sábado, 28 de abril de 2012

El hombre que fue jueves.


Algo triste te soñé en el Saffron Park
Oscuro y carmesí, anárquico  y vil,
Y bajo este cielo increíble pienso,
Anárquico Lucían, ¿qué será de ti?

 Un domingo  imponente te gobierna,
Y Gabriel, implacable, te atormenta.

Un ardor y te arrebata y te sostiene,

una tarde imposible de subleva.

  Pero las ideologías caen y,
 Lucían, luego el mundo le abandona,
Tus quiméricas bombas ya no arden...

 
Ni siquiera este caos te desborda,
Porque es caos que obedece a cierto  orden,
 Porque el caos y el orden de derrotan.


No tiene nada de extraordinario este sonetito, pero lo escribí de un tironcito hace 22 años, cuando una tarde fría como ésta me deje fascinar por Chesterton y su atrapante novela El hombre que fue jueves. Como comentó Claudia, es una hermosa ocasión para meterse en la cama con una buena novela, la recomiendo... 






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