesa en su tierra, pero en Rodal Crudo, la ciudadela
virreinal, es una simple esclava que traicionó el trono de su pueblo por irse
con un “crudo”. Junia la odia y le depara un castigo ejemplar, matando a sus
hijitos y dejándola prisionera en un gallinero a disposición de todos los
hombres que quieran servirse de la cue cué .El Silvador, mata a débiles como
los niños cambujos, es decir los hijos de Bérnaba y el virrey Crispino, para
poder comerciar con los Perpetuos, un
pueblo que se alimenta de vísceras humanas las que consigue a cambio de pulpa
de Trenzado, un fuerte alucinógeno.
A partir de la muerte de los niños la novela es un
recorrido por innumerables peripecias de los rebeldes para recuperar los
cuerpos momificados de los niños cambujos. Porque los Perpetuos, a cambio de
cada momia piden un muerto fresco. Zuca Huayna, mata al carcelero de la cue cué
y la libera .Los rebeldes la ocultan de la virreina. La cue cué está embarazada
de una niña. Con el cuerpo del carcelero, Zuca Huayna, negocia la momia del
niño más flacucho, porque el más gordito parece que les había dado un poder inusitado,
el maestro que comió su corazón había rejuvenecido como un muchacho.
Para conseguir la momia del otro niño, el más chiquito y gordo, los Perpetuos
le exigen un muerto importante.
A todo esto, la ciudad se prepara para los públicos
acontecimientos que acarrea la llegada de un cometa y el poder virreinal decide
apropiarse de la estrella como símbolo del virreinato y arrebatársela al pueblo
mitimae que la veneraba como símbolo de revolución. Con ese fin deciden organizar
la visita del enviado de la Metrópoli para la fecha estimada de la llegada del
cometa.
La virreina Junia tiene una alcahueta que la abastece de
datos de toda la ciudad, le señala la aparición de un rebelde de la batalla del
calabacillo que fue una revuelta impulsada por el poeta Tóvar , lo rebeldes que
pudieron escapar a una isla, mantuvieron la esperanza de unirse , de tomar la
afrenta de Bérnaba como una afrenta al pueblo esclavo , pero la dosis justa de
garrote y circo mantenía ocupado al
pueblo a un punto tal que el día señalado, al actor rebelde le cortan la lengua
por acostarse con la reina en tanto tramaba un saludo revolucionario en clave
para decir ante la visita y el pueblo no se levanta contra sus opresores. El
maestro y jefe de todo un pueblo, solo atinó a un acto desesperado y aislado
por lo cual sigue en la clandestinidad de por vida.
Pero da la casualidad de que Zuca Huayna , uno de los
héroes de la revo, también es amante de Cussi, la chica que vive del chisme y
la delación. Como es plebeya y vive en los barrios bajos, tiene debilidad por
los niños de los callejones de cuartos.
En un apuro, para escapar de la redada de la Guardia Blanca, Zuca Huayna
no tuvo otra opción que esconder la momia del niño cambujo (mezcla de cue cué y
crudo) en el cuarto de Cussi y confiar en que sus ideales fueran más fuertes
que los impulsos del estómago a los
cuales responde con su trabajo de alcahueta de la virreina.
Los vaivenes de esta lucha que enfrenta Cussi la
transforman lentamente (o rápidamente) en la protagonista de la historia: según
como dosifique la información que le vende a Junia, la revolución prospera o
retrocede. En un momento llega a plantearse
cómo serían sus condiciones de vida puestas al servicio de los
revolucionarios si con ser alcahueta del poder sólo le alcanzaba para el guiso
y el vino en el barracón. Hace lo que puede. A través de este personaje, el
narrador sale del foco del centro del poder (Rodal Crudo, palacio y ciudadela
de los blancos) y se sitúa al margen , del lado del populacho, al cual, dicho
sea de paso, se critica constantemente como una masa pueril , conformista y
supersticiosa. Cussi según el caso, también oficia de buscona, de cuidadora de
enfermos, maestra, cocinera, vendedora…cuida dos niños: uno vivo y otro
momificado. Bodoc transforma el horror inicial por la muerte espantosa de los
hijos del virrey (el mayor estaba cambiando los dientes cuando la Guardia
Blanca los arrebató de debajo de la pollera de su madre) en otra cosa muy
distinta y matiza el dolor con el rito y la convivencia diaria con los muertos.
Cussi esconde en su cuarto a Momiño, nombre con el que bautiza a la momia del
niño que veía a diario cuando el Virrey vivía. También cuida a la niña de una
buscona enferma y aquí es donde comienza la traición de su propio verosímil:
siendo sexualmente activa…nunca queda embarazada y si bien como alcahueta y
médica puede tener métodos anticonceptivos o abortivos, nada de esto se
menciona por lo que la fidelidad, naturalista casi, del narrador se disuelve en
imágenes que dialogan más con otros discursos, apartados si se quiere, del
relato colonial, como por ejemplo la telenovela: Cussi es alcahueta del poder
pero para comprarle el maíz con leche a una niña, cuya madre a punto de morir,
se recobra gracias a unas hierbas…La focalización minuciosa de la cotidianeidad
de la vida de Cussi es desproporcionada en relación al breve relato del parto
de Bérnaba, y su muerte, por ejemplo. Como crónica de la derrota el lector ya
puede suponer el final trágico de la historia aunque eso no le quita interés al
relato y su devenir: Cussi termina negociando el cuerpo de Bérnaba a cambio del
de su hijito cambujo…Y un poco de leche para la bebé que la cue cué acaba de
parir…
Como en la tragedia clásica, Bodoc comprende el fuerte
vínculo entre sexualidad y poder pero sin caer en escenas de alcoba, se
detiene, en cambio, en la descripción de modos de pensar Mágicos y alejados de
la lógica cruda: se puede soñar en forma colectiva .La vida está en el sueño y
la vigilia es soló un intervalo irreal.
Pero le reclamo a Liliana Bodoc algo que es de esperarse
en la lectura de la loca empresa que llamamos novela: No hagas lo que hacemos
los malos novelistas, empezar una cosmogonía y comprender en el camino que hay
que tener la fuerza de un dios para construir semejante obra, que el recurso de
la discontinuidad, la elipsis, las prospecciones, retrospecciones y demás
engañifas del tiempo narrativo no nos eximen de contar todo lo que hay que
contar. Se le puede achacar hasta cierto punto al tirano editorial el hecho de
que en 2007 nadie lee una novela de ochocientas páginas que es lo que tendría
que haber durado la novela para ser la gran novela. En cambio nos encontramos conque
falta libro o sobran personajes pues sus historias se diluyen: ¿Qué sentido
tienen las peleas de los príncipes niños Mizquiel y Cuevas?, ¿Para que tanta
lucha por las momias si parece que al final quedan en manos de Cussi…???
A todo esto hay un cronista que da cuenta de las
condiciones de esritura de la historia de los rezagos revolucionarios de la
batalla del Calabacillo (historia del pasado anterior al tiempo de la narración
central de la vida en la colonia tras la muerte del virrey Crispino), pero digo que la novela traiciona
su propio verosímil porque la revolución que cuenta, no estaba para nada
organizada. El día de la plaza, ¿se esperaba todo de la soga de Tóvar, un
amuleto?,¿Se esperaba un alzamiento masivo y espontáneo?...Otra: la idea de
poesía como arma revolucionaria está reñida con el saludo en clave de Cayo
Catarina y el actor Rumiñavi: aquí se le asigna a la poesía el poder de
transmisión inmediata (mensaje cifrado) desestimando el poder de la poesía popular
como arma ideológica gracias al poder mismo de la creación literaria (qué sé
yo…). Mejor pensado, diría que sobrestima a la poesía y, para materializar la idea y darle carnadura,
recurre al discurso literario pero para introducir un mensaje no literario,
informativo: le han cortado la lengua a Rumiñavi.
Otro aspecto notable de este verosímil es la ausencia de
la iglesia como institución legitimadora del poder arbitrario, como si el
relato no deseara cargar las tintas sobre la religión católica , la cual ya se
ha “retractado”, para permitirse una microfísica del poder político más amplia
y menos maniquea: en la cotidianeidad de la colonia, cada cual cree en lo que
quiere: los muertitos, los sueños, la realidad del barracón.
Parece muy interesante ¿Cuándo le haré un lugar?
ResponderEliminarEstimada Natalia, leí con interés tu comentario, y es porque me pareció idóneo y profundo que me interesa hacerte una consulta ¿Conocías la existencia de la segunda parte de la novela al momento de escribir tus reflexiones? Me importa mucho saberlo para pensar acerca del trabajo que amo: la palabra literaria responsable. Gracias por tu tiempo y un saludo afectuoso, Liliana Bodoc
ResponderEliminarTe digo que no sabía de la existencia de la segunda parte de la novela, de hecho, hace mucho que no me conecto a la web...No soy profesional de la crítica literaria ni nada por el estilo.Quise hacer un ejercicio de escritura porque la escritura de la novela me impulsó a hacerlo y nunca sospeché que al subirlo lo leerían tantas personas.Reconozco que cometi un error, porque el texto no amerita una lectura seria y me disculpo por la desprolijidad con que lo publiqué.Gracias, de todos modos, por la sorpresa de tu comentario que me ayuda a retomar este adefesio.
EliminarMuy buen análisis, Natalia. Ahora, leyendo "Los huérfanos", la 2º parte que publicó este año Ed. Summa veo respuestas a tus planteos. Planeta sólo publicó "Los Pâdres" y nos dejó con ese gustito a tristeza generacional.
ResponderEliminarGracias por tu comentario y te respondo que no sabía nada de la existencia de esta segunda parte...Hoy me entero y hoy me pongo al dia con la lectura.Saludos.
EliminarWou! Qué lujo te respondió Bodoc! Felicitaciones por el análisis, interesantes muchos de los puntos que planteas aunque yo interpreto muchas acciones como alegorías, por ejemplo el hecho de que le corten la lengua no lo interpreté como una contradicción, posturas. Un saludo y Felicitaciones!
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