Algo triste te soñé en el Saffron Park
Y bajo este cielo
increíble pienso,
Anárquico Lucían,
¿qué será de ti? Un ardor y te arrebata y te sostiene,
una tarde imposible de subleva.
Lucían, luego el
mundo le abandona,
Tus quiméricas bombas ya no arden...Ni siquiera este caos te desborda,
Porque es caos que obedece a cierto orden,
Porque el caos y el orden de derrotan.
No tiene nada de extraordinario este sonetito, pero lo escribí de un tironcito hace 22 años, cuando una tarde fría como ésta me deje fascinar por Chesterton y su atrapante novela El hombre que fue jueves. Como comentó Claudia, es una hermosa ocasión para meterse en la cama con una buena novela, la recomiendo...
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